ÍNDICE POLÍTICO
Por FRANCISCO RODRÍGUEZ
John Dimitri Negroponte fue embajador de los Estados Unidos en México, donde el Congreso llegó a declararlo persona non grata. Fue también jefe máximo de las agencias de espionaje de los Estados Unidos. Republicano, por más señas, este americano feo ejecutó desde Honduras los operativos terroristas contra el gobierno sandinista de Nicaragua y coordinó las estrategias contrainsurgentes en América Latina.Torturas, desapariciones forzadas y el genocidio de poblaciones enteras lo llevaron a la dirección nacional de la CIA. Reconoció que, de las elecciones presidenciales que habría en Latinoamérica, la más importante era siempre la de México. Sabía de lo que hablaba el jenízaro.
Negroponte advirtió que el vecino del sur formaba parte “de gobiernos débiles, vulnerables, corruptos e incapaces y carentes de voluntad para aplicar la ley”.
Sus instrumentos de provocación fueron varios: videos demostrativos de presuntas incursiones militares mexicanas en suelo estadounidense, acusaciones de contubernio entre soldados nacionales y narcotraficantes, rumores de deportaciones masivas de indocumentados, diagnósticos de espionaje en los que éramos ubicados a niveles lamentables.
Al hablar ante una comisión senatorial en el Capitolio, Negroponte calificó: “puede desarrollarse un círculo vicioso en el cual un gobierno débil ayuda a criminales a socavar la credibilidad y la autoridad del Estado, como sucede en países del otro lado del mundo, como Afganistán, Kirguistán y Birmania…
… y en aquéllos que están cerca de nosotros, como Haití, Jamaica y México”. Como respuesta, nuestros gobiernos siempre estuvieron confiados a la esperanza de firmar un acuerdo migratorio… y la carretada de millones de dólares para reforzar el patrullaje de la frontera con Estados Unidos.
Esconde la bolita, mientras pide que estemos atrás de la raya
México siguió manteniendo su reserva internacional de miles de millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense, pagando una cuota milmillonaria, según ha reportado siempre el Banco de México. Y todos contentos. Somos hasta un protectorado vergonzante.
Hasta que llegó el momento de andar de itinerantes, haciéndole a La Chabelita, pidiendo disculpas en cortes y asientos del poder espiritual por los delitos de un pasado muy remoto. Al mismo tiempo, abjuramos de nuestra historia, creyendo que puede borrarse, y pensamos que la memoria colectiva no existe.
Es la actitud del merolico. Esconde la bolita, mientras pide que estemos atrás de la raya, distrayendo para no atacar los asuntos realmente importantes. ¿Para qué andamos del otro lado del charco causando lástimas, cuando los asuntos peliagudos están de este lado del charco, a unos cuantos kilómetros de distancia?
Recuperables los territorios perdidos por el Guadalupe- Hidalgo
Es ya tiempo, si de verdad queremos desfacer los entuertos, de exigir disculpas al gobierno de los Estados Unidos por las innumerables invasiones en nuestro territorio, una de las cuales nos dejó casi en los huesitos, arrancándonos los territorios más ricos que hoy forman parte de esa Nación.
Las reclamaciones internacionales por invasiones, conquistas salvajes, crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad, no conocen la prescripción. Es de explotado derecho internacional y constitucional que los territorios perdidos a partir del Tratado de Guadalupe- Hidalgo, no están tan perdidos.
El derecho, de parte de México para reclamar esos territorios
Y aunque parezca una cosa de locos, ya estamos acostumbrados a andar en esos irigotes. En lugar de reclamar el penacho de Moctezuma, o los códices Borgia, o el arrase indigenista de hace quinientos años, deberíamos abocarnos a dejar en claro nuestro derecho original y de posesión jurídica sobre los territorios…
…de California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas y partes de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma. El ius cogens, así como la Convención Internacional sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de lesa humanidad, en vigor desde el 11 de noviembre de 1970, impide…
…que el sólo paso del tiempo opere contra el objetivo superior del bien público, entre otras muchas consideraciones de doctrina jurídica que se han emitido a lo largo de la historia humana. El derecho está de parte de México para reclamar la propiedad de los territorios donde ahora se asientan los gabachos. Así como suena.
¿Y la explicación sobre el robo del territorio en Estados Unidos?
No hace falta derribar las estatuas de Cristóbal Colón, ni rasgarse las vestiduras en El Vaticano pidiendo lo insensato, mientras aquí no hemos podido solucionar ni el principio de la madeja. El penacho de Moctezuma y los códices Borgia pueden esperar. Primero, a lo que te truje Chencha.
Desde hace ciento setenta años la invasión norteamericana dividió a los mexicanos entre “polkos” y nacionalistas. Los primeros, amantes del anexionismo promovido por el republicano James R. Polk; los segundos, aferrados a que el derecho siempre nos ha dado la razón en esas reclamaciones sin respuesta.
Tiene ciento setenta años que la conciencia crítica del país, igual que todos los foros internacionales que se celebran exige una explicación sobre el robo del territorio mexicano en Estados Unidos. Sólo falta coraje y caletre para intentarlo. Ya basta de aguantar todas las agresiones y amenazas republicanas.
¿La Mitra exigiría disculpas por las matanzas de la guerra cristera?
Si realmente va en serio esto de recuperar la memoria histórica e instalarse de plano en el revisionismo, el objetivo central es seleccionar un asunto fresco, que valga la pena, y no embarcarse en otros fuegos fatuos para marear la perdiz, que sólo desgastan, exponen y ridiculizan.
A menos que el merolico de turno quiera seguir buscando flancos débiles para los chairos, y provoque que la Mitra exija disculpas sobre las matanzas de la guerra cristera.
Si no se va a protestar y a exigir reclamaciones sobre los múltiples destrozos que ha causado en este patio el Imperio, vale más que se le haga caso a la recomendación del oráculo tlacotalpeño, Picho Seco, cuando aconsejaba: “no te avientes que está hondo”. El gobiernito tiene demasiados puntos flacos como para abrir más sin sentido y sin objetivo superior.
Hora de que La Chabelita deje de mal aconsejar al “caudillo”
La edad adulta del pueblo tiene límites.
La Chabelita debe dejar de mal aconsejar al “caudillo”, al tiempo que Claudia Sheinbaum debe dejar de lambisconearlo.
Por ahí no va a ninguna parte.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: La más elemental diplomacia tampoco se le da al “caudillo”. Recibió a la vicepresidente de Estados Unidos a la puerta de Palacio Nacional, ¡sin cubrebocas! Y sin la participación de su partido, sin trámite alguno, la ascendió a ¡Presidente!. Y en lugar de dirigirse a ella por su nombre completo, Kamala Harris, o por su apellido, Harris, la tuteó y le cambió el nombre: ¡Kabala! No tiene remedio…
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