Ciudad de México, México.– A unos días de la elección presidencial en Estados Unidos, proceso que aún no está definido, y ante el clima de incertidumbre en esa nación, las universidades pueden fortalecer las formas de articulación con migrantes y cuestionar qué es la democracia, consideraron expertos de la UNAM y del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso).
Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades de la UNAM, precisó que lo primero que deben preguntarse los sociólogos, especialmente, es: ¿por qué pudo llegar Trump con una narrativa que moviliza en torno a políticas racistas, excluyentes, dañinas?
“Eso nos permitirá ir desmontando y generar narrativas contrarias y situarlas en la opinión pública mundial para ir trabajando todos, políticamente, en una lucha que nos incumbe, porque nos afectan las políticas de un Partido Republicano, un Trump y cualquier presidente de Estados Unidos”, comentó.
Al participar en el conversatorio “Futuro: Estados Unidos y reconfiguración política”, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África de la UNAM, Valencia García añadió que otro gran reto es analizar y desenmascarar la naturaleza no democrática del sistema electoral norteamericano.
Recordó que en 2016, cuando Donald Trump ganó la presidencia del vecino país, no contó con la mayoría de votos de la población; la clave estuvo en los consejos electorales, una figura que las naciones del mundo dejaron de usar hace tiempo por no ser democráticos.
Ahora, “los seguidores de Joe Biden piden que se cuente voto por voto, y ahondar la crisis del sistema electoral norteamericano será parte de las estrategias de lucha y resistencia ciudadana en ese país, pero creo que tiene que ser apoyada, apalancada, por las resistencias ciudadanas del mundo, porque nos afecta de manera particular”, estimó.
Adicionalmente, las universidades pueden fortalecer las formas de articulación con migrantes, hispanos y mexicanos en EU, pues somos un país donde la frontera significa la ignominia por el muro y brutalidad policiaca.
A su vez, Pablo Vommaro, director de investigación del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) en Argentina, estimó que el probable triunfo de Biden quizá no es buena noticia, pero al menos tampoco es mala como la reelección de Trump para los latinos.
Recordó que tratar de impugnar votaciones, como lo hace en este momento el actual presidente, avergüenza las elecciones norteamericanas con votos anulados o suprimidos, y aun así, éstas son las de mayor participación.
“Esto nos debe servir a América Latina para discutir quién pone la vara de la democracia, seguiremos pensando que Estados Unidos ponga esto, pero con qué autoridad moral, qué van a decir cuando se pierdan no 300 mil, sino ocho mil votos, cómo aceptar que ellos digan que se perdieron: esto nos da otro lugar desde dónde pararnos”, cuestionó el investigador de la Universidad de Buenos Aires.
En tanto, Alicia Girón, coordinadora del PUEAA-UNAM, destacó que parte de los resultados que hoy se observan se deben a la economía y especialmente al mal manejo de la pandemia en esa nación.
Los intereses corporativos económicos son los que gobiernan Estados Unidos; en el caso de México fue impuesto el T-MEC que facilita los intereses del sistema financiero norteamericano, aseveró.
“No hay que olvidar que Biden también está en función de los intereses corporativos. Él va por los recursos renovables, pero cuando se habla de dejar las energías no renovables, se habla también del interés que tienen estos corporativos y, simplemente, pasar a las energías renovables implica pasar por las aseguradoras y la forma en que se ha reestructurado el sistema financiero”, destacó la investigadora.