Coahuila e Hidalgo, ¿un adelanto electoral al 2021?

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TRAS LA PUERTA DEL PODER

Por Roberto Vizcaíno

Los resultados electorales de ayer en Coahuila e Hidalgo dejaron congelados desde al presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta el último morenista en el país.

Quizá uno de los pocos dentro de la 4T que advirtió que algo así podría pasar fue Ricardo Monreal, quien en varias ocasiones adelantó a los suyos que debían apretar el paso, cumplir lo prometido, ser eficientes, o serían arrasados por el regreso de otras fuerzas electorales.

Pero nadie hizo caso. Hoy en medio quedaron también atrapados en el asombro no pocos de los sesudos analistas políticos de los medios, columnistas, cartonistas -los de La Jornada todos-, y otros proyectistas de la 4T que hablaban a priori y sin ningún matiz de un triunfo arrollador de Morena… y de que el PRI estaba no solo muerto sino enterrado bajo 10 lapidas de la historia política del México moderno.

Para ellos el triunfo del 53 por ciento de AMLO -33 millones de votos contantes y sonantes- en 2018, y las mayorías en el Congreso eran para al menos los siguientes dos sexenios.

Pero a dos años todo cambió.

Los dos golpes fueron contundentes:

–       El PRI está no sólo vivo sino fortalecido, y;

–       Los números y sus porcentajes indican claramente que Morena no levantó.

En Coahuila el tricolor le metió zapato a AMLO y a su partido al llevarse los 16 distritos existentes en esa entidad, y no dejar opción para ningún otro en el Congreso local y, en Hidalgo, el PRI ganó 32 alcaldías de 84. El resto se las repartieron los demás partidos como en el reguero de la piñata: PAN 5; PRD 7; Morena 6; N Alianza 5; PT 4; MC 3; PESH 5; PV 3; Podemos 2… pura morralla.

Los resultados indican de entrada, pues, que Morena y AMLO no repitieron lo hecho en 2018. Al menos, electoralmente, se desinflaron.

Las otras particularidades importantes del proceso del domingo indican que no hubo ni violencia ni grandes conflictos. De 7 mil casillas en juego solo en 1 hubo quema de urnas y votos. No hay pues motivo para judicializar ninguno de los procesos o para alegar fraudes. Nada.

Quienes cometieron faltas fueron los morenistas, especialmente la senadora y secretaria general electa Citlalli Hernández, quien hizo proselitismo fuera de tiempo.

SU PECHO NO SE GUARDA NADA, PERO…

El que habla todos los días desde Palacio porque su pecho no es bodega, ayer no quiso comentar nada del zapato priísta de Coahuila y el gane del tricolor en Hidalgo.

Lo más que dijo fue que lo importante no fue quien ganó las elecciones, sino que fuesen limpias y haya participación de la gente. Y se congratuló de que no hubo violencia.

“… ya las autoridades electorales van a decidir quién gana y si hay inconformidades hay procedimientos para acudir a esas denuncias”, agregó.

Los resultados lo dejaron desganado, pues.

SIN DUDA, ES UN DESCALABRO…

El que se fue a fondo fue Porfirio Muñoz Ledo, candidato casi ganador de los sondeos para elegir presidente de Morena.

El expresidente de la Cámara de Diputados dijo que los resultados en Coahuila e Hidalgo significan un “serio” revés para Morena.

“Demuestran que necesitamos un partido sólido y organizado…. urge la reorganización de Morena como lo he propuesto”, subrayó.

NO NOS CONFIEMOS”: MONREAL

En este entretiempo, el que había advertido este descalabro electoral para AMLO y Morena, fue el zacatecano Monreal.

“No nos confiemos, no hay partidos muertos, hagamos bien las cosas”, dijo en julio de 2019 ante senadores, alcaldes y dirigentes de Morena.

Y agregó:

“…voy más allá, al haber ganado (en 2018) hay una gran expectativa de trabajo y de resultados; si no los cumplimos, la gente nos va a retirar el apoyo

No hay victorias para siempre, ni hay derrotas permanentes… la gente nos está observando y la gente quiere que haya cumplimiento.

“Incluso, aunque tengamos mayoría casi calificada en el Congreso, tenemos que actuar a la altura de las exigencias, no es sólo ganar, ahora hay que cumplir y poder generar condiciones propicias para que la gente reitere, ratifique el respaldo en una alternativa política que como nunca se presentó en este país”.

Hasta ese momento la euforia del triunfo de Morena y de AMLO en 2018 reinaba en las filas del partido dominante, menos en quienes, como Monreal, tienen una amplia experiencia en política.

Hoy, como lo pronosticó el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, los alcanzó la realidad.

Ahora lo que tienen que dilucidar es si creen o no que estos resultados son una premonición para los que podrán obtener en 2021.

PERSISTE EL CERCO SOBRE EL SENADO

Y mientras todo eso ocurre en lo electoral, la inconformidad hacia algunas de las decisiones dentro de la 4T se vierte ahora sobre las instalaciones centrales del Senado al amanecer este inicio de semana de nuevo cercado por investigadores que saben que resultarán afectados por la cancelación de fideicomisos.

Esto crea condiciones muy difíciles para las tareas legislativas y mantiene la presión sobre el presidente de la junta de coordinación política, el zacatecano Ricardo Monreal, sin intenta con el diálogo llegar a acuerdos y liberar así accesos para que puedan ingresar trabajadores y legisladores.

La tarea no es fácil, pues ayer se tramitó en comisiones la iniciativa para desaparecer los 109 fideicomisos a fin de que el dictamen pase a votación al Pleno el jueves.

Eso provocará mayores movilizaciones alrededor del Senado.

Por lo pronto ayer Monreal pidió disculpas a los vecinos que se han visto afectados por las protestas que persistirán durante esta semana  y a los manifestantes los exhortó a que se expresen pacíficamente; les prometió que se les va a recibir y escuchar.

En medio de todo esto, los senadores trabajan en la selección del nuevo presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones. Hasta hoy ni coordinadores ni miembros de comisiones no han logrado consenso para avanzar con este nombramiento.