Ciudad de México, México.– Gracias al “golpe de timón” que se dio en México en 2018, nuestro país se posiciona como una alternativa a las políticas neoliberales para enfrentar la emergencia de salud y económica, ocasionada por la pandemia de Covid-19 en el mundo.
Así lo afirma el senador Ricardo Monreal Ávila, en un análisis publicado en su página web, donde destaca que, en estos momentos de crisis, las políticas económicas implementadas por el gobierno federal están encaminadas a proteger a la mayoría de la población, y no solamente a un grupo minoritario que gozaba de protección en el periodo neoliberal.
Por eso, cuando muchos hablan de que el Presidente tiene que dar un “golpe de timón”, lo que parece que realmente esperan es que el mandatario regrese a la lógica del viejo régimen, el cual se aferra a seguir existiendo en México y en el mundo, considera el coordinador de los senadores de Morena en su publicación.
Señala que hay quienes no se han percatado que el golpe de timón se dio en julio de 2018, y quien lo dirige y en cabeza es el Presidente de la República. Ese cambio se dio a partir de la voluntad y el deseo de millones de mexicanas y mexicanos de modificar la realidad en que vivían, resalta.
Asegura que si este cambio de rumbo no se hubiera dado, y si el titular del Ejecutivo no lo hubiera mantenido con firmeza en estos tiempos de crisis, el pueblo estaría abandonado como en el pasado.
Sin embargo, Ricardo Monreal aclara que ello no quiere decir que se relegue a algún sector. Al contrario, precisa, “se necesita de la cooperación de todos para salir adelante. Seguramente vendrán medidas para apoyar a cada uno”
El legislador recuerda que el sector empresarial mantenía un constante diálogo con el Ejecutivo federal, pero en días recientes parece haberse descompuesto; algo “normal en un ambiente en que la libertad de expresión y el debate de las ideas son los nuevos pilares de la vida pública del país”.
Con el cambio de régimen, nuevas políticas de rescate para superar el reto
En el texto refiere que el anuncio del plan económico y la crisis por Covid-19 se dan en un momento en que el país experimenta un cambio de régimen que implica la reconfiguración de las medidas económicas que se toman para superar un reto del tamaño del que actualmente enfrentamos.
Las estructuras del antiguo régimen -expone- siguen existiendo, y quienes se beneficiaban de ellas se niegan a aceptar que las decisiones se tomen de manera democrática, buscando el bien de la mayoría y no privilegiando intereses.
“Es normal que en tiempos de tormenta los barcos se sacudan, e incluso, algunos integrantes de la tripulación caigan en la tentación de cambiar el rumbo. Es también normal que existan grupos que presionen para que la ruta que se tome sea la misma que en el pasado. Lo que es verdaderamente extraño y poco común es que, a pesar de las embestidas, el timón se mantenga con un rumbo firme, sin desviarse del objetivo que busca alcanzar”, subraya Ricardo Monreal.
El senador de Morena hace un reconocimiento a la actual administración por las acciones encaminadas a reforzar el Estado de bienestar, que durante años fue adelgazado por el mercado, aplicar medidas de austeridad dirigidas al gobierno y no al pueblo, ampliar la inversión pública para generar más empleos, otorgar apoyos al sector informal y a las empresas familiares.
Argumenta que se trata de políticas de rescate que no necesariamente embonan con las ideas de “quienes aún recuerdan con nostalgia cuando el Estado estaba al servicio de la economía neoliberal”.
Mensaje que pasará a la historia
En su opinión, el mensaje del domingo pasado, donde se dieron a conocer dichas medidas, pasará a la posteridad como uno de los informes presidenciales más significativos de nuestra historia. No solamente porque se da en medio de una crisis sanitaria y económica, sino por el encarnizado debate que se ha generado a su alrededor.
“Algo que, lejos de ser malo, es propio de una democracia en la que se respeta la libertad de expresión, pero no por ello deja de llamar la atención la rapidez y la furia con la que reaccionaron algunos sectores de la opinión pública”, aclara.
En su análisis, Ricardo Monreal comenta que las grandes transformaciones del país implican necesariamente un momento de confrontación entre dos visiones, aquella que se resiste a cambiar el statu quo y la que busca construir una realidad más justa y equitativa para las sociedades.
“En tiempos de crisis, como el que atravesamos, estas diferencias se vuelven exponenciales, pues la reacción, de manera incorrecta, pretende utilizar el momento para tratar de reconstruir las ruinas del régimen que está quedando atrás”, alerta.
Hace un llamado al sector privado a fortalecer su consciencia social y al sector público para profundizar las políticas de austeridad. Pone como ejemplo que en otros países empresarios, deportistas, artistas y personas suman esfuerzos para superar el reto del Covid-19, y donan miles de millones de dólares de sus fortunas para fundaciones, hospitales, bancos de alimentos, comprar equipo médico o habilitar salas de cuidados intensivos.
Senado no puede quedar al margen
El senador finaliza su reflexión manifestando que ni el Senado de la República, ni ninguna institución en México, se pueden quedar al margen de esta situación, pues el país necesita de ellos.
“Las personas enfermas y sus familias nos necesitan. Las familias de quienes han perdido la vida nos necesitan. No dejemos solo al Presidente quien, con firmeza, se mantiene fiel al compromiso generado con el pueblo de México”, concluye.
El análisis completo se puede consultar en el siguiente enlace: https://ricardomonrealavila.com/golpe-timon/