ÍNDICE POLÍTICO
Por FRANCISCO RODRÍGUEZ
Para los mexicanos es muy importante conocer el alma del votante estadounidense, la psicología depredadora, racista y supremacista de los white anglo-saxon protestants del otro lado. El escaso treinta por ciento de sufragantes que ha sostenido hasta ahora en el poder a un psicótico anaranjado del tamaño de Donald Trump.
Haciendo la salvedad de que quien le dio el triunfo en las elecciones de 2016 fue el Colegio Electoral que, si en aquella ocasión se decantó por Trump, ahora se encuentra en la disyuntiva de inclinarse por el más sensato Joe Biden.
De todos modos, es casi una obligación para los analistas y políticos nacionales conocer de cerca el funcionamiento del sistema político de Estados Unidos, para no ser sorprendidos y tomar mejores decisiones a la hora de cualquier negociación con los arrogantes republicanos en el poder.
¿Da Dios órdenes contradictorias?
Es imprescindible saber que todavía hasta hace unos años las encuestas de esa Casa de ilusiones que es la empresa demoscópica Gallup registraban en sus informes que el 45% del pueblo estadounidense había hecho suyos los ideales el movimiento religioso de los cristianos bautistas renacidos (Born Again Christian) .
En nombre de Dios y bajo el lema del hijo de inmigrantes, “Primero América”, los fanáticos bautistas renacidos sigue lanzando bendiciones a diestra y siniestra, emprendiendo una guerra clasista desigual contra los diferentes, dondequiera que se encuentren. Es la razón de la lucha contra el terrorismo, contra los migrantes y en favor del muro fronterizo.
Cuando algunos analistas han observado que, desde las trincheras religiosas de esa secta, los supremos pontífices de las distintas creencias han exhortado al republicano a que por ningún motivo agreda a los pueblos indefensos, con la supuesta autoridad moral que le concede ser el representante de Dios en la tierra, la gente no deja de preguntar: ¿Por qué Dios da órdenes tan contradictorias?
Luteranos y calvinistas: moralismo craso
Desde la Casa Blanca, el destino de la humanidad se haya siempre al filo de una navaja, pues entre el selecto grupo integrado por una cábala de ignorantes, se registra un alto grado de paranoia. Se han convencido a sí mismos de que ellos se encuentran del lado de los ángeles… y que los demás, están locos.
Los orígenes religiosos de los wasp se encuentran en el quiebre que suscitó en la iglesia católica la reforma protestante con Martín Lutero y Huldrych Zwinglio, a los que posteriormente se añadió Juan Calvino, a través de su Consistorio, imponiendo el rigor del fundamentalismo, censurando y prohibiendo las lecturas profanas…
… vigilando la conducta y el estudio de los jóvenes, a los que se negaba la diversión, el baile, las fiestas o los cantos que no fuesen estrictamente de la liturgia permitida y no se toleraba la mínima impugnación a la solidez dogmática ni a la disciplina en aras de la acumulación monetaria.
Las iglesias luterana y calvinista, hundidas en el más craso moralismo, fueron movimientos religiosos que hicieron frente a la decadencia vaticana de fines de la Edad Media, y se propusieron redundar la enseñanza eclesiástica sobre la base de las famosas Escrituras.
Sin embargo, causaron sangrientas guerras religiosas, cuya violencia fue emblematizada la noche de San Bartolomé, de 1572, con la escandalosa matanza entre hugonotes y católicos practicantes.
Sin indios ni brujas, el paraíso terrenal
La expansión marítima y colonial de Gran Bretaña y de los países bajos, llevaron a los hugonotes a las costas orientales de América del Norte. Su éxito en las nuevas tierras y el salvajismo de su Inquisición se basó en su doctrina amedrentadora sobre la supremacía y la predestinación, su fe ciega en la santidad del trabajo, cuando se asume no por placer, sino “por el oro y la plata, criaturas de las que se puede hacer un buen uso”.
Pero las anteriores creencias no eran las únicas que anidaban en las mentes de los colonos. Perseguidos por la Alta Comisión Eclesiástica de Inglaterra, los puritanos, soldados de la Biblia y de la predestinación, defenestradores de toda distracción o entretenimiento, elegidos por encima de la masa de pecadores, sometieron a los indios, arrasaron con sus demonios y las brujas, para fundar el paraíso terrenal.
Ellos se salvan. Nosotros, al infierno
Los primeros bautistas eran de origen puritano, descendientes de aquel partido que había gobernado Inglaterra al lado de Cromwell. Interpretaban las Escrituras al estilo de los calvinistas frente a la liturgia, los rituales y el gobierno jerárquico de los obispos.
Llegaron disfrazados a Plymouth como “Padres Peregrinos”, a bordo del “Mayflower”, en 1620. Coincidieron en arribar con los amigos cuáqueros que creían en la autoridad suprema de la palabra interior del Espíritu Santo, suprimiendo radicalmente todo dogma contenido en las Escrituras judeo-cristianas.
Pennsylvania se convirtió en su principal centro de actividad, y hace pocos años sus comités estadounidenses recibieron el Premio Nobel de la Paz. El híbrido de esta mezcolanza es el bautismo renacido.
Su texto supremo, el último libro del Antiguo Testamento, el Apocalipsis. Su firme creencia, que el fin de la humanidad llegará cuando el Anticristo se adueñe de Babilonia y Cristo liquide al enemigo en Armagedón.
Su profecía, que después del gran terremoto del fin del mundo, sólo los cristianos bautistas renacidos serán llevados al paraíso, mientras que seguidores del Papa, budistas, cristianos y musulmanes, serán condenados al infierno.
Adinerados repiensan su apoyo a Trump
Esta caterva de iluminados fue la que hizo triunfar a Trump en 2016. Refrendó su victoria, por encima del voto popular favorable a Hillary Clinton, en el seno de los poderosos colegios electorales de la segunda ronda de votación estadounidense.
Pero tanto fue el cántaro al agua, hasta que se quedó allá. Las amenazas, las rabietas, los caprichos y las insensateces del psicótico han convencido a muchos grupos de poder, entre ellos a los más adinerados de la Unión, a repensar sus posiciones, y a llegar a convencerse de que sería mejor confiar en los chinos para establecer allá el nuevo poder universal.
Los desquiciados sólo producen catástrofes
En esta línea de pensamiento se encuentran los financieros judíos, los dueños de las calificadoras, los propietarios de las casas de bolsa y de los holdings más poderosos de aquella Nación.
Los ciclos siempre se cumplen, a menos que metan reversa a la mera hora, pero se ve realmente difícil que cambien de óptica.
Los desquiciados nunca producen otra cosa que grandes catástrofes.
Nunca un lenguaraz ha aprendido más con la boca que lo que se puede aprender con los ojos, y con buenas asesorías.
¡Lástima, Margarito!
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Aunque las encuestas realizadas por diversos medios de comunicación cuentan con resultados diferentes, lo cierto es que su mayoría arrojan a Joe Biden como el candidato favorito a ganar las elecciones presidenciales del próximo primer martes de noviembre. Sin embargo, Trump se ha encargado de generar confusión, revelando que él “tiene otros datos” y que las encuestas mienten, pues es éste quien realmente se encuentra en la delantera. Por su lado, Joe Biden señala que no quiere confiarse de las encuestas, pues los cuatro meses que quedan para las elecciones involucran un largo camino por recorrer y con ello, mucho trabajo. “No quiero engañarme a mí mismo. Sé que las encuestas son datos muy buenos. Pero creo que es muy temprano. Es demasiado pronto para emitir un juicio. Creo que tenemos mucho más trabajo por hacer”, señaló Biden.
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