Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Morena y sus aliados (PT, PES y Verde) se alinearon ayer con la oposición integrada por PAN, PRI, PRD, MC y el Pleno del Senado, por primera vez al menos que yo recuerde dentro de los últimos 50 años, regresó la llamada Miscelánea Fiscal o Ley de Ingresos a la Cámara de Diputados con 10 cambios a disposiciones que los senadores consideraron afectaba gravemente al campo, a la producción de alimentos básicos, la industria automotriz, el turismo, a los migrantes mexicanos, al sector de nuevas tecnologías digitales.
En un intento por parar la rebelión senatorial anti-ley de Ingresos, diputados encabezados por Alfonso Ramírez Cuellar, presidente de la Comisión de Presupuesto de San Lázaro, llamaron a sus compañeros senadores e inundaron las redes sociales con su exigencia para que el dictamen aprobado por los Diputados fuese aceptado y avalado tal cual por los senadores.
Sin embargo en la cámara alta prácticamente no hubo ningún senador que no tuviera un cuestionamiento a ese dictamen.
Y bajo el principio de que “nosotros sí escuchamos a los sectores”, y de que “vamos a cumplir nuestras promesas”, el zacatecano Ricardo Monreal, líder de la mayoría de Morena y Presidente de la Junta de Coordinación Política encabezó el rechazo a 10 puntos del dictamen aprobado por los diputados por considerar que imponían nuevas cargas fiscales, o las aumentaban excesivamente, y por lo tanto eran lesivos para diversos sectores en México.
Algunos como la pretensión de imponer el cobro al agua para agricultores, campesinos y ejidatarios, amenazaba, dijo, con afectar la producción de básicos.
Bajo estos principios se modificaron entonces 10 puntos del dictamen de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2020; la Miscelánea Fiscal; Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, y la Ley Federal de Derechos.
Entre las modificaciones advertidas por Monreal está la adición de un transitorio a la Ley de Ingresos de la Federación, respecto a convenios de adeudo del IMSS para que dichos adeudos a cargo de las entidades sean regularizados mediante un convenio de pago en parcialidades.
Y así se echa atrás la regularización de los llamados “autos chocolates” que iba a abrir la puerta de miles de vehículos chatarra de origen estadounidense que afectaría a la industria automotriz.
De igual forma se rechazó imponer impuestos por el uso, goce o aprovechamiento de aguas nacionales en el sector agrícola y no se permitió imponer un alza en las tasas de retención aprobadas por los diputados por ser elevadas y podrían incrementar el pago del ISR a los contribuyentes.
Otro punto que se echó abajo fueron los convenios a adeudos estatales al IMSS y se sugiere que estos adeudos al IMSS sean cubiertos por las entidades en parcialidades.
Se eliminó la modificación propuesta por los diputados a los artículos 8, fracción i, y modifica los artículos 12, primer párrafo y 18-a primer párrafo de la ley federal de derechos porque, afirmaron los senadores, los montos aprobados por los diputados, afectan a migrantes y el sector turístico.
En fin, estos y otros puntos fueron discutidos ampliamente por los senadores para al final modificar de fondo el dictamen de la Miscelánea Fiscal enviado por los diputados, y por lo tanto regresarlo a San Lázaro para un nuevo debate y otras modificaciones.
Una rebelión de la cual yo no recuerdo nada similar en el Congreso Mexicano.
Si hubiera pasado como quería Ramírez Cuellar, México podría haber vivido pronto momentos de insurrección e irritación social como los que hoy vemos afectan a Chile, Bolivia, Argentina, Venezuela otros países.
Sin duda hay que destacar la sensibilidad de Ricardo Monreal y sus compañeros coordinadores, y el resto de los senadores para evitarlo.
En el fondo, aunque parezca que el golpe del Senado de ayer fue para el proyecto de Ingresos de Andrés Manuel López Obrador, creo que fue al contrario, fue para evitarle al presidente y a México una ola de protestas de sectores esenciales como el campo, por la imposición de gravámenes al agua y por el aumento de impuestos como el ISR.
FIN DEL “OUTSOURCING” EN MÉXICO
Acompañado por el senador Germán Martínez, expresidente del PAN y hoy senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia, líder nacional de los mineros y presidente de la Comisión del Trabajo del Senado, anunció ayer una iniciativa para reformar a fondo el concepto del “outsourcing” en México, que no sólo provoca una evasión fiscal impresionante, sino que impide que cientos de miles de trabajadores registren cuotas para su pensión e impiden que las empresas coticen lo que corresponde al IMSS.
En conferencia de prensa, Gómez Urrutia explicó que tal como opera hoy, el “outsourcing” significa una evasión fiscal cercana a los 500 mil millones de pesos y la aplicación de una argucia administrativa que encubre una actuación no solo ilegal sino abiertamente delictiva.
Explicó que las grandes, medianas y pequeñas empresas acuden a este mecanismo de subcontratación para evitar responsabilidades ante el IMSS, el sistema de pensiones y con ello evaden incluso la justicia laboral ante sus trabajadores.
Las empresas de “outsourcing” simulan que los trabajadores no son parte formal de la empresa en la que realmente laboran, y generan artificialmente una relación laboral que afecta al Fisco Federal con la expedición de facturas simuladas.
En su propuesta Gómez Urrutia resalta la creación de un Registro Nacional de Empresas de subcontratación, que pondrá fin a que las grandes empresas trasladen sus obligaciones a otras pequeñas, las que a su vez reportan utilidades mínimas.
Propone además que las autoridades laborales elaboren una serie de normas que permitan certificar a las empresas que subcontratan, además de crear un sistema de gestión para verificar el cumplimiento de la ley.
Su iniciativa busca reformar los artículos 15-A, 15-B, 15-C, 15-D, 15-E y el 1004-C, de la Ley Federal del Trabajo y los artículos 5A y 12 de la Ley del Seguro Social.
Por todo eso y más espera que su iniciativa sea aprobada antes de fin de este año, para reformar y adicionar las leyes Federal del Trabajo y del Seguro Social en materia de subcontratación laboral denominado como “outsourcing”.
Gómez Urrutia indicó que esta reforma daría fin a la práctica mediante la cual los trabajadores son burlados en sus derechos por los empleadores.
Indicó que durante los tres últimos sexenios -el de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox– los operadores del “outsourcing” se transformaron en abiertos “grupos delincuenciales que con esos esquemas ilegales de subcontratación esquilmaron a los trabajadores, a instituciones como el IMSS, al sistema de pensiones y al sistema tributario de México”.
En el sexenio de Peña Nieto, agregó, hubo una abierta complacencia con de esta actividad criminal que impacta los derechos laborales, la sindicación, los derechos de seguridad social, y que además impactó negativamente al Fisco Federal y al Instituto Mexicano del Seguro Social.
Se buscará, dijo, que los empresarios se regularicen en los siguientes 9 meses.
