Gana UNAM premio de desarrollo tecnológico que otorga Banco Mundial y SE

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Ciudad de México, México.– El Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM participó en los tres proyectos que obtuvieron la más alta categoría del Premio PRODETES (Proyecto de Desarrollo de Tecnologías de Energía Sustentable), iniciativa conjunta de la Secretaría de Energía y el Banco Mundial, financiada a través del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.

Transferir una tecnología que ofrece un uso novedoso a la energía geotérmica: la deshidratación de alimentos; desarrollar sistemas electrónicos para el control y monitoreo de grandes bancos de baterías de litio, y crear un vehículo de propulsión humana y por baterías, son las ideas galardonadas.

El Premio PRODETES reconoce proyectos que impulsan la innovación tecnológica en los campos de generación, almacenamiento, transmisión y consumo de energías limpias, y en eficiencia energética, todo esto para mitigar los impactos del cambio climático.

En la edición 2018 fueron condecoradas en la categoría Oro las empresas PI Ingenera, en alianza con el grupo encabezado por Héctor Aviña Jiménez; Potencia Industrial, en colaboración con Germán Carmona Paredes; y Vehículos Urbanos Ultraligeros SAPI, en trabajo conjunto con Luis Álvarez Icaza Longoria. Los dos primeros son investigadores del Instituto de Ingeniería, y el último director de la entidad.

Es la primera vez que el Instituto –como participante técnico– logra todos los premios en su máxima categoría. “Es una situación circunstancial pero muy afortunada para nosotros. Hemos hecho énfasis en el proceso de vinculación con las empresas, y este logro es reflejo de la relación con el sector productivo; ésa ha sido la apuesta en los proyectos relacionados con el aprovechamiento y uso eficiente de la energía”, expuso Álvarez Icaza.

Los ganadores, tres en categoría Oro, 2 en Plata y 1 en Bronce, fueron seleccionados de un total de 78 propuestas evaluadas por un Comité Técnico, y otro de Aprobación de Inversiones, precisó el titular del II.

Ganadores

El primero de los proyectos triunfadores fue “Instalación y operación de un sistema modular térmico para la deshidratación de alimentos DGA”. Aviña recordó que PI Ingenera se formó dentro del grupo iiDEA (Instituto de Ingeniería Desalación y Energías Alternas); es decir, es una empresa spin-off de la propia entidad universitaria.

Es una compañía joven y fruto de los trabajos en el Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica (CEMIE-Geo), impulsado por el gobierno federal y en donde colaboran instituciones académicas y empresas, y que otorga recursos económicos para la investigación.

La idea es transferir a esa empresa una tecnología que da un uso novedoso a la energía geotérmica (que tradicionalmente sólo se ha empleado para la generación de electricidad): la deshidratación de alimentos, y “que ellos sigan los procesos que a nosotros ya no nos competen como universidad”. Gracias al premio “se cuenta con los fondos para comercializar de manera más rápida los productos tecnológicos que se hacen en el Instituto”.

Daniel González, gerente general de PI Ingenera, resaltó la importancia de que surjan empresas spin-off, en este caso del II. “Hemos tenido la oportunidad de crecer como desarrolladores e implementar estas tecnologías; la colaboración con la UNAM fue ‘de la mano’ porque ya estábamos concatenados en lo que hemos hecho desde hace años y en la misma dirección”.

El segundo proyecto se denomina “Propuesta para el aumento de la capacidad de desarrollo y producción de sistemas de almacenamiento de energía para su uso vehicular a gran escala”.

La participación del II consiste en el desarrollo de sistemas electrónicos para el control y monitoreo de grandes bancos de baterías de litio, aunque las aplicaciones pueden ser mucho mayores, aclaró Germán Carmona.

Nuestra tarea, abundó, es crear la infraestructura para que esos bancos sean confiables, monitoreados y medidos, “algo que hasta la fecha no se hace en México”.

Por último, en el proyecto “VUU-Vehículo Biohíbrido Ultraligero de configuración variable con reducción del 80 por ciento de emisiones de CO2”, el II se asoció con la empresa Vehículos Urbanos Ultraligeros con la meta de desarrollar uno de propulsión humana y por baterías.

Se trata de un triciclo con una cubierta completa que posee un sistema de tracción y suspensión novedosos y que está pensado para utilizarse en ambientes urbanos. Uno de sus mayores atractivos es que puede ser tan eficiente como el transporte público cuando se miden las emisiones de gases de efecto invernadero por pasajero, explicó Álvarez Icaza.

Daniel Camarena, director de VUU, reconoció que lo más importante de la vinculación con la academia es que la parte del desarrollo tecnológico se complementa con una visión financiera, que es el interés normal de una empresa. Esto nos abre diferentes puertas y nosotros aportamos a las innovaciones agilidad para llevarlas a la implementación y comercialización.