Análisis a Fondo
De 26 mil 500 millones de dólares es el superávit de la llamada cuenta corriente en balanza de pagos
Esto revela que el estado de la economía es positivamente prometedor; la economía crece
Por Francisco Gómez Maza
Este jueves, el Banco de México dio a conocer el estado de lo que se llama la “cuenta corriente” en Balanza de Pagos, que registró un superávit de 26 mil 571 millones de dólares…
Pero qué es eso de la “cuenta corriente”
¿?
Bueno. Para empezar desde el principio, vamos a recurrir a las definiciones que propone el diccionario financiero económico Economipedia, que por su claridad explica estas cuestiones muy oscuras de la ciencia económica.
La balanza de pagos es un documento contable – como el de cualquier empresa, sólo que en este caso que se refiere a la contabilidad de una economía nacional. En ese documento se registran las operaciones comerciales, de servicios y de movimientos de capitales de un país con el exterior.
Y ojo. Esto es muy importante:
La balanza de pagos es un indicador macroeconómico que proporciona información sobre la situación económica del país de una manera general.
Es decir, permite conocer todos los ingresos que recibe el país procedentes del resto del mundo y los pagos que realiza al resto del mundo, debido a las importaciones y exportaciones de bienes, servicios, capital o transferencias en un período de tiempo.
Ahora. Cuál es la Estructura de la balanza de pagos
Dentro de la balanza de pagos existen cuatro cuentas principales:
Balanza en cuenta corriente: Es la más importante, ya que es la que más se utiliza para conocer el estado de la economía de un país. Si tiene superávit, el país puede hacer préstamos a otras economías. La economía crece.
Aquí se incluyen las importaciones y exportaciones de bienes y servicios, además de las rentas y transferencias. A su vez, se subdivide en cuatro sub-cuentas: balanza comercial, balanza de servicios, balanza de rentas y balanza de transferencias.
Balanza de cuenta de capital: En ésta se registran el movimiento de capitales, por ejemplo, las ayudas que llegan del extranjero o la compra y venta de bienes que no son financieros.
Balanza de cuenta financiera: Recoge los préstamos que pide un país al extranjero, las inversiones o depósitos que los países extranjeros efectúan a un país.
Cuenta de errores y omisiones: Esta cuenta se incluye dada la dificultad de calcular con extrema precisión el total de exportaciones e importaciones de un país.
Déficit y superávit en la balanza de pagos
Disculpen, amigos, la oscuridad de los números. Pero al manejarlos es casi imposible que sean sencillos. Para los economistas es imposible traducirlos para que los capte el hombre y la mujer de a pie. Pero si el saldo es superavitario no necesita uno preocuparse. Esto indica que las cosas no van tan mal como algunos quisieran.
Cada una de estas balanzas dan un saldo independiente que puede ser positivo o negativo:
Superávit: En el caso de que el saldo de un tipo de balanza sea positivo estaremos hablando de que la balanza está en superávit.
Déficit: En el caso de que sea el saldo sea negativo.
Sin embargo, no se busca el equilibro de cada una de estas balanzas por sí solas, sino el equilibrio global de la balanza de pagos. Por consiguiente, la balanza de pagos siempre estará en equilibro, por ejemplo, un déficit en la balanza por cuenta corriente será compensado con un superávit en la balanza por cuenta de capital. Ya que, si un país tiene más compras que de ventas, el dinero lo debe obtener por algún lado, bien por medio de inversiones o préstamos extranjeros.
Aclarada esta parte teórica, reportamos en este espacio el comunicado del Banco de México en torno del estado de la cuenta corriente, en la balanza de pagos, correspondiente al segundo año de la actual administración.
Así. Esta cuenta registró, en 2020, un superávit de 26 mil 571 millones de dólares. No vamos a meternos con otros aspectos del reporte del banco como la cuenta de capital, la cuenta financiera o el renglón de errores y omisiones.
En el contexto de la covid-19, sin embargo, la economía mundial enfrentó un entorno de choques significativos y de elevada incertidumbre. Y en este entorno adverso y volátil, la actividad económica, la inflación y las condiciones financieras en México se vieron afectadas de una manera significativa.
Si bien la actividad económica mundial mostró cierta recuperación en el segundo semestre de ese año, ésta se dio a un ritmo moderado y diferenciado entre países y sectores.
En este contexto, para la totalidad de 2020 la cuenta corriente presentó un superávit de 2.4% del PIB, el mayor superávit reportado desde 1983. El saldo de la cuenta corriente en 2020 contrasta con el déficit de 0.3% del PIB observado en 2019.
El aumento del saldo de la cuenta corriente en 2020 respecto de 2019 se originó, principalmente, de la importante ampliación del superávit de la balanza de mercancías no petroleras, si bien los mayores ingresos por remesas también contribuyeron a este resultado.
A principios de 2020, la propagación global de la covid-19 ocasionó un deterioro significativo de las condiciones financieras globales y un incremento considerable en la aversión al riesgo global. No obstante, durante la segunda mitad de 2020 los mercados financieros presentaron un comportamiento positivo y, aunque estuvieron sujetos a episodios de volatilidad, estos fueron más acotados que los registrados en marzo y abril.