Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
El presidente Andrés Manuel López Obrador, ante miles de soldados y mandos militares, encabezó ayer en Saltillo el Día del Ejército con un mensaje de confianza hacia el Senado para que se apruebe ya la creación de la Guardia Nacional.
Ahí, en la sexta Zona Militar, donde Venustiano Carranza creó hace 106 años el Ejército Constitucional que permanece hasta la fecha, López Obrador consideró como un hecho el que los senadores y diputados rendirán un homenaje a las Fuerzas Armadas con la aprobación de la Guardia Nacional.
“Sin el apoyo de ustedes no tendríamos resultados como ya se está logrando resultados en cuanto a poner orden y hacer valer la justicia. Sin ustedes no hubiésemos tomado la decisión de enfrentar el robo de combustible”, indicó.
Sin embargo ayer el Senado, donde hoy se tramita el dictamen final para la aprobación o rechazo de la Guardia Nacional como la ha propuesto el mandatario, vivió un nuevo día de mensajes encontrados, discrepantes, contradictorios, entre las diferentes bancadas.
Así mientras el bloque opositor formado por los senadores del PAN, PRI, PRD y MC insistían en que, si no se modificaban los artículos para desmilitarizar el mando de la GN, y si no se fijaba claramente la temporalidad de permanencia de las Fuerzas Armadas en la operación de la Guardia Nacional, ellos no aportarían los votos para crear este cuerpo policiaco nacional.
Por mandato Constitucional esta votación requiere mayoría calificada. Es decir, las dos terceras partes de los 128 senadores: un total de 85 votos.
La alianza mayoritaria oficialista cuenta con 59 de Morena; 6 del PT; 6 del Verde y 5 del PES, lo que hace un total de 76.
Les faltan 9 para lograr lo que marca la Constitución.
Con las cosas así el reto de sacar adelante la Guardia Nacional como la planteó AMLO recae en el líder de la mayoría de senadores de Morena, y presidente de la Junta de Coordinación Política, el zacatecanoRicardo Monreal.
Fue él quien aseguró ayer que el controvertido y cuestionado, dictamen que crea la Guardia Nacional, a pesar de ser rechazado por muchos organismos nacionales e internacionales y los grupos de la oposición, está a punto de salir a ser votado en el Pleno.
Esto deberá ocurrir mañana jueves, indicó.
Monreal aceptó que las conversaciones para incorporar modificaciones consensuadas continuarán a lo largo de las siguientes 24 horas para que mañana jueves se dé la discusión final donde se verá si existe o no voluntad política para atender las propuestas formuladas.
“Hay total disposición de los senadores para llegar a acuerdos”, afirmó.
El mensaje lanzado fue claro: va adelante la Guardia Nacional, aunque el dictamen estará sujeto a modificaciones en la votación ante el pleno.
Y explicó que, por acuerdo de la Jucopo, es decir del conjunto de coordinadores parlamentarios, primero se presentó un dictamen que recogió los puntos de vista de los grupos parlamentarios y las propuestas del Parlamento Abierto.
El dictamen preliminar fue elaborado por las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos Segunda, y fue aprobado por mayoría de votos, sin la participación de los legisladores de oposición.
De ser aprobado mañana jueves como confía Monreal, el dictamen regresaría a la Cámara de Diputados, donde requeriría de 334 de los 500 votos de los diputados.
Cubierto el trámite, deberá ser luego aprobado por la mayoría de diputados de 17 congresos estatales.
Según Monreal el dictámen garantizar el carácter civil de la Guardia Nacional, mediante tres elementos estructurales:
Uno: porque por definición constitucional, el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas del país, entre las que se incluye a la Guardia Nacional, es el presidente de la República, un civil electo.
Dos: porque los presuntos responsables de delitos que sean capturados por los integrantes de la Guardia Nacional, serán presentados y procesados ante ministerios públicos y tribunales civiles, no militares.
Y, tres: porque en caso de abusos de autoridad o violaciones graves de derechos humanos de los miembros de la Guardia Nacional, éstos serán procesados ante la justicia civil, conforme a las leyes nacionales vigentes y los tratados internacionales en la materia.
Monreal quien es doctor en Derecho, afirma que en las normas que crean los cuerpos de seguridad existentes en el país, la Guardia Nacional representará una fuerza de seguridad intermedia entre el Ejército y las policías locales.
Y, afirma, casi medio centenar de países tienen este tipo de fuerzas de seguridad pública, cuyas características comunes son la disciplina, la organización y el adiestramiento militar, pero sus parámetros de conducción, evaluación, calificación y fiscalización son civiles.
Dentro de todo este contexto, la Guardia Nacional será, afirma el zacatecano, “el sostén de la estrategia de contención inmediata, de una estrategia integral: que descansa un 80% en el desarrollo social y económico del país, y un 20 % en medidas policiales, de mitigación de la violencia y de justicia transicional (despenalización de algunas drogas, atención a víctimas y fortalecimiento transversal de los derechos humanos)”.
Lo cierto es que será mañana jueves cuando se decida finalmente en el Pleno del Senado si sale o no este controvertido proyecto que ha causado un alud de posiciones encontradas dentro y fuera de México.
La experiencia y el análisis de los factores en juego me dicen que sí será aprobada.
YEIDCKOL SUPERVIGILADA
Lo que parecía iba a ser un día de campo para la biliosa y prepotente -muy mañosa dicen sus propios cercanos-, gerente (por encargo de ya sabe usted quien) de Morena, la mexiquense Yeidckol Polevnsky, ya se le convirtió en un galimatías político de insospechados alcances dentro de este partido.
Todo porque sorpresivamente desde las filas del poderoso grupo de senadores de Morena que comanda el zacatecano Ricardo Monreal –un personaje que le revuelve las entrañas porque nunca ha podido ni manipularlo ni someterlo a sus caprichos-, el senador poblano Alejandro Armenta levantó la mano y dijo que quería competir por la candidatura de Morena a la elección extraordinaria en Puebla.
Y Armenta fue inmediatamente apoyado por 55 de los 59 senadores que forman la fracción de Morena en la cámara alta, incluidos Monreal y Cristóbal Arias, los 2 senadores más cercanos a, ¿quién creen Ustedes?, pues sí, al ganso que no se cansa que despacha y vive en Palacio Nacional.
Armenta reclamó ser sometido a lo que marcan los Estatutos y la viborilla de Polevnsky ya mostró sus sucias intenciones en su intento de colocar en la candidatura a su cuate Miguel Barbosa.
El método de elección será, anunció, vía una encuesta. ¿Y quién cree que hará la encuesta? Sí, adivinó Usted de nuevo: el equipo de Polevnsky.
Pero como en el grupo de Morena en el Senado ya conocen lo tranza que es doña Polenvsky, pues ya se preparan para documentar el fraude e ir a pelear la candidatura al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Armenta y su equipo juran y perjuran, que tienen ya sondes donde se muestra que el senador tiene mayores apoyos ciudadanos que Barbosa a quien no pocos poblanos consideran un advenedizo.
El senador Armenta y su equipo -donde está Monreal quién es todo un experto operador electoral y político-, indican que las elecciones extraordinarias de este medio año en Puebla serán muy distintas a las de julio del año pasado, por una sola razón: ya no operará el poderoso factor de atracción del candidatoLópez Obrador sobre el que se montó Barbosa.
Así que estamos en las puertas de ver cómo los senadores de Morena primero le van a arrebatar la candidatura de este partido a la mañosa dupla Yeidckol- y luego ganarle la gubernatura al PAN.