Casos César Duarte y Emilio Lozoya colocan bajo asedio al régimen de Peña Nieto

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EMILIO LOZOYA
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TRAS LA PUERTA DEL PODER

Por Roberto Vizcaíno

Los hechos se suceden vertiginosamente. Solos, pudieran no significar nada, pero sumados se convierten en una poderosa expectativa. Hoy no podemos saber hacia dónde se moverán los dados del poder y la justicia, ni a quienes arrastrarán, pero de que nos vamos a ver metidos en un mar de cuestionamientos mediáticos, ni qué dudarlo.

El escenario es por demás convulsionado: el país en casi la quiebra económica, la pandemia no cede, las consecuencias del todo son de un enorme desempleo, aumento insospechado de la pobreza y la amenaza de estallidos sociales, todo lo anterior dentro de un sistema de partidos que se hunde en vez de repuntar, la incipiente y muy incompleta democracia Mexicana y sus instituciones sufren de embates desde la Presidencia y la sociedad se polariza cada vez más.

Un momento perfecto para el circo mediático que darán la extradición de Emilio Lozoya y la posible pronta extradición del exgobernador de Chihuahua César Duarte, quien fue aprehendido ayer en Florida, Estados Unidos, a petición de la justicia mexicana.

Justo durante la muy cuestionada visita de Andrés Manuel López Obrador a Washington para encontrarse con Donald Trump, quien necesita urgentemente de oxigeno para asegurar su reelección en noviembre.

En el paredón judicial y mediático aparece ya con mayor claridad el expresidente Enrique Peña Nieto y su muy cercano excolaborador Luis Videgaray que bien pueden luego incluir a otros como José Antonio Meade y Manlio Fabio Beltrones así como a muchos colaboradores de todos ellos.

El eje de los dos casos –Lozoya y Duarte-, es el uso de recursos ilícitos en procesos electorales en favor de candidatos del PRI.

El de Lozoya involucra supuestos moches millonarios en dólares de la constructora internacional brasileña Odebrecht que habrían sido utilizados en la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012.

Con el enjuiciamiento en México del exdirector de Pemex finalmente se vería como los sobornos que han llevado a la cárcel a varios expresidentes en el continente finalmente son abordados en nuestro país.

A lo largo de estos últimos 10 años las denuncias sobre funcionarios mexicanos por sobornos de Odebrecht sólo causaron muchas motas periodísticas, pero ningún detenido y menos ningún procesado.

La extradición de Lozoya finalmente aceptada y pedida por él mismo, ha abierto enormes especulaciones en sectores mexicanos, que al final podrían quedar en frustración.

Una cosa es lo que vaya a decir y revelar el exfuncionario y otra la que se pueda probar de todo eso.

Los tiempos de la justicia y de los medios informativos nunca caminan juntos. Ni terminan en lo mismo.

Así que no creamos que lo que diga Lozoya va a llevar a la cárcel automáticamente a Peña Nieto o Videgaray o a algún otro.

DUARTE

Algo similar puede ocurrir con César Duarte quien cuenta con, dicen, 21 ordenes de aprehensión por otros tantos casos de defraudación desde su cargo de Gobernador de Chihuahua.

Uno de esos casos tiene que ver con una transferencia de 300 millones de pesos hecha por Hacienda -cuando era dirigida por Luis Videgaray-, al gobierno de César Duarte de los cuales 250 millones fueron entregados a empresas fantasmas supuestamente operadas por Alejandro Gutiérrez, “la Coneja”, quién como secretario general adjunto del PRI, entregó ese dinero a este partido entonces dirigido por Manlio Fabio Beltrones para ser aplicados en la campaña a gobernador de aquel momento en Chihuahua.

Al parecer esta misma operación se hizo en otros estados con comicios.

Gutiérrez fue aprehendido hace unos tres junto a excolaboradores de César Duarte, y recluidos en cárceles de Chihuahua.

Hoy Duarte se suma a este proceso en el cual podría extenderse a alguno de los antes mencionados.

En este caso está involucrado igualmente el uso de recursos ilícitos en favor de candidatos del PRI en procesos electorales locales.

PODRÍAN TERMINAR EN NADA

Frente a las expectativas de hoy, habría que recordar el interés que se produjo con la aprehensión y extradición del exgobernador de Veracruz Javier Duarte, quien se suponía haría incendiarias revelaciones que hundirían a Peña Nieto y a dirigentes del PRI.

De ser acusado por la malversación de miles y miles de millones de pesos ha terminado por ser enjuiciado por apenas unos cuantos millones. Nada que ver con lo que produjo su detención.

Hasta este momento no ha pasado nada. Todo ha sido aire y agua corriendo por el arroyo.

Ya veremos qué pasa con Lozoya y con Duarte.

O escalan los casos hasta Peña Nieto, Videgaray, Beltrones y el PRI -y colaboradores-, o todo quedará otra vez en nada.

Hagan sus apuestas…

SOBRIA, CUIDADOSA Y DIGNA LA VISITA: MONREAL

En medio de expresiones en contra y otras a favor, con múltiples peticiones para no ir, Andrés Manuel López Obrador finalmente se reunió ayer con el presidente Donald Trump en la emblemática Casa Blanca, considerada como el centro de mando de la primera potencia en el mundo.

Todo al final fueron buenos tratos, sonrisas y expresiones amables entre ambos mandatarios.

“Fallaron las proyecciones… no nos pelamos”, acotó López Obrador.

La rápida visita de apenas un día no estuvo exenta de expresiones a favor y en contra de ciudadanos de aquel país y de migrantes mexicanos. Nada que no hubiera ocurrido en otras visitas de otros mandatarios.

Al abordar este encuentro, el senador Ricardo Monreal indicó que esta primera visita del mandatario mexicano a Washington ha sido al final sobria, cuidadosa y digna.

Subrayó que, “por fortuna, se esfumaron los malos presagios de desencuentro, de enfrentamiento o de reclamo, incluso de desmesura, contra nuestro país, que algunos vaticinaban.

“Se avanzó en el respeto y la ponderación a la soberanía nacional y por supuesto se confirmó que tenemos un presidente austero y colocado a la altura de las circunstancias que exige el país”, dijo.

Consideró de igual forma que se debe reconocer que la habilidad y la intuición política del mandatario mexicano extinguieron la hostilidad, la descalificación par transformarla en signos de amistad, y en un vínculo de fraternidad y solidaridad entre ambas naciones.

Su comportamiento ha sido republicano y sobrio, y con su visita y su posición política se confirma que tenemos a un presidente que actúa como estadista y como representante de una gran nación, agrego.

Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, destacó que es el primer presidente de México en la historia del país que viaja en línea comercial fuera de México, en clase turista, sin séquito de acompañantes, ni gastos que rayan siempre en la excentricidad, el lujo y el exceso.

Luego de lo alcanzado en este encuentro, afirmó Monreal “podemos afirmar que la mayoría legislativa en el Senado cree que nuestra nación se encuentra a buen resguardo”.

Y que, pese a todas las circunstancias, la relación bilateral entre ambas naciones está en su mejor momento.