Senadores avalan T—MEC y echa abajo TLCAN; acuerdo promueve libre comercio sin impuestos por exportación

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Ciudad de México, México.–  Con libre comercio, sin aplicar impuestos a las exportaciones entre las partes, abasto suficiente de bienes de consumo, insumos y materias primas de calidad, a precios competitivos, el Senado de la República aprobó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) con 114 votos en favor, cuatro en contra y tres abstenciones.

El nuevo tratado, signado por los tres países en Buenos Aires, el 30 de noviembre de 2018, aprobado por los legisladores también promueve la protección y observancia de derechos laborables, el mejoramiento de las condiciones de trabajo y la cooperación en este tipo de asuntos, además de ratificaron los seis acuerdos paralelos entre los gobiernos firmantes

Este nuevo acuerdo comercial tripartita sustituirá al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que entró en vigor el 1 de enero de 1994.

En el segundo Periodo Extraordinario de Sesiones, los senadores avalaron el dictamen del T-MEC fortalece la competitividad de México como plataforma de producción y exportación. Promueve una mayor participación de más industrias y empresas del país en las cadenas globales de valor y fortalece la proveeduría regional.

Mantiene el libre comercio para todos los bienes originarios de la región, por lo que las exportaciones mexicanas de este tipo seguirán gozando del acceso preferencial y continuarán exentas del pago de arancel en los mercados estadounidense y canadiense, se agrega.

Señala que para evitar que se obstaculice el comercio en la región, el Tratado preserva el compromiso de no aplicar impuestos a la exportación entre las partes, a fin de asegurar abasto suficiente de bienes de consumo, insumos y materias primas de calidad, a precios competitivos.

Además, actualiza las disciplinas que regulan la aplicación de restricciones a la importación y a la exportación de bienes. Se evitan limitaciones a la importación de productos mexicanos en los mercados de América del Norte.

Adicionalmente se preservan las reservas para la aplicación en México de restricciones en materia de hidrocarburos, a efecto de garantizar la soberanía nacional sobre los recursos energéticos en territorio nacional.

También se actualizan las disciplinas aduaneras y se establece la transparencia en los procedimientos de licencias de importación y exportación.

El T-MEC, destaca el dictamen, apoyará al comercio mutuamente benéfico, y conducirá a mercados más libres y justos, así como a un crecimiento económico sólido en la región.

Reconoce que las pequeñas y medianas empresas contribuyen significativamente al crecimiento económico, del empleo, al desarrollo de la comunidad, a la participación de la juventud y la innovación.

Incluye los derechos de los tres países para establecer prioridades legislativas y regulatorias, a fin de proteger objetivos legítimos relacionados con salud pública, seguridad, protección del medioambiente, conservación de los recursos naturales no renovables, integridad y estabilidad del sistema financiero.

Este instrumento comercial tripartita promueve la protección y observancia de los derechos laborales, el mejoramiento de las condiciones de trabajo, así como la cooperación en este tipo de asuntos.

De la misma manera, impulsa la transparencia, el buen gobierno y el Estado de derecho, con el objetivo de eliminar el cohecho y la corrupción en el comercio y la inversión. Reconoce la importancia en el aumento de la participación de los pueblos indígenas.

El presidente de la Mesa Directiva, Martí Batres Guadarrama, reconoció el esfuerzo de la pluralidad parlamentaria para alcanzar la ratificación del T-MEC y los acuerdos paralelos. Esta decisión, asentó, “contribuirá a un posicionamiento fuerte de México en la actual coyuntura internacional”.

Con esta determinación, dijo, se fortalece también la cooperación internacional en materia económica, especialmente en Norteamérica. De igual manera, agregó, es un mensaje contundente para la estabilidad económica de nuestro país, las empresas mexicanas y la economía nacional.

Al presentar el dictamen, el senador Héctor Vasconcelos, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, reconoció a todas las fuerzas políticas representadas en el Senado por haber antepuesto los intereses de México frente a cualquier posición partidista o individual. Con esta aprobación, afirmó, se hace historia.

Destacó los consensos logrados, en el contexto de la crisis que el país enfrenta hace unas semanas por la amenaza de aplicar medidas unilaterales por parte del gobierno norteamericano, que podrían tener consecuencias graves e impredecibles sobre la economía mexicana.

El legislador de Morena aseguró que el nuevo documento resguarda los mejores intereses de México en el contexto actual. Ningún tratado comercial es ideal, aclaró, pero lo importante es que cada uno de los países partícipes encuentren en él ventajas y que sus intereses esenciales estén protegidos.

En nombre de la Comisión de Economía, la senadora Verónica Martínez García coincidió en que con la aprobación del T-MEC, esta legislatura hace historia. El compromiso de los legisladores no termina hoy, al contrario, este día es la oportunidad de reafirmar nuestra determinación de trabajar en unidad por nuestro país, expresó.

La legisladora del PRI dijo que el Senado estará atento para enfrentar con entereza los retos venideros. Sigamos construyendo el proyecto de nación que todas y todos queremos: un México que dé certidumbre a la inversión, que sea competitivo y próspero.

Por la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, su presidenta, Gina Andrea Cruz Blackledge, señaló que la aprobación del Tratado representa una importante apuesta al futuro. Es un instrumento que nos da esperanza en que habrá inversiones, empleos dignos y salarios competitivos.

Hoy, agregó, el Gobierno Federal está obligado a realizar todos los cambios necesarios para prepararnos hacia un mejor futuro. “México debe dar pasos seguros con políticas públicas que atiendan problemas urgentes, pues la magnitud de los retos nos está rebasando”, demandó la legisladora de Acción Nacional.

Durante los posicionamientos de los Grupos Parlamentarios, la senadora Bertha Alicia Caraveo Camarena, de Morena, aseveró que con el T-MEC, México vuelve a demostrar que es un país de acuerdos, capaz de cumplir pactos y compromisos, pero sin dejar a nadie atrás.

 

La ratificación del Tratado con Estados Unidos y Canadá, resaltó, debe continuar construyendo acuerdos compartidos, respetando la soberanía y la visión de nuestro país.

A su vez, el senador Gustavo Madero Muñoz señaló que aunque la bancada de Acción Nacional votará por el T-MEC, trabajarán por mejores instituciones y gobiernos que permitan frutos y beneficios para las mayorías. “Vamos a trabajar por una economía de mercado con responsabilidad social, centrada en las personas y la dignidad humana. No en agendas políticas electorales”, subrayó.

Manifestó que es importante que con el Tratado se garanticen reglas claras e instituciones financieras que promuevan la economía y premien el esfuerzo, la innovación y no los vínculos con el gobierno.

Eruviel Ávila Villegas, senador del PRI, afirmó que su bancada votará en favor del T-MEC, porque es el primer instrumento comercial que incorpora la protección de los derechos de los trabajadores, el medio ambiente y la transparencia, como elementos sociales que impactan en el comercio internacional.

Añadió que después de su aprobación, quedan varios compromisos: México tiene que ser competitivo por la calidad de sus trabajadores y no por ganar menos que en otros países de la región; se debe seguir fortaleciendo la competitividad de la industria exportadora y de la pequeña y mediana empresa; e implementar una amplia estrategia de capacitación laboral, donde los sindicatos jueguen un papel importante.

El senador Samuel Alejandro García Sepúlveda, de Movimiento Ciudadano, refirió que es clave que México reflexione lo que firmó en el Pacto de Marrakech, y si éste también aplica a Estados Unidos. También sobre el apoyo técnico y financiero que tendrá cada país en torno a la migración.

Dijo que su bancada está en favor del T-MEC, pero sin que ello signifique un respaldo a los intereses del presidente de Estados Unidos, ni adoptar una postura permisiva y de vulnerabilidad o la rendición ante los intereses de ese país.

La senadora Geovanna del Carmen Bañuelos de la Torre asentó: “no sólo buscamos que esta región del mundo siga siendo ejemplo de intercambio económico que pueda incidir en la vida de más de 490 millones pobladores, sino hermanarnos a través del fruto de nuestro trabajo, del intercambio de productos y del progreso mutuo”.

Estados Unidos y Canadá, nos necesitan; México tienen mucho que aportar, “que el T-MEC sea un instrumento de competitividad y de prosperidad para el bien común de América del Norte”, acotó la legisladora del Partido del Trabajo.

Raúl Bolaños-Cacho Cué, senador del PVEM, aseveró que el Tratado posiciona a México ante la comunidad internacional como un país estable, confiable y que da certeza a los inversionistas, empresarios y a la propia ciudadanía. “Estamos seguros de que es mejor construir puentes comerciales que fronteras infranqueables”, expresó.

El legislador también celebró la incorporación de un capítulo específico que promueve la protección efectiva del medio ambiente, impulsa la prevención y reducción de los deshechos marinos y fortalece el compromiso de proteger la capa de ozono y la calidad el aire.

La senadora Sasil De León Villard, del Grupo Parlamentaria del PES, manifestó que los tratados comerciales deben ser mecanismos que permitan fortalecer la diplomacia, las relaciones humanas, el cuidado mutuo entre las poblaciones y la economía de los países. “Siempre cuidando y respetando la máxima juarista”.

La ratificación de este Tratado, aseguró, otorga certidumbre política y económica, y mejora de la posición de México dentro del comercio global.

El senador del PRD, Antonio García Conejo, dijo que con la aprobación del Tratado, el Estado asume un compromiso para consolidar a nuestra nación como una potencia comercial, que debe exigir el justo valor y respeto frente a sus pares. También, para fortalecer la amistad con otros pueblos, así como establecer un marco legal claro y transparente para la planificación de negocios.

El senador sin partido, Emilio Álvarez Icaza, anunció su voto en contra porque, justificó, tenemos un TLC 2.0, que en esencia, responde al mismo modelo de hace 25 años. Es una versión reforzada con más proteccionismo de parte de Estados Unidos.

El proyecto de decreto que aprueba el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá y los seis acuerdos paralelos entre los gobiernos mexicano y estadounidense fue remitido al Ejecutivo Federal para sus efectos constitucionales.