Ciudad de México, México.– Especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) realizan investigación, desarrollo tecnológico y formación de recursos humanos altamente especializados en materia de producción de biocombustibles, con la finalidad de impulsar la sustitución paulatina de los productos derivados de los hidrocarburos como petróleo, gas y carbón, ante la contaminación que provocan estos productos.
En el Laboratorio Nacional de Desarrollo y Aseguramiento de la Calidad de los Biocombustibles (LaNDACBio), del IPN, se verifica la calidad y competencia de los biocombustibles conforme a estándares y prácticas internacionales, así como de industria, empresa y áreas de gobierno.
Ubicado en el Centro Mexicano para la Producción Más Limpia (CMP+L), el LaNDACBio es uno de los cinco laboratorios nacionales que desarrollan energía en México Los investigadores que lo integran han logrado estándares de calidad internacional en cuestión de bioenergéticos.
La responsable técnica del Laboratorio, Violeta Yasmín Mena Cervantes, señaló que ante los índices de contaminación es necesario desarrollar proyectos integrales de aprovechamiento de bioenergéticos que impacten a nivel nacional. En estos objetivos trabaja un grupo interdisciplinario de alto nivel con especialidades que van desde la Química Aplicada y Microbiología, hasta la Ingeniería Ambiental, Mecánica en Industrial, junto con alumnos de la Maestría en Ingeniería de Producción más Limpia y del Doctorado en Energía en el CMP+L.
El pasado 2018 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) los lineamientos que establecen la calidad que deben de tener el bioetanol, biodiesel y la bioturbosina, por ello, el LaNDACBio pone a disposición de los interesados la asesoría y verificación de los procesos y la calidad del producto con 12 servicios de verificación, indicó Gabriel Pineda Flores, encargado del Servicio Externo.
Los servicios de consultoría, pueden integrar —indicó — el diseño y acompañamiento para la construcción a escala y puesta en marcha de plantas de producción de biodiesel, la evaluación integral para el aseguramiento de calidad de biodiésel y biogás, hasta la asesoría normativa y comercial para su producción, almacenamiento y comercialización en el mercado nacional y mercados internacionales con enfoque de negocios verdes y desarrollo sustentable.
“Además, ha sido calificado por la Entidad Mexicana de Acreditación con la norma ISO 9001-2015, basada en 10 principios del Sistema de Gestión de Calidad: alcance, referencias normativas, términos y definiciones, contexto de la organización, liderazgo, planificación, soporte, operación, evaluación del desempeño y mejora”, resaltó.
El LaNDACBio trabaja en coordinación de la Universidad Autónoma de Nuevo León, con la cual llevan a cabo intercambio académico y de investigación con programas y proyectos de alto impacto e infraestructura de punta en ambas sedes, desde donde han desarrollado tesis, cursos y talleres, entre otros.
De acuerdo con estudios de la Secretaría de Energía, la capacidad instalada actual para la elaboración de biodiesel en plantas productoras es de aproximadamente 4 mil metros cúbicos al año (m3/a), pero su potencial de expansión es amplio pues se calcula puede ir desde 120 mil hasta 360 mil m3/año, con un costo muy por debajo de los combustibles fósiles, si se utilizan insumos como grasas animales, aceite comestible residual y cultivos oleaginosos.
Los investigadores politécnicos coinciden en afirmar que en otros países el uso de biocombustibles ya es una realidad y en México es necesario unir los esfuerzos e impulsar políticas públicas contundentes que den como resultado una normatividad firme que potencialice el mercado de energéticos biológicos.