Ciudad de México, México.– Con el objetivo de analizar las características de la elección presidencial en Estados Unidos; el acceso al voto; los problemas particulares a nivel estatal, así como el desempeño de las y los funcionarios electorales en dicho país, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) realizó el Conversatorio virtual “Administración electoral y pandemia en Estados Unidos ¿Cómo organizar elecciones generales con competencia bipartidista en una Federación?”.
El presidente de la Comisión de Vinculación con Organismos Externos, el Consejero Electoral Yuri Gabriel Beltrán Miranda, indicó que en las últimas semanas se ha llevado a la discusión el analizar con expertas y expertos la decisión de realizar o posponer las elecciones y, si se realizan, hacerlas de la manera más segura posible, de cómo deben ser observadas, así como la realización de cómputos y la capacitación.
Mencionó que los comicios de Estados Unidos siempre han tenido una importante atención, debido a la heterogeneidad de los modelos de votación en cada una de las entidades federativas, en donde votan de manera distinta, ya sea en papel, a través del correo postal o vía voto electrónico; éstas últimas modalidades, aseguró, son las vías más seguras en esta época de pandemia por el COVID-19.
En su participación, la Consejera Electoral del IECM Myriam Alarcón Reyes dijo que, en el marco de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, una de las circunstancias a enfrentar es la autonomía e independencia que se pudiera presentar entre la normativa local y la federal, cada una con sus propios códigos y cánones en la organización, que en muchas ocasiones no coinciden entre sí.
Reconoció que el proceso electoral en la Unión Americana es complejo, pero ahora hay que añadirle otros componentes derivados de la pandemia, además de aspectos políticos, económicos, sociales e incluso, los que se perciben a nivel de política exterior, que al final de cuentas influyen en la determinación del proceso, en un sistema electoral tan complejo como el de ese país.
En su ponencia, el analista independiente y experto en elecciones estadounidenses, Jonathan Molinet, dijo que al analizar las elecciones en Estados Unidos se deben tomar en cuenta algunas observaciones. En primer lugar, que se llega a unos comicios en el marco del COVID-19, en donde el mejor predictor de la actitud frente a la pandemia es la posición política.
Reconoció que las personas tienen más disposición a responder preguntas acerca de la enfermedad, los cobrebocas, las vacunas y el encierro, que contestar cuál es su partido político de preferencia.
En segundo lugar, dijo que este es un proceso electoral fuertemente judicializado, en donde las instancias funcionan en términos de preferencias políticas muy precisas, lo que llevará al debate actual del futuro de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos.
Otro punto importante, agregó, es la debilidad en su conjunto para proteger el derecho y el ejercicio al voto. Lo anterior, sostuvo, va desde cuestiones muy simples como votar en martes, el cual es un día hábil. “En tiempos de pandemia esto es extraordinariamente grave, pues las personas no van a dejar pasar una cita de trabajo o alguna actividad importante con la finalidad de ir a votar. Esto no es nada sencillo”.
Al exponer cómo es el sistema electoral de Estados Unidos, indicó que se prevén tres tipos de votación, por correo, vía electrónica y voto adelantado; apuntó que las elecciones en Estados Unidos están inmersas en las complejidades de cada estado, las diferentes formas para votar en cada uno de éstos, la influencia de las autoridades nacionales y la competencia y competitividad electoral en cada entidad.
En cuanto a la situación por el COVID-19, señaló que tanto los votantes como los funcionarios están preocupados por los contagios. Dijo que se prevé un ausentismo relativamente fuerte, porque entre la ciudadanía hay personas mayores o, por temor, simplemente no van a asistir.
Por su parte, el decano de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del ITESM, Arturo Sánchez Gutiérrez, comentó que en México pareciera que se ha avanzado en una centralización de los procesos, mientras que en Estados Unidos prevalece una dispersión de éstos. Refirió que el cambio del IFE al INE fue un paso importante, en donde el órgano electoral nacional comenzó a tener atribuciones en toda la federación con la imposición de procedimientos particulares.
Sin embargo, indicó que en la Unión Americana sí prevalecen algunas autoridades electorales, en donde a nivel nacional tienen influencia importante en las elecciones; tal es el caso de la Comisión Federal de Elecciones, que se encarga específicamente de la fiscalización de las campañas en todo ese país.
Mencionó que en Estados Unidos hay muchas formas de votar; sin embargo, eso contrasta con las dificultades para registrarse y participar.
Apuntó que pensar en un voto adelantado o a distancia ha costado mucho trabajo. Explicó que lo más reciente en México fue el voto de los connacionales en el extranjero, que es una modalidad a distancia y por correo, ahora se busca la alternativa de votar por internet.
Finalmente, consideró que la “litigiosidad” de las elecciones en Estados Unidos difiere mucho de los procedimientos mexicanos, sobre todo en las decisiones que se toman durante la organización del proceso, pues hacen una diferencia importante; sin embargo, dijo que esto no quiere decir que los procesos en México no sean complejos por las características de nuestras leyes.