Ciudad de México, México.– En medio de una crisis sanitaria global resulta fundamental recordar la importancia de las elecciones y el voto para enfrentar los problemas sociales que nos aquejan y, sobre todo, para la recreación pacífica de un cambio, aseguró el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.
“La pandemia ha colocado a los sistemas democráticos en el riesgo de tener que posponer o incluso debatir la pertinencia de realizar elecciones. Ello nos hace reflexionar sobre la necesidad de reivindicarlas como un mecanismo fundamental, un pilar básico del funcionamiento democrático que hay que cuidar, que hay que procurar y que no podemos permitirnos perder”, sentenció.
Durante su participación en la séptima sesión del Seminario Permanente “Democracia y elecciones en el mundo”, organizado entre la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el INE, habló sobre la pertinencia de mostrar que el voto es un medio para enfrentar los problemas sociales que vivimos como sociedad.
Enfatizó que el voto es un derecho conquistado que no debe darse por sentado, así como la necesidad que existía, desde antes de la pandemia, de revisar la polarización en la convivencia democrática, el debilitamiento de los pesos y contrapesos o las dificultades para ejercer libremente la deliberación pública de ideas y posiciones.
Córdova Vianello señaló que la pandemia también abre la puerta a la innovación, el aprendizaje interinstitucional entre autoridades electorales y la colaboración internacional para evitar que la democracia y, específicamente las elecciones, se conviertan en una víctima más.
Reconoció que esta oportunidad dependerá en gran medida de convencer a la ciudadanía de que su derecho a la salud no se verá afectado al ejercer su derecho al voto y a elegir a sus representantes. “Las etapas de crisis son también etapas de oportunidad, siempre y cuando logremos encauzarlas responsablemente”.
El consejero Presidente mencionó que un claro ejemplo de la experiencia exitosa es lo ocurrido en Chile el pasado 25 de octubre con el desarrollo del plebiscito que llevó a la determinación de la creación de una nueva Constitución para el país andino.
Sonia Venegas, Secretaria Académica de la Facultad de Derecho de la UNAM, habló sobre los plazos y procedimientos en que se encuentra inmerso Chile, lo que muestra la vigorosa actividad electoral que se vive desde el año pasado.
Elecciones en Chile. Democracia, Ciudadanía e Institucionalidad
José Miguel Insulza, Senador de Chile, recordó que la exigencia de una nueva Constitución fue una demanda ciudadana por muchos años y que inicialmente no contó con el respaldo de la fuerza política que en su mayoría rechazó la conformación de una Asamblea Constituyente.
Esto, agregó, generó un gran desorden en donde la institucionalidad se vio resentida, cayó fuertemente el apoyo que tenía, pero a pesar de ello, se pudo mantener y ha hecho su trabajo, incluidos los organismos electorales.
Consideró que este no es más que el fin de un acuerdo nacional que rigió durante los primeros 20 años de democracia en Chile y que al superar ampliamente sus expectativas ocasionó que se empezara a analizar con mucha fuerza sus defectos y que fue seguido por una década en donde no se dio curso a las nuevas demandas de la población en que permeaba una gran desigualdad.
El ex Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), evidenció que a esta crisis que ya enfrentaba su país, se sumó a la sanitaria que se vive a nivel global, generando incertidumbre sobre los procesos electorales que ya han tenido que ser postergados y que mantiene latente la posibilidad de que nuevamente se aplacen si las cosas se agravan aún más.
“En abril habrá la elección para el Constituyente y esto anticipa un gran desorden que podemos prever, ya tendremos un nuevo Congreso y un nuevo Presidente que trabajarán mientras se dicte una Constitución que cambie la organización política del país que podría incluso elegir un sistema semipresidencial”, dijo.
Patricio Santamaría ex presidente del Servicio Electoral de Chile (Servel) explicó que para este año su país no sólo tendrá que enfrentar 14 elecciones que van desde la renovación de la Presidencia hasta las autoridades municipales, sino que también elegirá una Asamblea Constituyente.
Estos elementos, añadió, hacen que el país sudamericano viva un escenario electoral histórico considerando que tendrán elementos innovadores como alcanzar una conformación paritaria y que considere a los 10 pueblos originarios para quienes serán los encargados de redactar la nueva Constitución.
Asimismo, destacó la importancia del impacto que ha tenido la pandemia en Chile para la organización de los comicios de noviembre de este año y que ha colocado sobre la mesa la posibilidad de posponerlas ante una pandemia que se recrudece y el colapso de su sistema hospitalario.
Mencionó que a pesar de que no se descarta esta posibilidad, se avanza en la vacunación a la par de que las autoridades electorales trabajan para construir la confianza necesaria para que los ciudadanos vayan a las urnas tomando todas las medidas para que el 10 y 11 de noviembre existan las condiciones que garanticen la salud de la población.
Paridad aún es un pendiente
María de los Ángeles Fernández, presidenta de la Fundación Hay Mujeres Chile, habló sobre el ingreso tardío del país a la aplicación de acciones afirmativas que, si bien fueron contempladas para cuatro elecciones, la conformación de un Constituyente obliga a la plantear la necesidad de instaurar las medidas en las nuevas reglas a largo plazo.
Recordó que las disposiciones para impulsar la participación de las mujeres fueron integradas a la normativa temporalmente para que se apliquen únicamente en cuatro procesos, hasta las elecciones de 2029, por considerar que para este momento se tendría un porcentaje razonable y suficiente de mujeres.
No obstante, consideró que el Constituyente debe discutir sobre el criterio paritario para elecciones de otro tipo de autoridades al punto de permear en la situación política de Chile y en la participación de las mujeres sin tener que esperar hasta que concluya el plazo previsto para su aplicación.
David Bravo, profesor asociado de la Universidad Católica de Chile, desglosó los datos estadísticos de las últimas elecciones en el país andino, en los que identificó una mayor participación por parte de las mujeres y del grupo de la población entre 50 y 80 años.
Frente a ello, recalcó la importancia y el impacto que tendría una gran política de información y educación en la población para incentivar la participación en los procesos comiciales que se encuentran en puerta.
Agregó que, si los órganos electorales no encuentran un aspecto fundamental del fortalecimiento de la democracia y la legitimación de los procesos es previsible que se tenga una proporción baja de la población participando más allá de los cambios poblaciones que se han presentado por los efectos de la pandemia.