Ciudad de México, México.– En la conmemoración 84 del Día del Médico y la Médica, el director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Luis Antonio Ramírez Pineda, reiteró “total aprecio y reconocimiento al gremio médico que ante los inesperados desafíos impuestos por la pandemia COVID-19 revelaron su vocación de servicio trabajando con entrega total para salvar vidas, aún a riesgo de la suya”.
Ahora, de regreso a la nueva normalidad, su labor es esencial para restablecer la totalidad de los servicios destinados a cuidar la salud y bienestar integral de las familias derechohabientes.
El titular Normativo de Salud, Ramiro López Elizalde, en representación del director general, Luis Antonio Ramírez Pineda, entregó los “Reconocimientos al Mérito COVID-19” en ceremonia alusiva a los profesionales de la medicina.
A nombre del director general, López Elizalde hizo extensiva la felicitación y agradecimiento por su diaria labor en beneficio de las familias derechohabientes, a los 17 mil 655 médicos que laboran en más de mil clínicas y hospitales del Instituto en el país, así como a los 1464 médicos residentes, 862 internos y 87 pasantes.
“Hoy, los médicos y médicas, orgullosos de nuestra profesión, debemos aportar a la sociedad más allá de lo clínico, y es por ello que entregaremos una justa distinción al mérito médico por el notorio trabajo, compromiso y la manifestación de humanismo que han demostrado frente a la pandemia por COVID-19”, dijo.
Quienes reciben estos reconocimiento, subrayó, día a día se han entregado a esta loable causa de salvar vidas y muchos todavía están ahí, dando lo mejor de sí en sus hospitales.
Destacó el heroísmo de los profesionales de la salud que lamentablemente fallecieron durante esta pandemia y expresó su solidaridad a sus familias.
El gremio médico es un orgullo para el ISSSTE, afirmó, somos profesionales involucrados en tareas de atención humanitaria, diagnóstico oportuno, control de las enfermedades; así como en brindar tratamientos farmacológicos, quirúrgicos y atención de las urgencias, preservando en todo momento la salud y la vida de las personas; pero sobre todo somos promotores de la salud comunitaria y el autocuidado de la población, con alto grado de responsabilidad y sentido de servicio.
Señaló que es indispensable fortalecer los sistemas públicos de salud ya que el recurso más valioso que posee cualquier institución es su personal médico, recalcó que hay una cualidad que no se puede obtener con presupuesto, es la de rescatar el sentido humano de la profesión.
“Debemos y merecemos un cambio de paradigmas desde las entrañas, desde la ética, fortaleciendo los valores culturales, morales, espirituales y reconociendo a la familia como la mejor institución de seguridad social, que no se nos olvide que las personas que atendemos el día de hoy, mañana podemos ser nosotros o nuestros seres queridos”, concluyó.