Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Andrés Manuel López Obrador
La pregunta nos llevó a la consulta en varias enciclopedias de la lengua y todas coinciden: quiebra en una empresa es la insolvencia, en un país o nación, es el estado fallido.
¿Por qué Andrés Manuel López Obrador no lo calificó así y sólo habló de un país quebrado?
Lo que sea que esté detrás de su contundente calificación -que no pocos asumieron como la disculpa previa a la anunciada incapacidad para cumplir sus promesas-, ha creado un impacto nacional e internacional que va a ser difícil de subsanar entre inversionistas y otros sectores sensibles ante este tipo de afirmaciones.
Y más aún cuando sus colaboradores más cercanos han asumido su mismo discurso respecto de la catástrofe que vive México.
AMLO va a tomar posesión del poder en 42 días y el tiempo para él y los suyos se irá más rápido que para el resto de los mexicanos.
El caso es que la declaración del presidente electo López Obrador generó una rápida respuesta e la que los líderes empresariales y del capital lo menos que dijeron es que evidentemente el tabasqueño ve un país que no es en el que ellos operan con estabilidad económica, gobernabilidad y paz social a pesar de que hay regiones donde eso no sé da.
En su mayoría indicaron que, si bien México no es jauja, tampoco es el desastre y el caos generalizado.
Un ejemplo de la diversidad de visiones en este punto lo dio ayer un periodista que dijo y preguntó a Ricardo Monreal, líder de la mayoría de Morena en el Senado y presidente de la Junta de Coordinación Política lo siguiente:
Los mercados no parecen dar esa lectura de que estamos en un país en quiebra, las calificadoras tampoco; ¿cuáles son las bases para decir que estamos en un país en quiebra? ¿No se estarán curando en salud?
Evidentemente molesto, el zacatecano respondió descalificando al reportero: “no es necesario ser profundamente inteligente, conque seas medianamente inteligente, te das cuenta de que el país está hecho pedazos: deuda, desempleo, inseguridad, corrupción, impunidad, pues es normal.
“Tú sales a la calle, y es impresionante el estado de descomposición social que estamos viviendo.
“Tenemos elementos también de juicio: la deuda externa asciende a más de 10 billones de pesos.
“Tenemos un Estado prácticamente en guerra civil con tantos muertos, desaparecidos y levantados diariamente. Y tenemos problemas graves con la impunidad de grupos. Tenemos territorios completos ya sin control institucional, entonces es obvio que sí estemos padeciendo eso…
“L0a quiebra no es sólo económica, sino es una quiebra moral. La decadencia es impresionante y los retos a los que se enfrentará el Presidente Electo también son enormes y creo que, en la quiebra acompañada, no sólo de lo económico sino de lo moral, es la restitución del tejido social, restitución de la confianza y combate a fondo contra la corrupción y la impunidad”.
Recuperado de su enfado, Monreal justificó: “… lo que está haciendo Andrés Manuel es hablar con la verdad”.
Y eso dio pie a una réplica del reportero agraviado:
Pero la verdad de los mercados no es esa.
“No sé. Pero la verdad de los mercados siempre es manipulable, creo yo.
“No lo sé, digo, siento que el país sí está en grave riesgo económico, que hay una emergencia económica, que hay un problema de inseguridad grave, que hay un problema de escala superior en materia de corrupción e impunidad.
“Yo sí creo que el país está en grave problema, en grave riesgo, sí creo. Hay elementos para presumir que va a haber problemas serios.
“El problema de las universidades que están en quiebra, el problema del Fondo de Pensiones, las reservas actuariales de los trabajadores, el problema de territorios completos, los mismos estados del país están en grave problema de riesgo económico, los organismos autónomos.
“El Gobierno Federal tiene problemas graves porque la infraestructura y el mantenimiento de la misma se abandonó hace mucho tiempo y el país está, para mí; yo estuve en Zacatecas el fin de semana, a la toma de protesta de unos presidentes municipales, y el reclamo es impresionante: la falta de recursos, el saqueo y la falta de dinero para poder atender a los reclamos sociales son enormes, y yo creo que así está el país.
“O sea, sí está en quiebra, para mí, y no es curarse en salud, es hablar con la verdad”, concluyó.
Monreal evidentemente estaba caliente. Y un político de su nivel no debe calentarse nunca porque le podría pasar lo que al granizo, derretirse, como decía el Alazán Tostado.
Insisto y pregunto, ¿qué opinarán de todo esto las calificadoras, los inversionistas internacionales y nacionales, los líderes políticos y de gobierno interesados en México?
¿Si Usted fuese uno de ellos que haría?, ¿continuaría con su plan de invertir o de hacer negocios o alianzas con el México que presidirá Andrés Manuel López Obrador?
¿Qué debemos pensar los simples mortales de a pie que nacimos y vivimos en este país? ¿Debemos prepararnos para un rompimiento social, para acciones armadas, para qué?
¿Estamos ante la inminencia de perder lo que tenemos?, ¿en verdad estamos en quiebra?
La verdad es que el panorama que pintan López Obrador y el senador Monreal es aterrador, y preocupante.
Mal asunto todo esto. ¿o no?
ARREGLOS
En medio de las noticias negras surgen las regulares que nos indican que en el Senado ya hay acuerdo para el reparto de las residencias en las 44 Comisiones Legislativas que la integran.
Queda aún por definir cuantos senadores integran cada comisión y cuantos de cada fracción.
De las 44 comisiones, 20 serán encabezadas por senadores de Morena; 8 por legisladores del PAN; 5 por alguno del PRI; 3 para el MC y para el Verde, el PRD, PT y Pes se reservaron 2 para cada partido.
La Junta de Coordinación Política acordó además que sólo se viajará al exterior cuando sea ineludible y si algún senador quiere asistir a algún evento internacional lo hará a cuenta propia.
Los coordinadores senatoriales acordaron que un Grupo Plural de legisladores acompañe las negociaciones del TLCAN. El grupo estará formado por: José Narro Céspedes, Alejandra Noemí Reynoso Sánchez, Verónica Martínez García, Samuel Alejandro García Sepúlveda, Israel Zamora Guzmán, Sasil de León Villard, Nancy de la Sierra Arámburo, y Eduardo Enrique Murat Hinojosa.