Ciudad de México, México.– La creciente necesidad de emitir menos contaminantes a la atmósfera ha puesto en el panorama de movilidad a los autos eléctricos, que en comparación con los convencionales representan un ahorro económico de 67.5 por ciento en el consumo de energía (gasolina y electricidad).
Los proyectos de movilidad eléctrica serían viables, no sólo por el ahorro económico, sino como un plan de uso eficiente de energía”, afirmó Germán Carmona Paredes, investigador del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM.
Si bien es cierto que la recuperación de la inversión en un vehículo eléctrico es a menor plazo si se destina al transporte público, esto no significa que los particulares no se beneficien también de esta nueva tecnología.
Por ejemplo, en la Ciudad de México los taxis transitan diariamente entre 150 y 200 kilómetros, mientras que los particulares 40 kilómetros. Aquí un auto sedán rinde 10 kilómetros por litro de gasolina, con una inversión de 20 pesos, y ese mismo tramo con uno eléctrico costaría 6.50 pesos.
“Esa diferencia de 13.5 pesos hace financieramente viable, a corto o mediano plazo la movilidad eléctrica”, explicó.
Sin embargo, el universitario reconoció que el reto en la CdMx para transitar a una ‘movilidad verde’ no es simple, pues aunque el costo por kilómetro recorrido de los eléctricos representa la tercera parte de un carro de gasolina, el precio del primero es 70 o 100 por ciento mayor que uno de combustión interna.
Con más de 25 años en el desarrollo de vehículos eléctricos e híbridos, Carmona Paredes reiteró que la recuperación de la inversión se asocia a los costos de operación, y la mayor diferencia ocurre entre los autobuses a diésel y los cien por ciento eléctricos.
“Los autobuses de combustión interna son más eficientes en una razón de 2 a 1, pero como es un vehículo de uso intensivo, la inversión en uno eléctrico se recuperaría en el corto plazo, por lo que los proyectos de movilidad eléctrica serían viables, no sólo por el ahorro económico, sino como un plan de uso eficiente de energía”.
Asimismo, consideró acertado recuperar el parque vehicular de trolebuses como parte del “Plan de Reducción de Emisiones del Sector Movilidad en la Ciudad De México”, presentado recientemente por el gobierno local. “Así se aprovechará la infraestructura que ya existía, pero que estaba olvidada”.
Baterías
El experto indicó que lo más costoso de los eléctricos es el banco de baterías, aunque en los últimos cuatro años ha habido una reducción drástica en los precios.
“Antes se decía que podrían ser competitivos cuando el costo del kilowatt-hora estuviera por debajo de los 200 dólares, lo que se ha conseguido ya en precios mayoristas, y probablemente para 2024 esté por debajo de los 100 dólares; esto significa que en poco tiempo los eléctricos para uso particular serían competitivos”, estimó.
La batería de los eléctricos funciona de manera parecida a la de un teléfono celular, pues se puede alimentar por segmentos y no es necesario que esté completamente vacía para poder recargarla.
Electrolineras
La UNAM cuenta con dos estaciones públicas de recarga o electrolineras para automóviles eléctricos e híbridos; una se ubica en el edificio 12 del Instituto de Ingeniería, y otra en el Instituto de Ecología (IE).
La primera brinda servicio desde 2018, con capacidad para siete vehículos, entre eléctricos e híbridos plug in, es decir, que aún tienen motor de combustión interna, pero con capacidad en el sistema eléctrico de recarga.
“Con carga rápida en media hora se recupera hasta 80 por ciento de la capacidad, pero eso deteriora la vida útil de las baterías, por lo que es recomendable la carga lenta, que se realiza durante la noche y toma entre cuatro y cinco horas, pero depende de las capacidades propias del vehículo y de la estación de recarga”, explicó.
El universitario reconoció que es poco factible sustituir todo el parque vehicular por autos eléctricos, “debe ser una medida paulatina”.
El vehículo eléctrico iniciará su introducción franca hacia 2024 a nivel internacional, y será un proceso de 25 a 30 años, en los que convivirán vehículos de combustión interna con los híbridos, y cada uno en su nicho de oportunidad y aplicación, concluyó.