Ciudad de México, México.– Desde 1996, las Jornadas Quirúrgicas Bienestar (JQB) del programa IMSS-Bienestar han beneficiado a más de 66 mil personas de comunidades rurales e indígenas con cirugías de cataratas, corrección de malformaciones, traumatismos, quemaduras y atención a enfermedades como cáncer de mama y cervicouterino.
La finalidad de estas jornadas es poner a disposición de la población de zonas rurales marginadas servicios médicos de alta especialidad, a través de doctores del régimen ordinario, quienes participan en forma voluntaria y altruista, explicó el doctor Felipe Cruz Vega, jefe de la División de Proyectos Especiales en Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Lo que ahora es IMSS-Bienestar estuvo dirigido por unos médicos que en alguna ocasión se quedaron en una población rural de Chiapas. Vieron la necesidad de operar a algunas gentes de cataratas, a muchos niños con labio y paladar hendido, reunimos a nuestros amigos de hospitales de alta complejidad y yo pensé: vamos dos o tres ocasiones y resolvemos los casos. Nos dejó tan satisfechos que ya llevamos 23 años haciendo esto”, relató.
Informó que de 1996 a septiembre de 2019 se han realizado 438 JQB, en las que han sido valorados 237 mil 905 pacientes y se han realizado 66 mil 612 procedimientos quirúrgicos.
Asimismo, dijo que en lo que va del 2019 se han realizado 23 jornadas de 30 programadas (más del doble que en años previos). Hasta el momento se han valorado 11 mil 688 pacientes, con un total de 5 mil 325 procedimientos quirúrgicos, en 14 entidades del país.
Cruz Vega detalló que estas JQB permiten hacer frente a los rezagos de salud en la población de escasos recursos que es susceptible de intervención quirúrgica en las especialidades de ginecología oncológica, cirugía reconstructiva, urología, cirugía pediátrica, ortopedia y oftalmología.
En la reciente Jornada Quirúrgica Bienestar realizada en San Quintín, Baja California, se atendió con éxito el caso de la jornalera María Luisa Arias García. “Ella tenía un tumor, afortunadamente benigno, pero que crecía, que le deformaba la cara, que le hacía sentir complejos de inferioridad”, comentó Cruz Vega.
Se extirpó el tumor, se mandó a estudiar todo a patología y felizmente a ella solamente le quedó el recuerdo, el dejar su complejo y una mínima cicatriz”, refirió el especialista del Seguro Social.
“Andaba trabajando limpiando chícharo, no me fijé al salir y me golpeé con la tranca del palo y fue cuando me salió el grano. Sentía feo porque me miraba el ‘chipononon’, tenía como 5 años con el paño en la cabeza, si no me ponía paño no estaba a gusto, tenía que ponerme mi pañuelo”, narró la jornalera de San Quintín.
“Estoy muy agradecida porque me lo quitaron y porque ya veo bien. Hicieron mucho ellos por mí también”, concluyo doña María Luisa Arias.
El jefe de la División de Proyectos Especiales en Salud señaló que el trabajo de los especialistas es constante, ya que mientras esperan para realizar cirugías hacen valoraciones y consultas, o se dedican a la capacitación del personal médico y de enfermería de la localidad.
Recalcó que cada jornada implica una gran movilización institucional de recursos humanos, tecnológicos y materiales, y cuenta con la participación de los voluntarios de IMSS-Bienestar en las comunidades, quienes identifican y derivan a los pacientes.
De esta forma, llevar la fuerza humana y tecnológica del IMSS ha sido como llevar al Instituto hasta su propia comunidad, en forma totalmente gratuita, precisó el doctor Felipe Cruz.
Añadió que existen todavía muchas áreas en el país en las que es difícil que se vean favorecidas por la medicina de alta complejidad, sobre todo donde viven indígenas y campesinos.
“Las Jornadas Quirúrgicas Bienestar han venido a cubrir esa necesidad de llevar la medicina de alta complejidad a donde están ellos”, subrayó el jefe de la División de Proyectos Especiales en Salud.