Análisis a Fondo
Morena, represor de aquellos del viejo régimen
Tabasco, lopezobradoristas contra la libertad
Por Francisco Gómez Maza
Están ocurriendo cosas muy contradictorias en este sexenio. En muchos sectores hay disgusto, aunque la popularidad del presidente de la república se mantiene elevada. Sabe jugar con cifras y porcentajes el hombre que es odiado por los poderosos y amado por la gente del pueblo. Los dos extremos son políticamente perniciosos. Pero la realidad vista por un periodista independiente es, como escribí más arriba, contradictoria.
Primero, los diputados locales del PAN y del PRI votan una ampliación de mandato del gobernador, electo por dos años, Bonilla, de Morena. La terquedad del grupo de legisladores locales bajacalifornianos causó indignación en los centros de opinión. Claro, la decisión del Congreso local aún no está corroborada. No es un hecho, porque indudablemente habrá muchos que presenten recursos de inconstitucionalidad en la SCJN y los ministros echarán abajo la extensión de mandato, hecho que indignó a muchos, destacando los severos cuestionamientos del padre espiritual de las izquierdas, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Pero hubo otro hecho verdaderamente condenable. Condenable a todas luces porque es políticamente condenable por donde se le vea. Los Diputados de Morena, publicaron los diarios, y lo destacó La Jornada, el periódico que se presenta como prensa progresista, aprobaron en comisiones, en el Congreso de Tabasco, una iniciativa enviada por el Ejecutivo estatal (de Morena, también), que impone penas de 10 a 20 años de prisión a quienes realicen marchas y bloqueos en carreteras, o impidan la ejecución de obras públicas o privadas.
En términos reales, los diputados impusieron la ley del garrote vil para la población incomodada por acciones de gobiernos injustas y arbitrarias. Y que se cuiden en Chiapas, que Rutilio Escandón, del grupo de Manuel Velasco, podría seguir el ejemplo de su correligionario Augusto López. Por cierto, a ver si López Obrador recoge la indignación de cientos de miles de chiapanecos por la impunidad en que se desenvuelve el ex gobernador en su escaño y en los pasillos del Senado de la República. Este escribidor, conociéndolo, no cree que lo vaya a tocar. El güero es de la familia…
De acuerdo con el corresponsal del diario capitalino antes mencionado, fue la Comisión de Seguridad Pública, Procuración de Justicia y Protección Civil del Congreso del estado, con tres votos a favor y uno en contra, la que avaló modificar los artículos 299; 306; 307 y 308, adicionando el artículo 196 Bis; y del artículo 308 Bis, del Código Penal de Tabasco, a lo cual la legisladora del PRI, Ingrid Rosas Pantoja, se opuso “considerando lo elevado de las penas”, y acusó que se pretende utilizar como pretexto “para inhibir el derecho de los ciudadanos de ejercer cualquier tipo de manifestación en contra del gobierno federal, estatal, municipal o de cualquier otro ente público, aunque sean pacíficas”. La iniciativa también afecta a quienes sean servidores públicos y cometan estos “delitos”, el de manifestarse. Serían inhabilitados de cinco a 10 años.
Esta iniciativa garrote, ideada por morenistas, aprobada por morenistas, ¿aprobada por Andrés Manuel? deberá ser enviada al pleno del Congreso, este lunes 29 de julio.
Usted saque sus conclusiones: los autores del garrotazo dicen que lo que están tratando es “meter un orden, en donde las cosas que son justas se hagan, y se están aumentando penas de 10 a 20 años para las personas que estén cometiendo delitos, si son servidores públicos, también sean inhabilitados de cinco a 10 años”. Qué lenguaje. Parece que estoy leyendo un bando de aquellos gobernantes priistas modelo de represores.
La Ley se aplicaría quienes obstruyan vías de comunicación, porque muchas veces se va a realizar obra pública, y entonces tratan de tapar vías de comunicación, pues prácticamente perjudicando a terceras personas que no tienen nada que ver, añadieron. Lea el pensamiento morenista del paraíso tropical, del edén garrotero. Increíble. ¿Verdad?
