TRAS LA PUERTA DEL PODER
Por Roberto Vizcaíno
Todavía no llega 2021, y ya no hay dinero. Gobernadores, alcaldes, legisladores, líderes políticos, expertos financieros, pero sobre todo los ciudadanos con sus bolsillos vacíos, millones en el desempleo, apuntan a que Andrés Manuel López Obrador ya se lo gastó todo.
Los guardaditos, los fideicomisos, los fondos, incluido hasta el de desastres, ya no tienen nada. Quedan Afores y las Reservas Internacionales. Ya les echaron el ojo.
Muchos, muchísimos, desde todos los foros, le han pedido, suplicado, exigido, razonado que ya no gaste en Pemex, Dos Bocas, en el Tren Maya y en el aeropuerto de Santa Lucía y él sigue en lo suyo
Ya me conocen, soy necio, a dicho, y ante protestas ciudadanas que lo persiguen por donde quiera que va, ha respondido que ni insistan, que no dará vuela atrás.
El domingo 15 de este noviembre vence el plazo para que la Cámara de Diputados apruebe el Presupuesto de Egresos (el del otrora pastel de gastos), que para 2021 tiene previsto un total de 6 billones 290 mil millones de pesos.
Ahí se concentra el todo para López Obrador. De estos recursos dependen sus proyectos y programas. Sí, “sus” no los de el país.
Ayer, en una de las quizá últimas votaciones del grupo político dominante en San Lázaro, el de Morena aliada al PT-PES y Verde, y con la oposición de PAN, PRI, PRD y MC, la Comisión de Presupuesto aprobó el dictamen del Presupuesto propuesto por AMLO.
Este pasa hoy al Pleno con un recorte de 182 mil 937 millones de pesos, lo que representa el 9 por ciento de las aportaciones federales, para estados y municipios.
Va sin considerar recursos extra para salvar lo que les ha significado el efecto económico de la pandemia del Covid-19 ni la caída del PIB.
En búsqueda de encontrar una alternativa, el viernes pasado los 10 gobernadores de la Alianza Federalista, se reunieron en San Lázaro con los coordinadores parlamentarios que integran la Junta de Coordinación Política a quienes entregaron un análisis que advertía sobre el recorte que ahora se sabe ya viene en el dictamen final.
Los mandatarios exigieron a los diputados evitar el recorte y mantener al menos lo recibido en 2020.
Su planteamiento no prosperó. El dictamen aprobado el viernes contempla repartir entre los estados vía el famoso ramo 28, ese que define las Participaciones a Entidades Federativas y Municipios, 921 mil 402 millones de pesos. Lo mismo que estableció el presidente López Obrador desde un inicio.
Igual pasa con lo previsto dentro del ramo 33, el de Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios, para el cual López Obrador previó una partida de 777 mil 842 millones de pesos. Nada más.
AFIRMAN QUE AHORA SÍ ROMPEN EL PACTO FISCAL
Los 10 de la Alianza Federalista –Martín Orozco Sandoval, PAN, Aguascalientes; Miguel Riquelme, PRI, Coahuila; José Ignacio Peralta Sánchez, PRI, Colima; Javier Corral, PAN, Chihuahua; José Rosas Aispuro, PAN, Durango; Diego Sinhué Rodríguez, PAN, de Guanajuato; Enrique Alfaro, MC, Jalisco; Jaime Rodríguez, El Bronco, independiente, Nuevo León; Silvano Aureoles Conejo, PRD, Michoacán y Francisco García Cabeza de Vaca-, no sólo se quedaron esperando a ser recibidos y escuchados, todo indica que simplemente no les van a dar nada.
Ante esta circunstancia, el viernes anterior anunciaron que, si AMLO y los suyos insisten en recortarles sus participaciones, ahora sí se van del Pacto Fiscal.
Eso, dijeron, permitirá que cada estado recaude y gaste sus propios impuestos para el 2021, y eso solo pasaría por los Congresos locales porque la Ley de Coordinación Fiscal no está dentro de ningún artículo de la Constitución.
El dictamen aprobado no sólo no contempla ninguna de las propuestas de los gobernadores aliancistas, sino que reasigna el gasto social y quita 2 mil 407 millones de pesos a órganos autónomos, al Poder Judicial y al Congreso de la Unión.
El gasto de la Secretaría de Educación Pública trae un tijeretazo de 200 millones de pesos y el Poder Judicial tendrá 1,130 millones de pesos respecto de lo recibido en 2020.
El INE no recibirá 870 millones de pesos, y sólo quedará con un presupuesto de 26 mil 819 millones.
A diputados y senadores les restarán 100 millones de pesos; al Senado, 55 millones de pesos, y a diputados 45 millones de pesos.
Y así prácticamente todos las secretarías, los organismos autónomos y los descentralizados verán reducidos sus ingresos.
En este contexto habrá pelea. Y esta se dará en San Lázaro. Pero sobre todo en las calles y plazas del país donde ya muchos ciudadanos están como agua para chocolate. Ni se diga en el sureste donde estos días el agua ye les llega a las orejas. Y dónde sólo vieron pasar a López Obrador por sus cabezas en un helicóptero militar. Nada de bajarse a ver si el agua estaba fría, tibia o caliente.
BARTLETT SE RIE, Y RUTILIO DICE QUE LO DEMANDARÁ
Cómo se había advertido, ayer el desfogue de aguas de las 5 grandes hidroeléctricas chiapanecas sobre el río Grijalva se desbordó y terminó inundando a la ciudad de Villahermosa, la capital de Tabasco.
Esto ocurrió luego de que ya antes se habían inundado otros poblados da Macuspana y otros municipios y de que el presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo en algunos lugares desde donde sobrevoló el área del desastre.
Nunca bajó o se acercó a las zonas cubiertas de agua, sino que en reuniones anunció que se ayudaría a los miles de afectados con nuevos televisores y mobiliario, así como con dinero y ropa personal para cada uno de los damnificados.
No dijo ni cuándo ni dónde se les entregaría esas indemnizaciones.
La presencia de López Obrador durante algunas horas en su estado no logró disminuir el reclamo de miles de habitantes ni de su gobernador Rutilio Escandón quienes insistieron en denunciar que estas inundaciones ocurrieron por una grave falta de previsión del director de la CFE Manuel Bartlett, originario de Tabasco.
Ni se desazolvaron los ríos, en especial el Grijalva ni se desfogaron las presas Malpaso, La Angostura, Chicoasén, Peñitas durante los meses de “secas” cuando no llueve, a fin de prevenir los torrenciales de la época de ciclones.
En esta ocasión se dejó llenar las presas al grado de que amenazaron con romperse y entonces se tuvo que soltar tal cantidad de agua que se inundó todo en Tabasco.
Ante la advertencia del gobernador Escandón quien indicó que denunciará a la CFE por daños, el director de la paraestatal, Manuel Bartlett, dijo que estas advertencias le dan risa y consideró que algunos como el gobernador de Tabasco le echan la culpa “para ocultar sus torpezas”.
El mandatario respondió que las inundaciones en Tabasco son la causa de un manejo “irresponsable” de las presas a cargo de la CFE.
“Se debe reparar el daño… sí, claro (hubo mal manejo), vean la diferencia ahora, llovió menos y se inundó más por el desfogue de las presas, claro, se inundaron tres municipios, Nacajuca casi en su totalidad, y Cunduacán… si hay afectaciones, y hay un causante, ese debe de reparar el daño”, indicó el mandatario.
Así de simple. Y es apoyado por la mayoría de los tabasqueños.
EN EL SENADO: ACOPIO Y SOLIDARIDAD
Mientras son peras o son manzanas, en el Senado, Ricardo Monreal, Mónica Fernández y Eduardo Ramírez, junto con otros legisladores de esa región, no se anduvieron con promesas y rápido organizaron dos acciones: un centro de acopio para damnificados en Tabasco y Chiapas, y una colecta entre senadores, quienes donarán parte de su salario para enviar recursos a los afectados.
Monreal, el bombero de la 4T indicó que la situación simplemente está rebasada, y que son ya más de 180 mil los damnificados a quienes hay que dar respuesta y alivio.