Por Javier Ramírez
A casi dos décadas de iniciado este juicio laboral en contra de Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido en el mundo artístico como Juan Gabriel, los herederos del Divo adquirieron un adeudo de más de 63 millones de pesos por el laudo laboral firme radicado en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México (JLCACDMX).
En vida, el cantautor nunca pudo resolver el pleito laboral que entablaron en su contra Carlos Alberto Ríos Ravizzoli y otros ocho empleados; el monto crece y crece cada año que pasa, y los herederos de Juan Gabriel se entretienen con la disputa de la herencia que les dejó su padre.
La defensa de los trabajadores de Juanga ha recurrido a varias instancias para lograr el pago de ese laudo laboral, sin que hasta la fecha se logre el objetivo.
En un documento, el defensor de los trabajadores pide a las autoridades de la JLCACDMX “emitir el auto de ejecución por la cantidad de 63 millones 500 mil pesos, que comprende todas y cada una de las prestaciones que establece el laudo firme, así como los salarios vencidos a esta fecha, debiendo quedar a salvo los salarios que sigan venciendo hasta el total cumplimiento del laudo de referencia”.
Con fecha del 17 de septiembre de 2019, de recibido por la Junta Especial 15, la defensa recuerda a las autoridades laborales que obsequien “favorablemente la petición de girar atento oficio al Juzgado Décimo Cuarto de lo Familiar de la Ciudad de México, en el expediente 1181/2017, que se tramita ante esa autoridad, bajo el rubro de Aguilera Rosales Joao Gabriel vs. Alberto Aguilera Valadez, su sucesión y otros. Precisamente en dicho juicio se le hizo del conocimiento al albacea, Guillermo Pous Fernández, que ante esta H. Junta existe laudo firme, cuyo sentido es condenatorio en contra de Alberto Aguilera Valadez, por lo que deberá de emitirse acuerdo en el que se tenga por notificado de este juicio a dicha sucesión”.
En el documento, la misma defensa pide se giren oficios a Sociedad de Autores y Compositores de México, Sociedad General de Escritores de México, Sociedad de Gestión Colectiva de Intereses Privados y Asociación Nacional de Intérpretes para que se cumpla su mandamiento ordenado por la autoridad laboral.
Como único heredero de la fortuna de su padre, Iván Aguilera debe lidiar con este y muchos otros problemas.
Conforme el tiempo pasa, la cantidad aumenta por concepto de salarios caídos de nueve empleados.
