Ciudad de México, México.– La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), impulsa el desarrollo de tecnologías orientadas a la producción sustentable y el aprovechamiento de los suelos agrícolas como el Sistema Milpa Intercalada en Árboles Frutales (MIAF) aplicado en entidades del sureste del país.
En el ciclo de videoconferencias, con motivo de la celebración del 35 Aniversario del INIFAP, el especialista Sergio Uribe Gómez abordó los fundamentos y beneficios obtenidos con este sistema, como resultado de las investigaciones realizadas en el Campo Experimental del Instituto en Cotaxtla, en el estado de Veracruz.
Con la participación de un grupo de investigadores del INIFAP y del Colegio de Postgraduados (Colpos), se establecieron módulos de MIAF acompañados de esquemas difusión y capacitación a técnicos y productores locales y de otros estados, como Oaxaca y Chiapas, para contribuir en contrastar el deterioro de los suelos de ladera por erosión hídrica.
En Los Tuxtlas, Veracruz, refirió el investigador, se han estimado pérdidas de suelo hasta de 199 toneladas por hectárea al año, lo que ha afectado la producción e ingresos de los pequeños agricultores de granos básicos, principalmente maíz y frijol.
Detalló que el MIAF es un sistema agroforestal de cultivo intercalado, constituido por tres especies, el árbol frutal (epicultivo), el maíz (mesocultivo) y frijol u otra especie comestible, de preferencia leguminosa (sotocultivo) en intensa interacción agronómica, para optimar el uso de la tierra en el espacio y en el tiempo.
Otro elemento importante del sistema, precisó, lo constituye el filtro de escurrimientos, colocado en la base de cada una de las hileras de frutales, para disminuir la velocidad de los escurrimientos, favorecer la sedimentación de las partículas de suelo en suspensión y formar paulatinamente una terraza.
Apuntó que el MIAF es una tecnología multiobjetivo que busca aumentar el ingreso neto y el empleo familiar de los pequeños productores, proteger el suelo contra la erosión hídrica e incrementar la captura de carbono.
Se basa, abundó, en principios agronómicos para un mejor aprovechamiento de los recursos luz, agua y nutrientes, que se refleja en mayor producción y mejor calidad de los cultivos.
Indicó que los cultivos anuales (maíz y frijol) se establecen con base en las recomendaciones de los centros de investigación locales, y la tecnología incluye variedades, densidades de población, fertilización y control de plagas y enfermedades.
Algunos frutales que se adaptan al sistema MIAF son: durazno y manzano para condiciones templadas, y guayabo, aguacate, limón persa y chicozapote para condiciones tropicales y subtropicales, con lo que se incrementa el ingreso de los pequeños productores, subrayó.
Entre los beneficios están un mejor aprovechamiento de los recursos luz, agua y nutrientes, que se reflejan en eficiencias relativas de la tierra y del uso del agua, la disminución de la pérdida de suelo, incremento de la materia orgánica de la tierra y, en consecuencia, la mitigación del cambio climático, indicó.
Destacó que el MIAF se ha difundido con más de 50 módulos establecidos, principalmente en los estados de Puebla, Veracruz, Oaxaca y Chiapas, donde se han realizado eventos demostrativos, cursos y talleres para técnicos y productores sobre el trazo de las hileras de árboles y establecimiento y manejo de frutales, entre otros temas.
El sistema, dijo, ha sido promovido también por diferentes organizaciones y en los últimos años ha formado parte del Programa Sembrando Vida del gobierno federal, con la aceptación de los productores por los beneficios que les aportará este esquema productivo.