Ciudad de México, México.— México no tiene una política educativa sólida y fuerte en materia de medio ambiente, por lo que consideró apremiante que los tres órdenes de gobierno y la sociedad civil trabajen en conjunto y generen estrategias que impulsen la captación de agua de lluvia, separación de los residuos líquidos y la basura, dijo el diputado federal morenista, Miguel Ángel Jáuregui Montes de Oca.
Durante el foro “Sustentabilidad y Cambio Climático: Retos del Siglo XXI”, el legislador expresó que en el país se tienen todos los climas, pero lamentablemente no existen políticas públicas del nivel ni tamaño de su riqueza natural.
Explicó que a pesar de que México ha firmado tratados internacionales, no los impulsa; es decir, “no es un tema de presupuesto, sino de eficacia y capacidad de quienes ejercen el servicio público para poder tener políticas públicas más eficientes, las cuales resuelvan de manera gradual los problemas climáticos”.
Indicó que hoy en día las grandes metrópolis como la Ciudad de México, presentan un gran desafío ambiental, pues han abusado de los recursos naturales debido a los millones de vehículos que transitan diariamente y la acumulación de basura, por lo que es apremiante que se emprendan políticas públicas que solucionen estos problemas, toda vez que son factor que deterioran la riqueza natural.
Apuntó que la sustentabilidad es primordial para mitigar los embates del cambio climático, porque este promueve la convivencia entre el medio ambiente y los seres humanos, a través de la modificación de patrones de conducta, así como educación hacia el desarrollo de una sociedad resiliente.
En este sentido, relató, es de suma importancia que el Congreso respalde las estrategias e iniciativas de la sociedad civil orientadas a modificar artículos de las legislaciones que permitan la adecuada convivencia con el medio ambiente.
El vicepresidente del Instituto Mexicano de Ciudades Inteligentes, Sustentables y Sostenibles, Javier Valencia Andraca, expresó que el cambio climático es irreversible, y un siglo de revolución industrial ha destruido un millón de años de evolución natural.
Mencionó que la consecuencia más palpable y visible del cambio climático es la elevación de la temperatura, lo que deriva de una mala administración de recursos del planeta. Además, según investigadores se necesita un trillón de dólares cada año para detener el cambio climático, “porque ya no tenemos otra manera de detenerlo”.
Valencia Andraca subrayó que México es responsable del 1.68 por ciento de las emisiones de gases efecto invernadero y sostuvo que los compromisos del país en esta materia deben cumplirse. Destacó que los esfuerzos para mitigarlos debieron hacerse hace más de medio siglo, pues para 2030, el 80 por ciento de la población vivirá en ciudades, pero la pregunta es ¿quién cultivará el campo y va a criar los animales?
Carl Anthony Servín Jungdorf, titular del Instituto de Tecnologías del Agua, resaltó que los estragos del cambio climático ya son irreversibles, debido a que en los últimos 30 años las soluciones fueron encaminadas hacia el concepto económico financiero y dejaron a un lado que el agua no es un bien comercial, sino un patrimonio que hay que defender.
Consideró que la preservación del medio ambiente no sólo le corresponde al gobierno, sino a toda la sociedad; sin embargo, resaltó que es fundamental legislar para impulsar la inversión en el sector y estrategias en concientización sobre la salvaguarda del planeta, así como fomentar la separación de las aguas residuales de las pluviales y la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológico. Acotó que en la actualidad el instituto recibe 250 millones de pesos al año, lo cual resulta insuficiente.
Delfín Montaña, académico de la Universidad del Medio Ambiente, explicó que la Ciudad de México se alimenta de los pozos, el 70 por ciento del Lerma, Cutzamala; “el agua y su cosecha no sólo hacen que la gente gestione y administren este recurso, sino que se genere subsistencia hídrica”.
Comentó que “Carpa Azul” es un programa de sensibilización socio ecológica en donde se realizan juntas comunitarias y busca construir conocimientos compartidos a través de los cuales definir el entorno en el que vivimos frente a la falta de agua.
Ana Lilia Gutiérrez Coellar, directora de la Fundación Helvex, expuso que el país presenta estrés hídrico a causa de la escasez del agua, por lo que propuso crear estrategias enfocadas a promover el cuidado del líquido, a través de minimizar su uso en tareas como lavado de ropa, aseo personal e impulsar la cosecha de agua de lluvia.
Apuntó que el agua es un negocio, por lo que entre menos se utilice se ahorrarán recursos, de ahí la trascendencia de generar políticas públicas orientadas al derecho del agua, saneamiento correcto y mantenimiento de las cocinas y sanitarios de las casas-habitación, pues es donde hay mayores fugas.
Daniel García Valladares, director general de AXOL, Módulo Solar, manifestó que lo que hace falta es una articulación, pero sobre todo política pública. “Se ha incentivado el uso de gas, no el uso sustentable cuando tendría que ser al revés, y es un tema delicado porque estás obligando a que incluso instales un calentador de gas”.
Indicó que en una casa el 50 por ciento de la energía que se consume es para calentar agua, ya sea para bañarnos o cocinar y solamente el 48 por ciento es electricidad. “Actualmente para dos mil millones de personas en el mundo, su único medio para calentar agua u obtener calor es encendiendo fuego, mientras que la Organización Mundial de la Salud estima que 4.3 millones de muertes prematuras por año son causadas por contaminación del aire al interior de las viviendas”.
Jesús Cruz Sánchez, representante de Estudios de Opinión México (Esome), señaló que la legislación en materia de sustentabilidad y cambio climático debe contemplar las experiencias de la sociedad civil, quienes han orientado su trabajo al impulso del desarrollo de ciudades inteligentes, sobre todo, en energía y abastecimiento de agua.
El también representante de ESOME, Paris Paredes Alvarado, dijo que actualmente existen 27 normas relacionadas con el tema de eficiencia energética; sin embargo, no es suficiente por lo que habría que estar en mejora continua.