Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Ante varios miles de campechanos reunidos en el malecón de Ciudad del Carmen, Andrés Manuel López Obrador retomó ayer la bandera de “amor y paz” y afirmó que como para él no existe ni la venganza ni la simulación, no va a meter a la cárcel a ningún funcionario o político del Gobierno que concluye.
Y con ello enfrió y paró no sólo a algunos de sus más cercanos colaboradores quienes como Ricardo Monreal y Mario Delgado -líderes de las mayorías de Morena en el Senado y la Cámara de Diputados-, sino a millones de sus seguidores, piden cárcel para algunos de los más sobresalientes funcionarios del régimen saliente, como Rosario Robles, Gerardo Ruiz Esparza y otros, incluido el presidente Enrique Peña Nieto.
“A los que me ofendieron en muchas ocasiones, nos robaron dos veces la presidencia, a todos esos los perdono…”, afirmó.
Con su llegada a la Presidencia, agregó, concluye el método de buscar legitimarse persiguiendo y encarcelando a funcionarios y políticos del régimen anterior a fin de simular un cambio.
“No será así… yo no necesito legitimarme metiendo a la cárcel a ningún político”, insistió.
Recordó que en el régimen de Carlos Salinas, a quien calificó como el padre de la desigualdad moderna, apenas llegó a Los Pinos y metió a la cárcel a varios políticos.
“Y mientras la gente aplaudía creyendo que ahora sí las cosas iban a cambiar, los del gobierno se dedicaron a saquear.
“Y ahí empezó esta gran crisis… así comenzó, metiendo a uno, dos o tres políticos a la cárcel.
“¿Qué es más importante? ¿Meter a la cárcel a un político, andar persiguiendo políticos corruptos o transformar a México? ¡Cambiar al régimen! ¡No engañar, simular, con la persecución de uno, de dos, de tres políticos corruptos! Lo más importante es que se acabe este régimen de corrupción y privilegios.
“Y les voy a decir más todavía: tenemos que reconciliarnos
“¡No!, no vamos a empezar con eso, se los digo así con toda claridad, vamos a llevar a cabo la transformación de México y (eso) no es sacar a un político, eso es lo que hacían antes, que llegaba el nuevo gobierno y encarcelaban a un político del pasado y con eso decían ahora sí van a haber cambios”.
Al recordar que a lo largo de su lucha fue hasta aporreado y vilipendiado por quienes entonces detentaron el poder, dijo:
“A los que me ofendieron en muchas ocasiones, nos robaron dos veces la presidencia, a todos esos los perdono, porque yo no estoy pensando hacia atrás, en lo que me hicieron, yo lo que quiero es que nuestro pueblo salga adelante por los que vienen detrás”.
Para ello se requiere la conciliación y dejar atrás la confrontación y la venganza.
“Dicen algunos que ni perdón, ni olvido; los respeto mucho, pero perdón sí, olvido no. Y no podemos quedarnos anclados en el pasado, por nuestros hijos, debemos ir hacia adelante y dedicarnos a transformar al país…
“Se los explico de otra manera: vamos a llevar a cabo un cambio profundo, y es un cambio pacífico, ordenado, como se ha venido dando a partir del 1 de julio”, insistió.
Todo lo anterior lo señaló luego de que muchos de sus simpatizantes comenzaron a gritar “¡fuera ‘Alito’! ¡fuera ‘Alito’”, en repudio al gobernador Alejandro Moreno, que lo acompañaba.
PARÓ A MONREAL Y A DELGADO
Con esta aclaración de no persecución ni venganza, López Obrador deja de entrada desarmadas las intenciones de Ricardo Monreal y de Mario Delgado, presidentes de las Juntas de Coordinación Política y líderes de las mayorías de Morena en el Senado y la Cámara de Diputados.
Ambos anunciaron apenas iniciado el período legislativo, que crearían sendas comisiones de investigación legislativas contra Rosario Robles y otros funcionarios, quienes han sido señalados por la Auditoría Superior de la Federación e investigaciones periodísticas de ser los autores de multimillonarios desvíos en Sedatu y otras dependencias.
Las anunciadas comisiones investigadoras fueron “pospuestas” días después luego de que López Obrador calificó a Rosario Robles de “chivo expiatorio” y de que las acusaciones en su contra eran “un circo”.
Sin embargo, entre grupos de seguidores y militantes persiste el reclamo de ir contra algunos de los funcionarios y el Presidente saliente.
De ahí que sea para ellos en realidad el mensaje del malecón de Campeche de ir a una necesaria reconciliación nacional. De bajarle a la rijosidad y la confrontación, de enfriar los ánimos.
“PODEMOS CRECER AL 4%”
Ahí mismo, en Campeche, López Obrador afirmó que “existen las condiciones para que México crezca 4%” en su sexenio.
Lo dijo luego de que el Fondo Monetario Internacional, FMI, consideró que, a diferencia de otros gobiernos de América Latina, el del presidente electo tiene la gran oportunidad de aprovechar su capital político para emprender reformas de largo aliento en México, sin perder la estabilidad macroeconómica y la confianza de los mercados.
El aval del FMI contradice las proyecciones del Banco de México y algunas calificadoras que han bajado sus proyecciones, que estaban apenas en menos un 2% de crecimiento del PIB para el siguiente gobierno.
FORTALECER LA COMPETITIVIDAD
En este contexto Manuel Herrera Vega, presidente de la Asociación de Industriales de Latinoamerica, la AILA, buscará fortalecer la competitividad de la región por la vía de impulsar políticas públicas basadas en marcos legales que alineen la tendencia mundial, denominada Industria 4.0, y así robustecer las actividades productivas que generen mayor empleo y crecimiento económico.
Esto lo expuso durante su participación en la apertura del World Business Forum 2018 que se realiza en Quito, Ecuador, donde convocó a crear conciencia sobre la necesidad de impulsar la actividad empresarial como un factor esencial de la competitividad de los países.
NECESARIO REVOCAR DECRETOS
Ricardo Monreal, líder de Morena en el Senado, pidió al presidente Enrique Peña Nieto revocar los 10 decretos publicados el pasado 6 de junio en el Diario Oficial de la Federación, que eliminan la veda y en el que se establecen reservas de agua en varias cuencas hidrológicas del país.
El zacatecano pretende a su vez iniciar un debate que derive en un nuevo modelo de administración hidrológica y en la preservación del agua.
Al igual que Monreal, muchos mexicanos ven en esos decretos una puerta por la que pueden darse concesiones a empresas mineras, petroleras y al servicio de algunos municipios por sobre las demandas de los pueblos indígenas, núcleos agrarios y comunidades rurales.
Esos decretos suprimen zonas de veda y establecen reservas de agua en zonas y ríos seleccionados: Grijalva-Usumacinta (Chiapas, Tabasco y Campeche); Papaloapan (Oaxaca, Puebla y Veracruz); Pánuco (Estado de México, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Veracruz, Tamaulipas y Nuevo León); Costa Chica de Guerrero y Costa Grande (Guerrero y Oaxaca); San Fernando Soto la Marina (Tamaulipas y Nuevo León); Santiago (Aguascalientes, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí, y Zacatecas); Actopan- Antigua (Veracruz y Puebla); Costa de Jalisco (Colima y Jalisco); y Ameca (Nayarit y Jalisco).
La exigencia de Monreal pretende en realidad ser un freno para que Peña Nieto no de ninguna concesión en esas zonas en los apenas 45 días que le quedan en el poder.