Ciudad de México, México.— De acuerdo con los estudios internacionales, el Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México y la Base Aérea de Santa Lucía son compatibles, lo que no ocurre con la terminal aérea que se construye en Texcoco, aseguró Javier Jiménez Espriú, próximo secretario de Comunicaciones y Transportes.
En conferencia de prensa advirtió que el costo de la obra que se realiza en el Estado de México ha elevado sus costos hasta alcanzar los 285 mil millones de pesos y no estará lista en el próximo sexenio, por lo que se estima que podría concluirse hasta 2024.
En la casa de transición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, precisó que luego de un análisis a un estudio que organizó la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el próximo gobierno federal contempla dos opciones:
La primera, detalló, continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, contemplando costos extra para urbanización y vialidades que trasladen a los usuarios hasta ese lugar, incluida la posibilidad de una nueva línea del Metro, además de cerrar la actual terminal aérea y la Base Militar de Santa Lucía por ser incompatibles con el actual proyecto.
La segunda, continuó, es suspender la construcción en Texcoco, “hacer una cirugía mayor” al aeropuerto “Benito Juárez”, ordenar un estudio que tardaría cuatro meses para construir dos pistas en Santa Lucía y sumar la ampliación y modernización del Aeropuerto Internacional de Toluca, en el Estado de México.
Explicó que independientemente de las opciones previstas, tomarán medidas inmediatas e impostergables para solucionar el problema de saturación y a partir de diciembre iniciarán trabajos de modernización y rehabilitación del actual aeropuerto capitalino y el de Toluca para incrementar la capacidad a 60 millones de pasajeros.
Como parte de estas medidas, dijo que se requiere una “cirugía mayor” al AICM para recibir entre 48 y 50 millones de pasajeros, entre ellas, resolver el problema de hundimiento, drenaje, agua, construcción de plataformas adicionales para posiciones remotas y dar mayor cabida a más aviones.
Asimismo, incluir instrumentación de última generación en materia de comunicaciones vía satélite para el control del espacio aéreo y aviones, aplicar una nueva forma de atender a pasajeros y eficientar los procedimientos internos.
Aseveró que con ambos aeropuertos se tendrá capacidad para 60 millones de pasajeros, cercana a los 70 millones que se pretende atender en la primera etapa de la nueva terminal aérea, lo que implicará una inversión de entre tres mil y cinco mil millones de pesos en dos años, además de que empezará a funcionar de manera paulatina.
Acompañado por Carlos Morán Moguel y Gerardo Ferrando Bravo, próximos subsecretario de Transportes y director general del Grupo Aeroportuario, respectivamente, añadió que las alternativas de solución a largo plazo siguen siendo dos: la continuación del aeropuerto en Texcoco, con la cancelación del AICM “Benito Juárez”, y la base aérea de Santa Lucía debido a la incompatibilidad aeronáutica.
Mientras que la otra es fortalecer el Sistema Aeroportuario con la rehabilitación y modernización del AICM “Benito Juárez”, la rehabilitación del Aeropuerto de Toluca y la construcción del aeropuerto en la base de Santa Lucía, que es factible desde el punto de vista aeronáutico.
Ante el próximo, director de Comunicación Social, Jesús Ramírez Cuevas añadió que en todos los contratos para esta obra habrá absoluta transparencia y honestidad.