Exilio español enriqueció a UNAM y cultura mexicana, asegura universitaria Sandra Lorenzano

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Salamanca, España.—La UNAM y México incorporaron a los poetas, ensayistas, científicos y artistas españoles del exilio republicano, lo que generó un diálogo interesante, de diversidad, que enriqueció a la academia y a la cultura mexicana, aseguró la ensayista y crítica literaria, Sandra Lorenzano.

Al participar en el coloquio sobre el exilio español en México, dentro “La Semana de la UNAM en la Universidad de Salamanca (USAL)”, la también doctora en Letras por la Universidad Nacional expuso que de los 20 mil o 25 mil españoles que llegaron al país, alrededor del 25 por ciento eran intelectuales, académicos y escritores.

“Para quienes pasamos por la licenciatura de Letras, de Derecho en la UNAM, o por las carreras científicas, el tema tiene que ver con nuestros profesores, porque eran los profesores del exilio español”, subrayó.

Además de integrarse a la Universidad Nacional y a otras instituciones de educación superior públicas, también establecieron el Colegio Madrid y el Instituto Luis Vives; la Casa España, que actualmente es El Colegio de México; y la Academia Hispano Mexicana, entre otras.

Lorenzano explicó que la presidencia de Lázaro Cárdenas predispuso a que su recepción en el país fuera cálida, pues desde antes de la guerra civil trabajó mucho a favor de la República, en instancias internacionales.

“Cuando llega el Sinaia, primer barco con refugiados españoles, van a esperarlo al puerto de Veracruz 20 mil personas con carteles que dicen: ‘bienvenidos hermanos españoles’, y eso es importantísimo. Encuentran un país que está en un momento histórico que lo vuelve receptivo al exilio republicano”, comentó.

El exilio, prosiguió, fue más largo de lo que los españoles esperaban, y ocasionó que los escritores dejaran de escribir para sus interlocutores españoles y empezaran a hacerlo para los mexicanos. “Esto dio lugar a un diálogo interesante, que tiene que ver con la diversidad; por eso para México fue trascendente este exilio como otros, como toda migración, porque la diversidad enriquece a una cultura”.

Los exiliados se integraron también a revistas como Vuelta, y fueron colegas de Octavio Paz. En la UNAM, los nombres de Federico Álvarez Arregui, Ramón Xirau, Adolfo Sánchez Vázquez y Luis Rius, entre otros, “dejaron una impronta” y una tradición que mantiene vigente el estudio del exilio en cátedras extraordinarias.

En el coloquio, el académico de la USAL, Javier Sánchez Zapatero, comentó que los creadores exiliados tuvieron que desarrollar una literatura de circunstancias, pues hicieron a un lado la fantasía para escribir sus periplos en la guerra, su situación fuera de su patria. Esto se refleja en frases como la de Max Aub: “No puedo callar lo que vi para escribir lo que imagino”.

Reconoció que muchos autores españoles de este periodo no están reconocidos en la historia literaria de España, son autores en el olvido. “No tienen que ver con la tradición española ni con la mexicana, son como un paréntesis en cualquier punto en que los sitúas”.

Quienes viajaron a México tuvieron mejor recepción que aquéllos que se fueron a Francia o Reino Unido, porque por el número de connacionales que encontraron pudieron hacer comunidad, les dieron buena acogida y pudieron mantener su lengua, entre otros aspectos.

Como parte de la Semana de la UNAM en la USAL también se instalaron cinco “rincones de cultura” en distintas facultades de la institución salmantina, para dar a conocer la oferta cultural de la Universidad Nacional y servicios como Descarga Cultura UNAM.