Intercambio internacional fortalece procesos democráticos

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Javier Ramírez portal Vorágine
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Ciudad de México, México.– La pandemia nos hizo más iguales y, ante un problema global, los organismos electorales queremos compartir información y experiencias para aprender a enfrentar este nuevo desafío de la humanidad, pero en clave democrática y multilateral, afirmó Manuel Carrillo Poblano, titular de la Coordinación de Asuntos Internacionales del Instituto Nacional Electoral (INE).

Al inaugurar la Quinta Sesión: Elecciones en Bolivia, del Seminario Permanente “Democracia y elecciones en el mundo”, Manuel Carrillo sostuvo que éste “es el momento de la solidaridad y de la común unión, la pandemia nos ha mostrado la importancia de la ciencia, de las políticas públicas con categorías racionales y efectivas y, sobre todo, la necesidad de solidaridad humana”.

Competencias y trabajo individualizados nos aíslan, agregó, y en el tema político-electoral para llevar a cabo comicios libres y democráticos necesitamos tender puentes entre organismos electorales y también con universidades, fuentes del conocimiento científico, en un ámbito de libertad y de objetividad.

La celebración de elecciones no es causa de incremento en los contagios por COVID-19

Al narrar la experiencia de la organización de las elecciones en Bolivia, Salvador Romero, Presidente del Tribunal Supremo Electoral de dicho país, mencionó que la elección celebrada en octubre ha sido la más compleja en su historia democrática por tres factores: la anulación de los comicios previos en 2019 y la renuncia del ex presidente Evo Morales, la reestructura del órgano electoral en su totalidad y sólo 120 días para organizar una elección en medio de un contexto de pandemia.

“120 días puede ser un tiempo razonable para organizar una elección si uno tiene el tiempo de prepararla durante esos 120 días, pero en este caso hubo que iniciar la preparación de la elección simultáneamente con la posesión de las nuevas autoridades del órgano electoral”.

Aunado a estas dificultades se añade el efecto de la pandemia, a cinco días de la elección programada para el 3 de mayo, se decretó una cuarentena rígida con suspensión de actividades públicas y privadas en el país que obligó a reprogramar la fecha al domingo 18 de octubre.

Además, en Bolivia se vivía una compleja confrontación y polarización social y política, dijo Salvador Romero.

Se pensaba que la elección podría ser un evento detonador de contagio muy serio, por lo que había una resistencia de diversos sectores de la población para realizar la jornada en una fecha cercana.

Para mitigar esta situación, la autoridad electoral trabajó las medidas de seguridad sanitaria del proceso electoral junto con la Organización Panamericana de la Salud,  las cuales fueron difundidas de forma efectiva entre la población, que tuvo una participación del 84 por ciento.

“Además, la realización de la jornada de votación no tuvo un efecto negativo sobre la evolución de la pandemia. En las dos o tres semanas previas a la elección tuvimos más casos de contagio que en las dos o tres semanas posteriores”, explicó.

La participación de la sociedad ha incidido en los cambios logrados en Bolivia

Por su parte, María Teresa Zegada, catedrática de la Universidad de San Simón y de la Universidad Católica Boliviana, destacó que los comicios pasados en Bolivia se llevaron a cabo en un contexto complejo ocasionado por la pandemia, crisis económica, política y social.

“En este país la política está fuertemente marcada por la acción civil. Todos los cambios en Bolivia no se deben a un presidente sino a la participación de la sociedad civil que se moviliza”, mencionó.

La salida del gobierno del ex presidente Evo Morales, el cambio de las autoridades electorales y la convocatoria a nuevas elecciones se han dado gracias a la participación de la sociedad civil, abundó la académica.

Polarización social en Bolivia un factor que marcó las elecciones

Rafael Loayza, catedrático de la Universidad Católica Boliviana, afirmó que la polarización en Bolivia durante 2019 tuvo al país al borde de una guerra civil.

Explicó que “Bolivia viene de un largo periodo de ideologización de la base de identidad étnica que ha terminado en una polarización racial profunda”.

En este contexto altamente complejo es extraordinario que los bolivianos hayan logrado dirimir estas discrepancias que parecían esenciales -de concebirse como una amenaza real de un grupo hacia otro- y hayan llegado a un proceso electoral pacífico donde primó el respeto a los resultados, lo cual da cuenta del buen trabajo del árbitro en las elecciones.

Necesario recuperar valores democráticos

Por su parte, Carlos Mesa, ex presidente de Bolivia, explicó que su país vivió una transición que no puede ni debe calificarse como un golpe de Estado, sino que la renuncia del presidente Evo Morales se dio después de una elección fraudulenta.

“Si hubiera habido un golpe de Estado, ese golpe de Estado debió haber sido con intervención militar, con un gobierno cívico militar o la imposición de una persona arbitrariamente que no estuviera en la sucesión constitucional, cosa que no ocurrió”.

Mencionó que actualmente Bolivia tiene diversos desafíos en materia democrática: la recuperación de los valores republicanos, la separación e independencia de poderes, la separación de un Poder Judicial que depende de las órdenes del Poder Ejecutivo.

Esta Quinta Sesión: Elecciones en Bolivia, del Seminario Permanente “Democracia y elecciones en el mundo” fue moderada por Serguei Kouznetsov, jefe de la División de Cooperación de la Comisión de Venecia y contó con la presencia de Raúl Contreras Bustamante, Director de la Facultad de Derecho de la UNAM.