Ciudad de México, México.— Las mujeres petroleras, a grito abierto, pidieron la renuncia de su dirigente sindical, Carlos Romero Deschamps y de sus 36 dirigentes sindicales para recobrar la organización sindical y su orgullo, además de eliminar la discriminación en sus lugares de trabajo.
En el “Primer Encuentro Nacional de Mujeres Petroleras”, realizado en la Cámara de Diputados, trabajadoras de esa industria manifestaron la necesidad de eliminar cualquier acto discriminatorio, abrir más y mejores espacios para desempeñar su labor, así como lograr paridad salarial.
Al respecto, la diputada morenista Susana Cano González, impulsora del evento, subrayó que en los objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, la igualdad de género y el empoderamiento de las ciudadanas, son puntos muy relevantes.
En esta Legislatura, continuó, “todas y todos debemos asumir el compromiso de trabajar fuerte para transitar hacia ese objetivo de paridad”.
Por principio de cuentas, apuntó, se deben tener muy claros los objetivos, para luego actuar desde el lugar donde estemos. “La mujer atraviesa una gran lucha, y muestra de ello es este conjunto de trabajadoras petroleras que pelean por sus propios lugares”.
Exhortó a que los principios de disciplina y esfuerzo sean los ejes para seguir adelante, a fin de lograr igualdad y hacer valer el respeto al género. “Es momento para aprovechar la Cuarta Transformación, romper con hábitos y fomentar esos valores desde la educación de los infantes”, concluyó.
La investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el tema de género y derechos humanos de las mujeres, Gabriela Delgado Ballesteros, expuso que es necesario reconocer el papel del sector femenino sobre todo en un ámbito donde ponen en peligro su integridad, como lo es la industria petrolera.
“Se debe acabar con el sindicalismo charro que ejerce una violencia institucional sobre el cuerpo y el alma de las trabajadoras”, apunto la académica.
En su turno, Elvira del Carmen Obrador Domínguez, la representante del Comité Obrero Internacional, mencionó que en el país, la empresa donde existe un alto índice de acoso laboral de mujeres es Petróleos Mexicanos (Pemex), por lo que consideró urgente implementar mecanismos que eliminen actos de discriminación de género.
Subrayó que de acuerdo con estudios, cerca del 40 por ciento de las profesionistas han expresado que alguna vez sufrieron acoso laboral o mobbing, y cinco de cada diez personas indican que el lugar donde trabajan no cuenta con los mecanismos para colocar una queja y si lo hacen no hay facultadas para su defensa.
Recomendó a los diputados crear esquemas de protección para evitar que las mujeres sean vulneradas en sus derechos laborales, pues aún existe una disparidad salarial entre géneros; muestra de ello, añadió, es que empleo informal sea encabezado por el sector femenino con un 57.2 por ciento.
María de Lourdes Díaz Cruz, líder del Movimiento Nacional de Transformación Petrolera, se pronunció por recobrar el orgullo petrolero, el cual “ha sido pisoteado” desde el arribo del actual dirigente sindical, pues hizo que el trabajador de este sector se olvidara de que es una fuerza calificada de nivel internacional”.
Sostuvo que quienes participan dentro de esta industria son profesionales y destacó la participación de la mujer; sin embargo, afirmó, se debe seguir luchando por la equidad y defender los recursos que son de la nación.
“No vamos a permitir que se violen los derechos de las y los trabajadores petroleros ni se les repriman. Es necesario darles voz y votos a los jubilados. Vamos a refundar el sindicato petrolero y sin discriminación; pugnaremos por la cero tolerancia al acoso y abuso sexual, no vamos a permitir que una mujer sea violentada en esta industria”, añadió.
Josefina Peñafiel, trabajadora sindicalizada de Pemex, manifestó que a “las mujeres las han tachado de problemáticas y conflictivas”, sólo por luchar por sus los derechos laborales. “Ya basta que nos quiten el derecho a ascender y capacitarnos en el ámbito laboral, deseamos un trato justo y equitativo”.