Análisis a Fondo
Soplan vientos de confianza
El lunes, plan de recuperación
Por Francisco Gómez Maza
Podría usted preguntarse qué tiene que ver lo que pasa en la economía de Estados con la economía mexicana.
Pues, quiérase o no, la economía mexicana está uncida al imperio. De ahí el adagio: Si a Estados Unidos le da un catarrito, México sufre una neumonía.
Hay contagios. Si en México aumenta el desempleo, obviamente el mercado laboral de Estados Unidos se ve invadido por trabajadores mexicanos principalmente indocumentados.
Si el gobierno de Estados Unidos decide que tienen que ser proteccionista para defender su economía y pone trabas insalvables a las importaciones mexicanas, a los mexicanos no les queda de otra sopa.
Tendrá qué ver a qué país tiene que desviar sus exportaciones de aguacate o de tomate.
Para bien o para mal, México tiene que verse en el espejo de allende el Bravo.
En medio de la emergencia sanitaria por el coronavirus, en medio de la profunda panrecesión, cualquier información positiva proveniente de Estados Unidos es un cubetazo de agua fresca sobre la economía nacional.
Aunque no es para hacer alharaca, cualquier indicio positivo es bien recibido por la economía nacional, como el hecho de que la confianza de los consumidores estadounidenses aumente como lo experimentó en este septiembre, septiembre cuando aumentó más de lo que anticipaban los economistas, aunque sigue muy por debajo de donde estaba antes de la pandemia.
De acuerdo con el Conference Board, grupo de investigación privado sin fines de lucro con sede en Nueva York, el índice de confianza del consumidor aumentó a 101.8 comparado con el 86.3 en agosto. Este aumento se dio gracias a una opinión generalizada más positiva sobre el ambiente empresarial y el mercado laboral, y por un optimismo sobre el panorama a corto plazo.
(El índice de la confianza del consumidor busca medir el estado de ánimo del consumidor estadounidense. Es observado muy de cerca por los analistas, pues cuando su cifra es fuerte (superior a 90), es interpretada como un factor clave de la recuperación de la economía, al estar la gente más dispuesta a gastar.)
Estas noticias positivas indudablemente que arrastran las expectativas que se abrigan en torno al comportamiento de la economía mexicana. El futuro no parece, como lo dijimos en entrega anterior, tan dramático.
Y a esto hay que agregar la recuperación de los niveles de empleo perdidos al desmantelarse muchos negocios por las medidas de confinamiento para salvarse del contagio del coronavirus.
El lunes venidero (5 de octubre) habrá también muy buenas nuevas. Las cúpulas empresariales y el gobierno federal deberán de anunciar un programa de recuperación económica. La noticia fue bienvenida en los núcleos de opinión:
La Iniciativa Privada y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador concretaron, el lunes 28 de septiembre, el Plan de Infraestructura, con el que se busca reactivar la economía. Los reportes periodísticos informaron que, luego de poco más de dos horas de reunión privada en Palacio Nacional, los presidentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), Carlos Salazar Lomelín y Antonio del Valle, informaron que el plan de será presentado el próximo lunes (5 de septiembre).
A DESFONDO: La Tercera Edad del Palacio de Bellas Artes. El 29 de septiembre de 1934 fue inaugurado el Palacio de Bellas Artes. Este martes cumplió 86 años y sigue siendo el recinto cultural más importante del país. Su construcción se inició durante la presidencia del dictador Porfirio Díaz, y se encargó de la obra el arquitecto italiano Adamo Boari.