Aprueban diputados en general y particular dictamen de Ley de Amnistía; va al Senado

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Ciudad de México, México.– Con el voto en contra de la oposición, los diputados aprobaron, en lo general 306 votos a favor, 129 en contra y cuatro abstenciones y particular con 285 votos a favor, 144 en contra y 19 abstenciones, el proyecto de decreto que expide la Ley de Amnistía, y lo remitió al Senado de la República para sus efectos constitucionales.

En lo particular, fueron aprobados por 285 votos a favor, 144 en contra y 19 abstenciones, los artículos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8 en términos del dictamen, así como la adición de dos transitorios, impulsados por la diputada emecista, Martha Tagle Martínez.

Uno de ellos busca que la comisión –que integrará el Ejecutivo federal para coordinar los actos para dar cumplimiento y vigilar la aplicación de la ley- por conducto de la Secretaría de Gobernación, envíe al Congreso de la Unión un informe anual sobre las solicitudes de amnistía recibidas, las resueltas y las pendientes, así como de los supuestos por los cuales éstas se han concedido.

Otro transitorio pretende que en un plazo de 180 días posteriores a la entrada en vigor de la ley, el Congreso de la Unión lleve a cabo una revisión de los delitos a que hace referencia este ordenamiento, con la finalidad de valorar la vigencia de sus elementos configurativos.

Tagle Martínez indicó que el universo de personas que podrán estar en esta condición de ser amnistiados es un número limitado y, por lo tanto, “necesitamos saber la efectividad de la norma y saber cuántas personas siguen en este tipo de procesos”.

Esta ley, agregó, es especial, porque tiene como objetivo atender los problemas que se han generado por muchas personas que están presas de manera injustificada, pero es un ordenamiento que va hacia atrás, “al tratar de atender esas injusticias”.

Lo que se debe de ver es cómo desde el Legislativo resolvemos el problema del futuro y cómo evitamos que esas personas sigan siendo perseguidas, criminalizadas y llevadas a la cárcel de manera injusta.

“Nos parece importante establecernos como una obligación de la Cámara de Diputados, hacer la revisión para actualizar los delitos que han dado origen a esta Ley de Amnistía. Tenemos la obligación de revisar si esas infracciones realmente están generando el problema para que las personas que están siendo procesadas caigan en la cárcel porque están mal planteados los delitos”, añadió.

El dictamen precisa que la ley no se limita a las materias de seguridad pública o de justicia, porque se trata de un asunto que tiene que ver primordialmente con el pacto social mismo y la manera en que se está procurando reconstruir el tejido social.

Representa un paso en la dirección correcta, no sólo para reparar posibles injusticias que se hayan cometido por el sistema penal, sino que es un mecanismo de procuración que ataca las causas estructurales tanto del sistema de justicia penal, como del fenómeno delictivo que sufre México.

En la discusión en lo general, se dijo que el dictamen expide la Ley de Amnistía, en favor de las personas a las que se les haya ejercitado acción penal ante los tribunales del orden federal, por delitos menores, sean grupos vulnerables y no sean reincidentes.

El documento aprobado por 306 votos a favor, 129 en contra y cuatro abstenciones, precisa que los posibles beneficiados de la amnistía deben cumplir con tres condiciones: que la sentencia en firme que tenga el inculpado sea la primera; que no se haya cometido delito de privación de la vida, secuestro o delitos contra la integridad personal y, no se hayan utilizado o empleado armas de fuego.

Los delitos susceptibles son: aborto, que incluye a la mujer que interrumpió el embarazo, a los médicos, cirujanos, comadronas o parteras, practicantes del procedimiento; los delitos contra la salud, por posesión y transporte de narcóticos en los casos que se trate de personas en estado de vulnerabilidad; los cometidos por integrantes de los pueblos indígenas a quienes no se haya garantizado el debido proceso.

Por el robo simple sin violencia y no reincidente; la sedición y delitos políticos, con excepción del terrorismo, y el delito de homicidio por razón de parentesco, cuando el sujeto pasivo sea el producto de la concepción en cualquier momento de la preñez.

El dictamen precisa que no se concederá el beneficio de esta ley a quienes hayan cometido delitos contra la vida o la integridad corporal, salvo lo establecido en el artículo 1 de la Ley de Amnistía, fracciones I y II; ni a quienes cometieron el delito de secuestro, o cuando se hayan utilizado armas de fuego en la comisión del delito.

Tampoco se podrán beneficiar las personas indiciadas por los delitos a que se refiere el artículo 19 de la Constitución Política, o cometido otros delitos graves del orden federal.

El Ejecutivo federal integrará una comisión que coordinará los actos para dar cumplimiento y vigilar la aplicación de la ley. La persona interesada o su representante legal podrán solicitar a dicha comisión la aplicación de la ley. Esta comisión determinará la procedencia del beneficio y someterá su decisión a la calificación de un juez federal para que la confirme.

Las personas a quienes beneficie la ley no podrán ser en lo futuro detenidas ni procesadas por los mismos hechos. La Secretaría de Gobernación coordinará las acciones para facilitar la reinserción social de las personas beneficiarias de esta ley, en términos de la legislación aplicable.

La solicitud de amnistía será resuelta en un plazo máximo de cuatro meses contados, a partir de la presentación de la misma. Transcurrido dicho plazo sin que se notifique su determinación, se considerará resuelta en sentido negativo y los interesados podrán interponer los medios de defensa que resulten aplicables.

En el régimen transitorio se establece que dentro de los 60 días hábiles siguientes a la entrada en vigor del presente decreto, el Ejecutivo federal deberá expedir el acuerdo que crea la comisión. Dentro del mismo plazo, el Consejo de la Judicatura Federal determinará los jueces federales competentes que conocerán en materia de amnistía.

Además, el Ejecutivo federal, por medio de la Secretaría de Gobernación, promoverá ante los gobiernos y las legislaturas de las entidades federativas la expedición de leyes de amnistía por la comisión de delitos previstos en sus respectivas legislaciones que se asemejen a los que se amnistían en esta ley.

Al fundamentar el dictamen, la secretaria de la Comisión de Justicia, diputada Claudia Pérez Rodríguez (Morena), expresó que el documento deriva de una iniciativa del titular del Ejecutivo y atiende uno de los reclamos más sentidos del pueblo de México, que es la justicia.

La amnistía, expuso, es un instrumento del Estado que ejerce a través del Poder Legislativo, cuya pretensión y alcance es olvidar la acción que la ley asume como delictiva y que se les atribuye a determinadas personas para que puedan reintegrarse a la sociedad, lo que permite dar por terminados los procesos sin que hubieran fallado, que queden sin efectos las condenas.

Mencionó que la misma debe ser delimitada y de manera concreta debe establecer cuáles son las conductas delictivas a considerar, así como las cualidades a las personas a las que se dirige. Por ello, se establecen casos muy específicos “que no tienen nada qué ver con acciones delictivas en las que se emplearon armas o se produjeron actos violentos, ni mucho menos cuando acontecieron con la intervención de grupos criminales”.

El Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario que elaboró el Inegi en 2019, reveló una relación íntima entre pobreza e injusticia, entre marginación y no acceso a la misma, así como los excesos cometidos a millones de personas, que se encuentran privadas de su libertad y condenadas por delitos menores, muchas veces provocados por el hambre, la pobreza, la marginación, la desigualdad, siendo una constante la baja escolaridad y el analfabetismo, el pertenecer a comunidades originarias o pueblos indígenas, máximo cuando los justiciables son mujeres o jóvenes.

Pérez Rodríguez destacó que este documento considera el delito de aborto y va dirigida a todas las mujeres que han sido víctimas. Respecto de los delitos contra la salud, en la modalidad de posesión, como sujetos activos, están las mujeres obligadas a transportar drogas, bajo la amenaza o influencia de su pareja.

Argumentó que la ley tiene que ver con los hechos concretos que ya acontecieron. Por consiguiente, “la amnistía o perdón es una solución de equidad para menguar la justicia penal, máxime cuando surgen aberraciones cuyo factor determinante lo originan las circunstancias políticas, económicas y sociales”.

Este dictamen, aseguró, brinda la oportunidad para restituir en sus derechos a muchas personas que han sido víctimas de un sistema corrupto y desigual. Además, pidió no mal informar a la población, pues la ley se refiere a hechos que no son violentos y casos específicos, en donde debe imperar la justicia.

Por la Comisión de Gobernación y Población, su presidenta, diputada Rocío Barrera Badillo (Morena), señaló que la ley es uno de los proyectos más emblemáticos del país, porque abona a la recomposición de la relación entre la ciudadanía y el gobierno, a partir del reconocimiento de que el Estado en ocasiones ha cometido violaciones al debido proceso y, otras tantas, se ha victimizado a personas que se encuentran en vulnerabilidad, ya sea por su situación de pobreza, grupo étnico al que pertenece o por su género.

Se plantea un acto de reconciliación en la búsqueda de la paz justa y verdadera de la que México urge. Con la ley, se asume la intención del Estado de abonar a una visión punitiva en temas que definen su arreglo con la ciudadanía; considera viable y trascedente adoptar un enfoque de reinserción en cuestiones que tienen que ver más con la vulnerabilidad que lacera a las comunidades que con una intención delictiva dolosa.

También reconoce que el Estado no asumió en el pasado su composición pluricultural, al no garantizar que en los juicios promovidos contra integrantes de pueblos y comunidades indígenas se respetarán las garantías del debido proceso.

Barrera Badillo mencionó que el documento facilitará la procuración de justicia y reducirá la carga de trabajo de los tribunales en lo que hace a delitos que no dañan gravemente a la sociedad, permitiendo enfocar los esfuerzos a los que sí generan un impacto profundo en la seguridad.

Se constituirá como un instrumento de protección a grupos vulnerables para convertirlo en un instrumento de pacificación nacional, pues la Ley de Amnistía será también un modelo para las entidades federativas que decidan replicar este esfuerzo.

“Se debe considerar como parte de la estrategia de justicia y seguridad, abonando a que el combate del fenómeno delictivo se centre en la persecución y castigo de los delitos que mayor afectación generan a los bienes jurídicos que tutela el Estado y pone el acento en las personas”.

Relató que se celebraron tres foros de parlamento abierto, en donde se presentaron un total de 68 ponencias. En éstas sobresalió la necesidad de contemplar no sólo el delito de aborto, sino el homicidio en razón de parentesco cuando se relacione con la interrupción del embarazo.

Para lo particular se reservaron los artículos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8 del dictamen con proyecto de decreto que expide la Ley de Amnistía.