Ciudad de México, México.– Varias universidades del mundo, incluida la UNAM, ensayan a escala local novedosos métodos ambientalmente aceptables para consumir con eficiencia agua y energía, reciclar basura, establecer sistemas de movilidad menos contaminantes y captar emisiones mediante programas forestales, afirmó Exequiel Ezcurra.
De visita en la UNAM, el director del Instituto para México y Estados Unidos de la Universidad de California (UC MEXUS) señaló que las universidades tienen mucho por hacer para implementar en sus campus políticas ambientales que, una vez probadas y medidas, puedan replicarse en las ciudades.
Invitado como conferencista magistral al Seminario Internacional Tópicos de Frontera en la Sustentabilidad, organizado por la recién creada Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (dependiente de la Secretaría de Desarrollo Institucional), Ezcurra consideró que las casas de estudios pueden servir como “laboratorios vivos” para iniciar prácticas locales a escala piloto.
“Llevo 10 años en California como director del UC MEXUS, que es un instituto de cooperación, y he visto el funcionamiento de otros organismos. La sustentabilidad en las universidades se está convirtiendo en un tema fundamental”.
De lo local a lo global
Según Ezcurra, las instituciones de educación superior tienen la manera de demostrar cómo empezar a solventar grandes problemas globales desde lo local, desde nuestra propia casa.
“El cambio ambiental global, la extinción de especies, el plástico en los océanos, esos grandes dilemas mundiales que ponen en jaque la viabilidad a largo plazo de la humanidad y la vida sobre la Tierra, deben empezar a resolverse desde las universidades”, remarcó.
La falta de acciones concretas en el corto plazo a nivel país ha impedido resolver problemas que afectan en el largo plazo a todo el orbe, consideró.
Previo a su conferencia, en el auditorio de la Unidad de Posgrado, Ezcurra, también integrante de la Sociedad Científica Mexicana de Ecología A.C., resaltó que el concepto de sustentabilidad inicialmente fue desarrollado por un grupo de ecólogos, pensando en temas ambientales, pero ahora se ha extendido y muchas disciplinas lo han adoptado.
El concepto ha permeado socialmente, pero no las acciones para hacer de la sustentabilidad una realidad.
“Creo que es la gran asignatura pendiente. En la práctica, nuestros tomadores de decisiones piensan sólo en el corto plazo, medimos nuestras acciones con un margen de viabilidad de seis años como máximo, y nadie es capaz de pensar más allá”.
Para atacar problemas a largo plazo desde ahora, propuso hacer ciudades piloto dentro de los campus.
“No es un sacrificio para las universidades, pues si lo hacen bien, muchas sacan recursos en términos de patentes y generación de tecnología. Además, obtienen recursos humanos a través de sus graduados, que desarrollan otra manera de pensar y se dan cuenta de que sí es posible enfrentar los desafíos del cambio climático. Lo entienden y lo practican a través de su ejercicio universitario”, concluyó.