Ciudad de México, México.— La reforma en materia de justicia laboral, aprobada el jueves pasado por el pleno, no es integral y puede terminar por no servir, al no hacer una diferencia entre trabajadores del campo y trabajadores industriales, “porque se les da un trato igual a los desiguales”, sostuvo el diputado priísta, Ismael Hernández Deras.
“Es inadmisible que, con pleno desconocimiento de la situación de pobreza que viven los trabajadores del campo, se exija la misma antigüedad para pensionarse a una persona del campo, que a una de la industria”, aseveró en un comunicado el también dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC)
Explicó que en el campo se trabaja por temporada, se va de región en región, con un máximo de seis meses y las mil 250 semanas que debe cotizar al seguro social las acumula de acuerdo a los ciclos agrícolas y lo puede lograr entre 50 y 60 años, mientras el trabajador de una industria, lo consigue de 20 y 25 años de su vida.
“Por ello, no puede darse trato igual a los campesinos y a los trabajadores de la industria, que tienen cierta estabilidad; los trabajadores del campo y los jornaleros agrícolas se rigen por otras condiciones; dependen de los ciclos agrícolas, del cambio climático, si llueve o no llueve, del mercado internacional que impacta inmediatamente en los precios de los productos”, insistió.
El diputado priista dijo que una verdadera reforma laboral, que incluya a los trabajadores del campo, no puede ser hecha desde el escritorio de alguien que no sabe en qué condiciones se desarrolla el campo en México.
“Qué bueno que la reforma laboral tenga la intención de fortalecer los derechos de los trabajadores, pero al partido mayoritario de Morena, en la Cámara de Diputados, se le olvidó o no quiso atender las demandas de los trabajadores del campo y los jornaleros agrícolas y por falta de apoyos, los condena a su desaparición”, advirtió.
Hernández Deras recordó que apenas se conmemoraron los 100 años de la muerte de Emiliano Zapata y la visión en ese tiempo era clara: los mexicanos, los campesinos deseaban democracia y por supuesto ejercer sus derechos.
El ánimo de esa lucha sigue siendo la misma, oportunidades para todos, que los campesinos salgan de la pobreza y se respeten con dignidad sus derechos y aspiraciones.
“Por eso la incongruencia entre el discurso y los hechos del gobierno federal, dicen que buscan la soberanía alimentaria en el país y recortan presupuesto para el campo, recortan recursos a la comercialización y ahora, la reforma no contempla el apoyo para los pequeños y medianos productores rurales del país”, apuntó.
“La reforma para los trabajadores del campo o es integral o es simple o sencillamente no sirve para nada”, finalizó.