Ciudad de México, México.– En México, difícilmente podrán cumplirse algunos de los objetivos en materia económica planteados por el nuevo gobierno federal, pues no sólo se requiere de voluntad política, sino de factores y conexiones específicas, propias del rubro económico, indicó Eduardo Loría Díaz.
Tras analizar las propuestas y promesas de campaña del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y apegado a estrictos factores técnicos, el titular del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, detalló:
Volver a las prácticas previas al neoliberalismo no funcionará, porque ya están fuera de contexto. La intención de controlar los precios no vuelve eficiente a la economía. Aumentar el salario por arriba de la inflación para restaurar su capacidad adquisitiva, sólo podría ocurrir si existe un acuerdo institucional entre trabajadores, gobierno y empresarios.
Además, al importar el 75 por ciento de las gasolinas, si no se aplica un aumento en su costo, como se ha anunciado, el déficit será muy elevado, explicó.
Loría Díaz, profesor investigador de tiempo completo en la División de Estudios de Posgrado de la FE, resaltó que el modelo económico adoptado por México, que además prevalece en gran parte del mundo, no es la única razón de nuestro lento crecimiento.
Los principales problemas que han afectado a la economía mexicana, subrayó, son la delincuencia y la corrupción, que en algunos puntos van de la mano, como en el caso del robo de combustible.
Modelo económico
“El modelo al que el Presidente llama neoliberal, y que asegura es causante de la corrupción, y la corrupción a su vez responsable del poco crecimiento y la pobreza, es una lectura lineal. El neoliberalismo simplemente dicta que los mercados deben funcionar al margen del Estado, y que éste debe respetar la actividad de los mercados y dedicarse a administrar las funciones públicas”, aclaró.
Por ello no se puede regresar a las prácticas previas al neoliberalismo: un Estado desarrollista e interventor que controla todo. “Ya se demostró que no funciona; fue útil cuando las economías eran cerradas, fue efectivo cuando no había movilidad de capitales, pero era otro mundo, muy diferente al actual”.
Volver a la política de los años 70, al desarrollo estabilizador, no es posible, y los mejores ejemplos son Argentina, Turquía y Venezuela, que han demostrado que el control de precios no es la mejor manera hacer eficiente una economía, insistió.
Combustibles, salarios y deuda
México importa el 75 por ciento de la gasolina que consume, situación que en opinión de Loría no se modificará sustancialmente en los próximos años, pues la capacidad de refinación en la anunciada planta Dos Bocas, en Tabasco, podría fraguarse hasta dentro de cinco años.
“Mientras tanto, el costo de los combustibles seguirá subiendo; el subsidio podría mantenerse siempre y cuando no haya un problema fiscal, que obligue a reducirlo. Los energéticos han ido a la alza, y si no se hubiera retirado el subsidio fiscal total, tendríamos un problema de déficit muy alto”.
En cuanto al aumento salarial por arriba de la inflación para restaurar su capacidad adquisitiva, el investigador universitario remarcó que sólo podría darse con acuerdos institucionales, como los pactos de estabilización de los años 80 y 90.
“Los empresarios tendrían que comprometerse a absorber un aumento salarial mayor a su productividad, y si no hay un acuerdo tripartita, lo único que se conseguirá es provocar mayor inflación”.
AL referirse a la propuesta de bajar el impuesto al valor agregado (IVA) del 16 al ocho por ciento en la franja fronteriza del norte, con el objetivo de hacer más competitiva esa zona, “será importante tomar en cuenta la opinión de los gobernadores de las entidades involucradas, pues con esta medida también disminuirá la recaudación estatal, que de por si es muy endeble”.
El aumento de la deuda será otro factor a considerar, porque ello compromete la capacidad financiera de este gobierno, y de los que siguen, al tener que pagar los servicios (intereses) de la misma.
“Esta administración, sin importar quién la hubiera encabezado, tiene que trabajar es el estado de derecho, pues de acuerdo a cifras del INEGI, la criminalidad ha deprimido la actividad económica y es un factor fundamental en el lento avance del país”, concluyó.