Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Sobre Ricardo Monreal y Mario Delgado recaen hoy -al menos-, 3 pesadas responsabilidades:
- Tramitar en el Senado y San Lázaro con la menor rispidez y efectos negativos -sobre todo en los mercados financieros y la sociedad civil-, la glosa sobre el primer informe del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
- Sacar adelante los Presupuestos de Ingresos y Egresos para 2020 como los quiere usted ya saben quién, y:
- Sumado a lo anterior, las muy cuestionadas reformas constitucionales en curso: las leyes secundarias de la nueva reforma educativa; la revocación de mandato y una serie de reformas de fondo para rediseñar al Poder Judicial de la Federación, comenzado por la Suprema Corte.
Monreal y Delgado, cada uno con las mismas posiciones dentro de su respectiva cámara, no sólo van a tener que negociar y ceder algo a sus opositores, para poder satisfacer a su poderoso y más caprichoso líder político, sino verdaderos malabares legislativos para alejarse de la antidemocracia.
La glosa -según la enciclopedia de la lengua: explicación o comentario, que se añade a un texto especialmente difícil de entender– deja en evidencia las fallas e insuficiencias del gobierno, y es un foro natural para el fortalecimiento de las oposiciones.
Es inocultable que grandes sectores están irritados con AMLO. Y que la malquerencia crece.
Los recortes a presupuestos, la caída en el campo es más que grave, la desaparición de instituciones, el hundimiento económico, el desempleo y los despidos locos, el comienzo a ver disminuidos el abasto de bienes esenciales, de no poder ya acceder a servicios, el fin de la confianza ciudadana hacia quien se decía “el rayito de esperanza” advierte conflictos y rompimiento sociales insospechados.
El crecimiento de la violencia y las ejecuciones son un tsunami. Nunca habíamos estado tan mal. Y no se ve programa o política que pueda enfrentarlos.
El panorama no es bueno.
Y peor se va a poner cuando Monreal y Delgado, presidentes de sus respectivas juntas de Conciliación Política y líderes de las mayorías de Morena en el Senado y San Lázaro tengan que explicar a los mexicanos los severos recortes preanunciados en cada rubro.
No hay forma. Estamos ya en menos cero -por aquello de la inflación y la ausencia total de inversiones-, y sin crecimiento no hay ni bienestar ni seguridad o futuro alguno.
A un año de iniciado, el gobierno de López Obrador ya no pude seguir echándole la culpa al pasado. Todo hoy es su responsabilidad. Y no hay obra alguna realizada. Todo está parado, pero los efectos del desplome del sector de la construcción son brutales. Ni que decir lo que pasa en los medios de comunicación. Esenciales para la defensa de los derechos humanos y la democracia.
Hay poblaciones enteras secuestradas y bajo el dominio de cárteles, cuyos sicarios se pasean en caravanas de vehículos rotulados con las siglas de su organización. La feria de descuartizados y colgados de puentes no tiene precedentes. El asalto de restaurantes de lujo o simples changarros de tacos para rafaguear comensales se ha convertido en cosa diaria.
En este contexto no sólo no hay espacio para la felicidad y la alegría de los ciudadanos de que se ufana el tabasqueño de Palacio Nacional, sino que es el principal impedimento para que haya inversiones, y todo lo que eso genera.
Mal, pues, la convergencia en este momento de la glosa y del debate del Paquete Económico.
Ricardo Monreal tiene de su lado -según lo ha revelado-, al Santo Niño de Atocha, pero a Mario Delgado no se ve que ni la Virgen de Guadalupe lo pueda sacar delante de este trance.
¿APOYA AMLO A SALMERÓN?
La verdad es que pocos recordaban ya el asesinato de don Eugenio Garza Sada, ocurrido el 17 de septiembre de 1973. Quizá su familia. Hace mucho esa efeméride dejó de ser motivo de actos públicos.
Hoy, inesperadamente, seguro volverá a ser el motivo de reclamos y desagravios. Y es que, ya sabe Usted, nunca falta un pendejo -cito a Facundo Cabral– que como Pedro Salmerón se le ocurra postear en Facebook algo como esto:
“… de modo que cuando un comando de valientes jóvenes de la Liga Comunista 23 de Septiembre intentó raptarlo, se desató una balacera en la que perdieron la vida Don Eugenio y sus escoltas, Bernardo Chapa y Modesto Hernández, y dos de los guerrilleros”.
Por supuesto que Salmerón -hasta hace horas director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones (neta, para que chingados sirve eso… ¿no sería mejor darle ese presupuesto a las estancias infantiles?)-, habla de don Eugenio Garza Sada, quien en aquel México gobernado por Luis Echeverría no sólo era uno de los hombres más ricos del país, sino creador de instituciones como el TEC, y sin duda cabeza del poderoso Grupo Monterreyy como tal líder de la IP nacional.
Su asesinato provocó un profundo cisma entre el Capital y el Poder Político, que quizá nunca fue subsanado.
Calificar de “comando de valientes jóvenes” a quienes asesinaron hace 46 años al empresario de 81 años de edad, por un funcionario del régimen de Andrés Manuel López Obrador -quien no se cansa de calificar a los empresarios del nivel de Garza Sada como “la Mafia del Poder”, y señalarlos como corruptos neoliberales, creadores de fortunas al amparo de la corrupción, etc, etc-, no sólo es une tremenda estupidez.
No haberlo cesado a Salmerón de inmediato, representó un desafío de AMLO no sólo a la IP de México, sino a todos quienes tienen inversiones en este país.
De ahí que entre los cientos de quienes reaccionaron ante el texto de Salmerón exigiendo disculpas y sanciones, destaque el reclamo de presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, quien antes que nada le pide un deslinde a López Obrador.
¿Está de acuerdo el Presidente de México con lo que dijo Salmerón de quienes asesinaron a Garza Sada?
En medio de este sainete un silencio que llama mucho la atención sobre el texto de Salmerón es el de Alfonso Romo, importante empresario de Nuevo León y poderoso jefe de la Oficina de la Presidencia. ¿Qué onda, apoya lo que dice Salmerón de quienes mataron a Garza Sada?
Y, bueno, ni qué decir del vasto y ominoso silencio de quienes forman el primer nivel de la 4ta Transformación, especialmente de Ricardo Monreal, Mario Delgado y doña Mónica Fernández, todos ellos de Morena.
Una enorme roca más al vaso ya casi lleno de agravios al capital mexicano.
PARA ERRADICAR LA INEQUIDAD JUDICIAL
Y ya que andamos en estas, le informo que el senador Monreal presentará una iniciativa que busca erradicar la práctica judicial conocida como “alegato de oídas”, que no es otra que la que practican con intenciones y resultados oscuros los jueces y los abogados de inculpados, al reunirse en privado y hablar sin testigos de sus casos.
Por ello el líder de la mayoría de Morena en el Senado, y presidente de la Junta de Coordinación Política, doctor en Derecho Constitucional por la UNAM, va por una reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y a la Ley de Amparo, para que se prohíba esta práctica.
“Es parte de nuestro compromiso por impulsar un sistema de procuración de justicia que garantice a los ciudadanos procesos imparciales, donde no tengan cabida manejos irregulares que se realicen en la oscuridad y tiendan a generar sentencias a modo de una de las partes”, afirma el zacatecano.