Fracasa gobierno capitalino endurecimiento de medidas de control de acceso poblacional al Centro Histórico por pandemia

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Autoridades, bancos y empresas rebasadas para atender a población

Por Javier Ramírez

El gobierno capitalino, a cargo de Claudia Sheinbaum, fracasó en el endurecimiento de medidas de control de la población asistente al Centro Histórico con 27 mil unidades económicas para evitar contagios de coronavirus, ya que anuncio el 5 de julio pasado la instalación de filtros sanitarios en acceso de calles peatonalizadas como Francisco I Madero para verificar el uso de cubrebocas y tomar la temperatura, además un ciudadano “por familia” que ingresaría por orden alfabético.

Por ejemplo, en Madero esquina Eje Central Lázaro Cárdenas con circulación penatonal de poniente a oriente, las autoridades hicieron un embudo de acceso para inhibir a los miles de capitalinos que les gusta caminar por esa vía. Los empleados del gobierno citadino aseguran que es una de las calles peatonales más transitadas por personas en el mundo.

La mayoría de los viandante, añaden, no llegan a comprar nada al centro, pero su placer es caminar por Madero y el mismo centro histórico, nada más que ahora está presente la pandemia implacable en la Ciudad de México. En los otros accesos como en las calles de Motolinia o Palma hacia la calle de Madero, el personal del gobierno capitalino brilla por su ausencia, de acuerdo a varios recorridos hechos por Vorágine por esa zona.

Eso sí, a algunos comerciantes de las calles de Uruguay los traen a raya, pese a que son más de 100 días de cierre de establecimientos, mientras a los comerciantes informales afuera de la plaza de la tecnología los dejan a placer hacer su fechoría igual que en República de El Salvador sin que ninguna autoridad les ponga un alto.

Y es que no pueden controlar la acumulación de población en el centro histórico y en toda la ciudad de México. Por doquier se ven filas a las afueras de los cajeros receptores de pago. En la calle de Venustiano Carranza casi esquina con Gante, las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la cola es interminable. Lo mismo pasa en Telmex de Isabel la Católica y en los bancos de todo el centro histórico. Las autoridades, bancos y empresas han quedado rebasadas para atender a la población.

Y es que el gobierno capitalino anunció con bombo y platillo la reactivación de las actividades comerciales y casi al mismo tiempo el control de acceso al corazón del país, pero sus medidas han quedado muy cortas ante la magnitud del problema de la pandemia con todo y su “nueva normalidad”.

El gobierno de la ciudad de México dio a conocer que a partir de 30 de junio la operación de los negocios será del 50 por ciento de lunes a sábado en un horario de 11:00 a 17:00 horas, y domingo cerrado. La apertura se realizará de acuerdo con la numeración de dirección (números pares e impares); la primera semana abrirán comercios con numeración par el lunes, miércoles y viernes; y numeración non el martes, jueves y sábados. En la siguiente semana el orden se invierte, y así continúa de manera sucesiva.

Calles para la Sana Distancia. En el perímetro del Centro Histórico que comprende las calles Eje Central Lázaro Cárdenas, Belisario Domínguez, Peña y Peña, Eje 1 Oriente Circunvalación, San Pablo y José María Izazaga, se establecerán 12 nuevas calles flexibles (ampliación de espacio peatonal hasta la mitad del actual arroyo vehicular) y 30 nuevas calles peatonales; se mantendrá la operación del carril del Metrobús y 10 calles con su operación habitual.

En el anunció de reapertura de negocios, la coordinadora general de la Autoridad del Centro Histórico, Dunia Ludlow, indicó que en el Centro Histórico hay en total 27 mil unidades económicas, de las cuales en el Semáforo Rojo abrieron cerca de 6 mil y a partir del 30 de junio se sumarán 21 mil, lo que representa casi el 100 por ciento de la actividad en la zona.

Sin embargo, los comerciantes establecidos se quejan de que las autoridades del gobierno capitalino no les han permitido reabrir sus negocios y la misma policía ha impedido llevan a cabo sus operaciones comerciales.

Sobre el comercio en vía pública, dijo que la Secretaría de Gobierno, a través de la Dirección General de Reordenamiento en Vía Pública del Centro Histórico, ha mantenido un diálogo con diferentes grupos y líderes del comercio en la vialidad para ordenar sus actividades durante el Semáforo Naranja.
Ante la magnitud de la situación, el gobierno de la Ciudad de México, a través de la Autoridad del Centro Histórico, se ha quedado corta, puesto, dicen lograr consolidar la plataforma centroenlinea.cdmx.gob.mx como la más grande plataforma de vinculación con los negocios de la zona al sumar 1000 tiendas en 2 meses, en el Centro Histórico hay 27 mil unidades económicas, tiempo en el que ha sido la ventana de encuentro con productos para 27 mil usuarios que han visitado 280 mil veces la página.
Uno de los últimos anuncios lo encabezó la secretaria de gobierno, Rosa Rodríguez, quien dijo que en coordinación con la Secretaría de Movilidad y la Autoridad del Centro Histórico, se sumarían más calles a la peatonalización a fin de ganar espacio para la sana distancia; se cerrarán las estaciones del Metro Zócalo, Allende y Merced, y se instalarán filtros sanitarios en los accesos de calles con mayor afluencia, las cuales cambiarán cada día, para verificar el uso de cubrebocas y tomar la temperatura.
También se cerrarán las calles en donde el 30 por ciento de negocios incumpla con las medidas sanitarias y se suspenderán por 15 días a aquellos establecimientos que no acaten las mismas.
Asimismo, se invita a la ciudadanía a que solo acuda un integrante por familia al Centro Histórico y que lo haga de acuerdo a la letra inicial de su primer apellido, es decir, en caso de la A a la L los lunes, miércoles y viernes; mientras que de la M a la Z, martes, jueves y sábado.

Este anunció prácticamente ha sido letra muerta y la aglomeración en el Centro Histórico sigue sin conocer qué grado de contagios se están dando en esa zona por el coronavirus.