Ciudad de México, México.– Por sus investigaciones, labor docente, difusión de la geografía del turismo y contribuciones sobre cómo esa actividad se inserta en diferentes lugares del país y el mundo, Álvaro Sánchez Crispín, investigador del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, obtuvo el Premio Nacional a la Investigación Turística 2019.
“La distinción es para el Instituto de Geografía, para la UNAM, pero sobre todo para la ciencia geográfica nacional, que se piensa como una disciplina sin utilidad, sin trascendencia”, dijo el universitario, oriundo de Guerrero.
El galardón, que otorga la Academia Mexicana de Investigación Turística (AMIT), se entrega en este caso por más de cuatro décadas de trabajar en esta línea de estudio y por el tipo de indagaciones emprendidas en el IGg. “Pero esta tarea no ha recaído sólo en mí, y en los últimos años hemos mirado a otros lugares de América Latina”, remarcó.
Geografía del turismo
Se cree que la geografía del turismo señala un destino turístico favorito, pero en realidad implica analizar el escenario natural y la población local (elementos del territorio), y su relación con el paisaje, y a partir de ahí se perfilan o configuran estructuras, que finalmente se representarán en un mapa, definió Álvaro Sánchez, también acreedor al Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos en 1994, y Premio Universidad Nacional 2018.
Subrayó que es equivocado creer que cualquier lugar puede tener actividad turística. Contar con un río, volcán, zona arqueológica o cultura gastronómica no necesariamente originará una dinámica turística.
“Para que haya sostenibilidad tiene que concurrir una serie de elementos: promoción, financiamiento, mejoría de la infraestructura y capacitación”, advirtió el universitario, posdoctorado en Geografía Económica por las universidades de Joensuu y Helsinki, Finlandia
Ser sostenible es un proceso que perdurará a lo largo del tiempo, no modificará drásticamente el entorno, será amable con la población y los recursos; el turismo sostenible no incluye al turismo masivo de playa, modelo dominante en el mundo, porque esa modalidad con el tiempo sí tiene efectos negativos sobre el uso del agua y el manejo de los desechos, indicó el también merecedor de las medallas al Mérito Académico “Benito Juárez” e “Ignacio Manuel Altamirano”, de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística,
Al referirse a los pueblos mágicos, expuso que sólo representan una etiqueta política para que los municipios se hagan de recursos económicos.
“Es un programa federal que tuvo un interés o una finalidad loable, pero no hay fundamentos ni criterios sólidos para decidir la designación. No es garantía de nada, porque si vas a un pueblo mágico lo que se encontrará es bebida y ruido, lo mágico debería de ser más trascendental, una experiencia de vida natural”, concluyó Álvaro Sánchez Crispín.
