“¡Esto es un montaje!”: denunció Monreal: “!Quién chingaos nos sembró micrófonos…”, espetó Xóchitl

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TRAS LA PUERTA DEL PODER

Por Roberto Vizcaíno

De la nada, del aburrimiento de una sesión insulsa, todo cambio.

El Pleno del Senado de la república ayer al filo de las casi 3 de la tarde estaba medio vacío, adormilado.

Por eso cuando Mauricio Kuri y Damián Zepeda tomaron tranquila, parsimoniosamente la tribuna acompañados por una docena de panistas, brincaron las alarmas y todos fueron presas de la expectación.

Bajo la mirada sorprendida, curiosa de Mónica Fernández quien despachaba sin mayores preocupaciones desde su escaño de presidenta de la Cámara la aburrida sesión Kuri sin mas soltó:

“Me acaban de avisar gente del administrativo de mi grupo parlamentario que estábamos siendo espiados… y me acaban de entregar estos micrófonos”.

Y al dicho vino el hecho. El coordinador de los senadores panistas alzó la mano derecha y mostró varios cables y lo que pareció un micrófono de una vieja grabadora, grande y oscuro.

El queretano entregaba así a la Presidenta las evidencias del espionaje, y una carta exigiendo la inmediata intervención del Agente del Ministerio Público que se hiciera cargo de la investigación para determinar quien o quienes estaban detrás del delito.

Avisado del incidente, Ricardo Monreal quién andaba fuera del Pleno, llegó a la carrera para, desde su posición de Presidente de la Junta de Coordinación Política -es decir, el líder político del Senado-, conducir la reacción formal de la denuncia panista.

Repudió el hecho, condenó el espionaje y casi ordenó a la presidenta Fernández dictar un receso para que la Fiscalía General de la Nación que encabeza Alejandro Gertz Manero entrara al Senado a hacer una amplia revisión en todos los despachos, y rincones para ver si sólo los panistas eran espiados o también otros grupos eran víctimas de estos hechos.

Mónica Fernández decretó de inmediato el receso que se supone durará quizá los siguientes 10 días, porque eso de revisar todos los espacios del Senado con expertos antiespionaje, va a ser muy complicado y tardado. Y más si se les ocurre llamar a superexpertos como los del FBI, o los Israelíes o los franceses o alemanes.

Para entonces dentro del salón de Plenos todos cuchicheaban y comenzaban a especular, lanzar las primeras conjeturas, sobre el origen del supuesto espionaje.

Un grupo de avezados reporteros bromeó: ¿Ya viste el micrófono, los cables?, dijo uno a su compañero… Oye son como de esas viejas grabadoras de botones al frente que tiene siglos que desaparecieron, respondió el otro.

Unos más advertían que en estos tiempos de altas y avanzadas, sorprendentes tecnologías, el espionaje se da a través del hackeo de los celulares de las víctimas, y no sólo se escucha lo que dicen sino hasta se obtienen videos.

Algunos más adelantaron otras conjeturas: puede ser una maniobra de Andrés Manuel Para desviar la atención sobre lo que pasará el lunes 9 con el paro de las mujeres… yo creo que esto es una movida de Napito porque no le dejaron sacar su dictamen del outsourcing que penalizaba a los empresarios… no, no, no esta es una maniobra del perverso de Monreal para distraer y retrasar la votación sobre el outsourcing y lo de la marihuana, afirmó con plena convicción otro.

Y así corrieron otra docena de conjeturas de los duchos analistas de banqueta, politólogos de café, émulos de Maquiavelo de bolsillo, que rondamos y nos apoderamos del Patio del Federalismo que es donde todo el Senado coincide de una u otra forma cada miércoles y jueves.

Ahí, a ese patio, llegaron primero Kuri y su tropa panista, para reiterar ante los reporteros, fotógrafos y camarógrafos lo que minutos antes había denunciado desde la tribuna del Senado.

Una frase resumió todo lo que dijeron los panistas: “son chingaderas, no se vale, se acabó la confianza…”

Así, ahí los panistas, quienes fueron acompañados por senadores del PRI y del Verde, ya le imprimieron otro tono al asunto, y dejaron ver que pensaban que el espionaje venía de la 4T, o de Morena, o del Gobierno.

Todavía no desalojaban los blanquiazules el espacio cuando llegó Monreal con los suyos. Ya para entonces el zacatecano andaba caliente. Su instinto y neuronas, le decían que le estaban tendiendo un cuatro.

El también líder de la mayoría de Morena en el Senado, que le da tres vueltas a Kuri en experiencia política y jurídica, acusó al queretano líder de los senadores del PAN de haber roto la “Cadena de Custodia”. Lo hizo cuando arrancó los cables y el micrófono del espionaje.

Recordó Monreal que la práctica penal indica que no se debe tocar nada si se descubre un ilícito de esa naturaleza porque se invalidan y contaminan las pruebas.

Y ya encambronado, con todas las campanas de su experiencia advirtiéndole que los panistas le estaban teniendo una emboscada mediática, el zacatecano dijo a reporteros y senadores: “Vamos a ver el lugar del delito”.

Y sin más emprendió camino hacia las oficinas de Kuri a donde llegó rápido para encontrarse con que no lo querían dejar entrar. Uno o dos gritos y jaloneos después Monreal quedó enfrente de Kuri a quien sin más le dijo:

“¡Esto es un montaje!”.

Lo que siguió fue una bataola, gritos, acusaciones, señalamientos y muchos flashes de fotógrafos y un bullicio de camarógrafos que se acomodaban en el maremágnum dentro del pequeño espacio en búsqueda de lograr la mejor toma.

Para entonces no habían transcurrido ni 40 minutos desde que Kuri había hecho la denuncia ante el Pleno.

Quienes salieron del recinto ya ni se preocuparon por regresar. Era inminente la llegada de los agentes de Gertz, quienes iba a sellar todas las oficinas y espacios del Senado para su revisión.

Todo ocurrió rápido. En forma sorpresiva.

Hacia las 4 de la tarde estaba claro para muchos que la colaboración y buena voluntad alcanzados entre Monreal y los otros coordinadores para avanzar en acuerdos y sacar adelante sin mayores conflictos y encontronazos los dictámenes en curso, había volado por los aires, estaba hecha añicos.

Los señalamientos directos en que acabaron las denuncias y las respuestas de panistas contra morenistas y los aliados de unos y otros, apunta a un período de inestabilidad y cero acuerdos en el Senado.

La obviedad indica que lo que ocurrió la tarde de ayer en el Senado, contaminó ya a la Cámara de Diputados, donde también tendrá que haber una revisión e investigación por parte de la Fiscalía General de la República.

Lo que hagan los expertos investigadores para determinar si el espionaje a panistas es igual para otros grupos de la oposición o de aliados del Gobierno, va a tardar no menos de 10 días.

Por eso hoy el Congreso mexicano es casi seguro que está parado. Una situación inédita en la historia de México.

Un apunte necesario es recordar que hacia fines del año anterior e inicios de este 2020 en la sede del Senado se hicieron amplios trabajos de remodelación y rehabilitación de instalaciones.

Y que al recinto entraron cientos de trabajadores de todo tipo desde albañiles, maestros de obra, ingenieros, arquitectos y técnicos de todo tipo.

Fueron casi 2 meses de un fuerte trajín el cual podría haber sido aprovechado por alguien para sembrar estos equipos de una muy antigua generación de espionaje dentro de las oficinas de Kuri, coordinador de los senadores del PAN.

Cierto, ya lo pensó Usted, esta es una más de las conjeturas que se hicieron ayer entre viejos periodistas. Pero es una que tiene mucho sustento y sentido. Digo yo.

Por lo pronto Ricardo Monreal y los otros coordinadores tienen de nuevo una tarea más para  recobrar sus buenas relaciones y poder sacar adelante los acuerdos que requieren la reformas pendientes: la de la prohibición del doble remolque, la de la despenalización de la marihuana y lo del controvertido outsourcing.

¡Vaya enredo y momento!