El Peso Mexicano, Celebridad Mundial

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Banxico
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+ Mercado de divisas, normalidad en la volatilidad

+ El Peso, una de las 8 monedas más importantes

+ Nada qué ver consulta sobre NAIM con paridad

+ Cada quien hizo su chamba: unos a favor, otros en contra

+ ¿Le duele la muela? Vaya al dentista, no con el taquero

+ De mercados, Periodismo, consulta, chayotes y manipulación

*Por Guillermo Mora Tavares

El momento para conocer el resultado de la consulta sobre el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, coincide con la apertura de los mercados de divisas en el mundo. El primero, es el de Nueva Zelanda y, sucesivamente de acuerdo al huso horario, estarán operando los de Sidney, Tokio, Singapur, Hong Kong, Bahrein, Londres, Frankfurt, Zurich, Toronto, Chicago y Nueva York.

¿Por qué deberíamos estar especialmente atentos a la cotización del peso mexicano en esos mercados, precisamente en esos momentos? En rigor, no hay justificación ninguna, salvo para quienes guían sus decisiones financieras por los pregoneros de la macrodevaluación, según el resultado de la consulta.

Nada, nada qué ver. No visualizo ni creo que tumbarán al Peso.

En los días recientes, aún fresco el invento mediático de la niña Frida Sofía en la tragedia del Colegio Rebsámen, locutores y comentócratas crearon un nuevo fantasma: Si gana Santa Lucía en la consulta, los inversionistas dejarán de confiar en México y, habrá una gran devaluación del peso.

Fui a la Taquería El Paisa a que el parrillero me sacara una muela. Vaya con el dentista, me recomendó, burlón. Así pues, los que saben de finanzas y divisas, de mercados y economía, no consultan el futuro inmediato del peso con los pregones de algunos informativos de la televisión.

Dentro de pocas horas, veremos que tal macrodevaluación no sucedió, una vez conocido el resultado de la consulta, cualquiera que sea. Nada, nada que ver una cosa con la otra, salvo en la mente y perversión de los altos fines del Periodismo. En tiempos de El Tigre Azcárraga Milmo, una noticia manipulada o expresión malintencionada para tumbar el peso mexicano, jamás hubiera ocurrido. Ahora sí, pero sin consecuencias. Los mercados son más inteligentes que los inventores de maledicencias. Los lectores son más inteligentes que los editores. Las audiencias no van a la Taquería a que les saquen una muela.

La siguiente frase sueña extraña, pero no lo es: La cotización del peso mexicano ante las principales divisas, en la normalidad dentro de la volatilidad.

Vivimos tiempos en los cuales la paridad fija es cosa del pasado. La continua variación del precio de las monedas, obedece a variables fundamentales de la economía de cada país y, a la economía del conjunto de países. También, obvio, a la sensibilidad o nerviosismo de los mercados y, entre todo ello, a la inevitable y casi común malquehacer de los especuladores.

Después de la consulta, el peso mexicano gozará de cabal salud. La víspera, hubo concentración y estado de alerta ante la apertura de los mercados. En un sector, para confirmar la credibilidad en el futuro gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador. En otro, frotándose las manos, cantando victoria contra los intereses nacionales: ¡Se los dije!

Unos y otros hicieron su chamba.

No es secreto que en el Gabinete propuesto por el Presidente Electo, ha habido mucho trabajo dentro y fuera del país. Eso no sale en la Tele. Dentro del tema que nos ocupa, el nominado para ser Secretario de Hacienda, el aguascalentense Carlos Urzúa Macías, sostiene conversaciones serias con los CEOs de los fondos de inversión más importantes del mundo. Los que deciden y manejan, pero también rinden cuentas y resultados a los millones de inversores individuales para quienes trabajan. Aunque se dude, después de los quebrantos de Enron y Goldman Sachs, de la debacle financiera de 2008, hay muchas cosas que han cambiado. Algunas domésticas no, como ciertas resistencias a reconocer el cambio que nació con el voto mayoritario del1 de julio. Cambio que conlleva la necesidad del Renacimiento del Periodismo mexicano y el fin de la larga era del chayote, la manipulación y la propaganda inútil. En el nuevo gobierno habrá Comunicación y no líneas ágata o tiempo-aire pagado. La publicidad oficial se reduce a la mitad.

Regresemos al peso mexicano. A nuestro peso, celebridad.

Como en la vida social común, en el mercado de divisas también hay clases. El peso mexicano tiene liquidez grande e importante. Es una de las ocho divisas más negociadas en todo el mundo. Sí, una de las ocho más importantes. Es la octava, después del Dólar estadounidense, del Euro, yen japonés, libra esterlina, dólar australiano, franco suizo y dólar canadiense, de acuerdo con datos del Banco de Pagos Internacionales y la revista Forbes.

Se estima que diariamente el mercado mundial de divisas opera más de cinco billones de dólares. La divisa más negociada es el dólar estadounidense, con un promedio de 4.6 billones. El peso mexicano está en octavo lugar, con 135 mil millones de dólares.

Las divisas élite son las pertenecientes al autollamado Grupo de los 10 (G-10): Dólar EU, Euro, Libra Esterlina, Yen Japonés, Dólar Canadiense, Franco Suizo, Dólar Australiano, Dólar Neozelandés, Corona Sueca y, Corona Noruega.

En seguida, vienen en importancia las divisas de seis países emergentes: Peso Mexicano, Esloti Polaco, Florín Húngaro, Corona Checa, Rand Sudafricano y Rublo Ruso.

Después, el resto.

Vemos y decíamos: el Peso Mexicano, toda una celebridad.

Es de sentido común y razonabilidad dentro del enfoque de la Economía, la frecuente variación de la cotización de nuestro peso. Dicho sea de paso, la normalidad dentro de la volatilidad. Nada, nada qué ver con los pregoneros que vincularon maliciosamente al futuro del peso con el resultado de la consulta democrática de AMLO sobre dónde debe quedar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

No creo que a quienes manejan fondos de inversión o comercio internacional, les provoque impulsos para. tundir al peso mexicano.

Cuando estas líneas sean leídas, en los mercados de divisas su normalidad sigue. En México, la vida va, como dice mi tocayo y colega Memo Ochoa.

Guillermo Mora Tavares, reportero desde 1964.