Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Porfirio Muñoz Ledo renunció a su reelección en la presidencia de San Lázaro.
Y con ello echó abajo la reforma que pretendía ser aprobada en Fast-Track por un importante grupo de diputados de Morena encabezados por Dolores Padierna para garantizar su permanencia en el cargo hasta agosto de 2021.
Luego de un breve discurso de apenas 8 minutos, reiteró su voluntad de seguir siendo un referente en la lucha democrática del país.
Todo a partir de ese momento fue una fiesta y el grito de un “Porfirio… Porfirio… Porfirio” recorrió el salón del Pleno.
El primero en hablar luego del anuncio de Porfirio, fue Mario Delgado quien le agradeció su congruencia y su decisión que apoya el avance y consolidación de la 4T del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Juan Carlos Romero Hicks, del PAN indicó que con su decisión demostró ser un hombre de Estado y le expresó su respeto y admiración.
Gerardo Fernández Noroña por el PT le dijo que con su decisión muestra su grandeza y arremetió contra la oposición.
Mónica Piña del PRD le reconoció como un hombre de Estado.
Arturo Escobar y Vega del Verde, se sumó al reconocimiento general.
René Juárez del PRI, le indicó que los priístas nunca dudaron de su congruencia, sino del método.
Previamente, a lo largo de 8 horas de debate, decenas de diputados del PAN, PRI, MC y PRD pasaron una y otra vez por la tribuna de san lázaro para pedir, suplicar, razonar, exigir echar atrás la “Ley Porfirio”.
Esa iniciativa que iba a ser votada en fast-track buscaba garantizar la permanencia de Muñoz Ledo y de Dolores Padierna en la presidencia y vicepresidencia de San Lázaro hasta agosto de 2021.
Durante 8 horas los diputados de la oposición se estrellaron una y otra vez ante el no de una muralla parlamentaria formada por la mayoría de Morena.
Fueron muchos los argumentos e innumerables las ofensas proferidas entre unos y otros, entre las cuales sobresalieron al menos uno o dos planteamientos reales, de los que se podrían calificar de Estado.
Uno de ellos fue el de la diputada Dulce María Sauri.
Ella advirtió: El día de hoy es un día que se guardará en la memoria indeleble del Congreso mexicano. Hoy, la Cámara de Diputados enfrenta una disyuntiva histórica: o se consolida en el pluralismo y la democracia interna, o se da paso a una regresión autoritaria de final impredecible.
“Este día se cierran dos grandes ciclos históricos. Se cierra un ciclo de 40 años, iniciado en 1979 con la expedición de la primera Ley Orgánica del Congreso, surgida de la reforma política de 1977, que permitió a los partidos de izquierda llegar al Poder Legislativo.
“Y se cierra otro ciclo de 20 años surgido de la Ley Orgánica de 1999, nacida de la histórica LVII Legislatura que se instaló en 1997 y que desde entonces se ha conocido como la Legislatura de la pluralidad.
“Este año, 2019, debería servir de marco para la conmemoración de estos dos grandes momentos en la historia de la transición de México a la democracia, pero quedará para el futuro como referente de una grave regresión en la historia del Congreso mexicano. En ello hay al menos dos hechos muy lamentables.
“Es lamentable que la izquierda política, aquella que desde 1968 de manera sostenida luchó por la democracia; aquella que irrumpió en la Cámara de Diputados en 1979, hoy sea la izquierda que desde el poder decide caminar en sentido contrario a su lucha histórica; que sea esa izquierda que decide cerrar el paso a la pluralidad.
“Es lamentable también que estando presentes en esta Legislatura actores y actoras destacadas y relevantes en esos momentos históricos, lejos de ser ejemplo vivo de aquellas luchas por la democracia parlamentaria, hoy se hayan convertido en restauradores de un régimen de partido prácticamente único y de gobierno de un solo hombre.
“Restauración del presidencialismo omnipotente y autoritario, cuyo declive a partir de 1968 había obligado… Perdón, 1988, había obligado a todas las fuerzas políticas del país, sin excepción, a construir un nuevo sistema político que desde entonces fue cada vez más abierto, más democrático, más institucional y más plural. Y así lo fue hasta hoy.
“Es lamentable que se construya un discurso de falsedades para justificar el avasallamiento ilegal, antidemocrático e inmoral en este Congreso.
“Pero la historia no la hacen sólo ustedes, la historia la hacemos todos los que aquí estamos y muchos más que no están. Y el registro de la historia está ahí y ahí seguirá para que en el futuro que viene, como nosotros hoy, podamos comprender la gravedad del momento que vivimos”.
En este punto, al dar una respuesta una pregunta del diputado Elías Lixa, subrayó:
“… es de preocupación, y con base en eso señalo que el día de hoy sí estamos en presencia de una decisión histórica para este Congreso y para el rumbo del pluralismo de México.
“A veces con ligereza, diputado, afirmamos que estamos en coyunturas históricas, pero hoy creo que no exageramos en absoluto, la disyuntiva es clara: o nos vamos por el pluralismo y el respeto a las minorías en este Congreso, pero en todo el mundo político y en la administración, y justamente recuerdo que ese era el argumento que descalificó sistemáticamente el grupo de izquierda cuando en 1979 por primera vez, por la figura de la representación proporcional hubo una presencia de diputados de la izquierda mexicana.
“No son argumentos de una sociedad moderna y plural el negarse a reconocer a las minorías. Ha sido una lucha de muchos años y no solo las minorías políticas, también las minorías por preferencias sexuales, las minorías por el idioma que hablan, las minorías por el color de su piel. Todo esto ha sido una lucha de reconocimiento de la pluralidad, que hoy se pretende desconocer simplemente por una coyuntura de naturaleza política”.
LOS ARGUMENTOS INFLUYERON
Durante la mañana, desde el Senado, Ricardo Monreal había pedido a sus compañeros diputados de Morena no aprobar la que entonces ya se denominaba como la “Ley Porfirio”.
Y, ante el conflicto que ya afectaba a la Cámara de Diputados el zacatecano les pidió “agotar todo el diálogo posible, antes de actuar de manera legislativa”, pues de lo contrario “nos pueden involucrar en un conflicto que no es nuestro”.
Indicó que la posibilidad de que la Ley Orgánica de la Cámara de diputados fuese aprobada en forma inmediata y directa “preocupa al presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado”.
No construir acuerdos con las demás bancadas, les indicó, representadas en la Cámara de Diputados, implicará la posibilidad de una “parálisis legislativa, que no merece el pueblo de México: deberíamos estar platicando y no amenazándonos “.
Y dijo que, sin culpar a nadie, la falta de diálogo, la falta de encuentros y la imposibilidad de sentarse para resolver un problema que es fundamental para el país –y que no puede paralizarse el Congreso–, es la falta de capacidad de todos los dirigentes para ponernos de acuerdo: “están equivocados todos, pues en lugar de ir al diálogo, van a la confrontación.
Al final Porfirio Muñoz Ledo solucionó todo con su renuncia a insistir en su reelección.