Análisis a Fondo
La detención de García Luna puso a temblar al grupo
Lodazal de sobornos más profundo de lo que se creía
Por Francisco Gómez Maza
La noticia conmovió al mundo y puso sobre aviso al hampa de cuello blanco, esa dedicada al muy productivo negocio del atraco y del asalto a las arcas nacionales.
Muchos, encabezados por Felipe Calderón, el ex presidente que le declaró la guerra a los grandes ejércitos del narco (como de mentiritas) inmediatamente se pusieron a temblar como tiembla mi Jami cuando sabe que lo voy a regañar porque se orinó donde no era el lugar para orinar.
Dicen los ateos que no existen ni el cielo ni el infierno. Que todo lo injusto que uno hizo se paga aquí en la Tierra. También dicen en mi terruño que a cada santo se le llega su día y a cada capillita su fiestecita. Y Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, indudablemente de que tiene que dar muchas explicaciones al agente del Ministerio Público en Nueva York, aunque fue arrestado este martes 10 de diciembre en la ciudad de Grapevine, Texas, acusado de corrupción.
Cuánto me acordé del reporte que Alan Feuer publicó el pasado 3 de enero en el New York Times: “No es un secreto que los cárteles mexicanos de la droga han corrompido, durante décadas, a las autoridades con dinero sucio. Sin embargo, a pesar de lo grave de la corrupción, el juicio en Nueva York de Joaquín Guzmán Loera, el capo de la droga conocido como el Chapo, ha sugerido que el lodazal de sobornos es mucho más profundo de lo que se pensaba.”
“En dos meses de testimonios, se ha relatado que casi todos los niveles del gobierno mexicano están involucrados en el narcotráfico: custodios de las prisiones, funcionarios de aeropuertos, policías, fiscales, tasadores de impuestos y personal militar han estado involucrados, según testimonios.
“Un general retirado del ejército, Gilberto Toledano, fue acusado hace poco de recibir pagos de 100.000 dólares para permitir el tráfico de drogas a través de su distrito.
“Incluso se sospechó que el arquitecto de la guerra del gobierno contra Guzmán y sus aliados —Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública— recibió portafolios llenos de efectivo proveniente del cártel.
Entonces, mientras son peras o son manzanas, las autoridades aprehendieron al ex colaborador en materia de seguridad del entonces presidente Felipe Calderón, quien pretendió, una vez conocida la noticia de la detención de uno de los más burdos productores de series policiacas (convirtió la actividad policiaca en actuación de televisión “extrema”) mostrarse sereno y tranquilo y respetuoso de la ley, pero pareciera que hasta aquí llegó y lo mejor para él seria retirarse de la actividad política. Porque probablemente no sea detenido ni por la policía mexicana ni por la policía del Departamento de Seguridad de Estados Unidos, pero no podrá desembarazarse del desprestigio y de la vergüenza. (Si yo fuera él, me iría a Chile o Brasil, con gobiernos de ultraderecha, o me refugiaría en la casa de Juan Guaidó, el fracasado opositor de la revolución bolivariana, o de perdida viajaría a las islas Fidgi para que nunca nadie supiera más de mí, vencido por la vergüenza… No vaya a ser el diablo.
Aquí va la imagen del Twitter de Calderón