Ciudad de México, México.— A fin de establecer que será de especial atención para esa ley las poblaciones en situación de vulnerabilidad, y en mayor medida aquellas que se encuentren en situación de pobreza, el diputado panista, José Salvador Rosas Quintanilla impulsa una iniciativa para reformar la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro.
Reconoció que la tasa de analfabetismo en México ha disminuido abruptamente desde hace 30 años aproximadamente. Sin embargo, aún sigue siendo alarmante que existan poblaciones que se encuentren en desventaja.
Asimismo, dijo que a pesar de que los índices de analfabetismo son más bajos, la brecha es latente; en ese sentido, es necesario garantizar el acceso a la lectura a todos los individuos y, en especial, a aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
En la iniciativa, remitida a las comisiones unidas de Cultura y Cinematografía y de Educación y publicada en la Gaceta Parlamentaria, refirió que de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en el decil I, donde se encuentran los más pobres, 16 de cada 100 son analfabetas y 30 de cada 100 no tienen estudios básicos obligatorios.
En contraparte, los mexicanos más ricos, ubicados en el decil X, tienen una razón de analfabetismo de sólo 1 por cada 100 y la cifra de quienes no terminaron la educación primaria se reduce a 4 por cada 100, indicó.
Subrayó que las estadísticas globales sobre analfabetismo apuntan a que México se encuentra en una situación media en la alfabetización; sin embargo, no significa que esto sea equivalente al acceso a la educación.
Dijo que es importante recalcar la correlación entre las variables pobreza y educación, puesto que se observa que poblaciones en situación de vulnerabilidad son proclives al rezago educativo. Las cifras de este indicador oscilan entre el 30 por ciento, por lo que las políticas públicas orientadas al combate del analfabetismo se ven incompletas sin una parte que fomente y estimule la educación en este tipo poblaciones.
Señaló que teniendo en cuenta que el acceso y ejercicio efectivo del derecho a la educación no es igual para todos los mexicanos, de acuerdo con el Coneval algunos grupos poblacionales presentan mayores dificultades para el desarrollo académico.
Estimó que la propuesta de enfoque de programas sociales que promuevan el interés a la educación en comunidades en situación de pobreza, ayudaría a disminuir los índices de abandono escolar, por lo cual debe considerarse la orientación de la presente Ley de Fomento para la Lectura y el Libro bajo estas consideraciones.
Precisó que la orientación social para la atención a las comunidades en situación de pobreza permitiría combatir más de un factor en la medida que puedan generarse oportunidades de acceso a la cultura mediante material literario. Por lo tanto, al no existir cobertura suficiente por parte de los programas en materia de fomento a la educación, la presente ley puede ser una herramienta que permita el acceso a estos derechos fundamentales.