Inteligencia Competitiva
Ernesto Piedras
Al término de su administración, el Presidente Enrique Peña Nieto en cumplimiento del mandato constitucional hizo entrega recientemente de su 6º Informe de Gobierno, ejercicio de transparencia y rendición de cuentas que reporta los últimos avances en la consecución de las metas establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo.
En materia de telecomunicaciones destacan muy positivamente varios componentes del desempeño del mercado, como el aumento en cobertura y calidad, así como la reducción significativa de precios de los servicios, en línea con el objetivo de democratizar su acceso universal entre los mexicanos.
Asimismo, da cuenta de la entrada de nuevos e importantes competidores al mercado, circunstancia que, aunada a los importantes flujos de inversión privada, gestaron una dinámica competitiva y de crecimiento sectorial.
Precisamente, la inversión en infraestructura de telecomunicaciones reportada alcanzó un monto anual de $63,351 millones de pesos durante 2017, de los cuales 97.1% ($61,484 mdp) correspondieron a la formación de capital bruta realizada por agentes privados. El restante 2.9% es atribuible al ejercicio de recursos gubernamentales, es decir inversión pública, destinada a programas de política pública de conectividad como México Conectado, proyectos de Infraestructura Pasiva, Red Troncal y el Sistema Satelital Mexicano.
El monto absoluto de recursos ($1,866 mdp) durante 2017 fue 14.1% mayor que el año anterior, pero aún por debajo del promedio realizado en los tres años anteriores (2013-2015). La expectativa es que al finalizar el año se concrete un ejercicio de $1,187 millones de pesos, con lo que la inversión pública se reducirá 36.4%.
En un país como México, cuyo sector de telecomunicaciones le caracteriza un déficit en capital infraestructural, es importante promover todos los mecanismos fiscales, regulatorios, de competencia, comerciales, entre otros, para acelerar el flujo nacional e internacional de recursos productivos para su capitalización.
Si bien no es el principal componente de inversión, resulta deseable que se retome la senda de recursos gubernamentales destinados a la capitalización del sector, que abonan tanto al dinamismo sectorial como a la materialización del escenario de conectividad universal, manifiesto y mandatado en la Constitución.
Pero sin duda el componente más importante en la inversión total es el privado que depende del ambiente de competencia efectiva, toda vez que sistemáticamente el agente económico preponderante ha sido el que menos contribuye a la dinámica de capitalización.
La inversión privada registró una contracción de 27.7%, resultado de la marcada reducción de 46.3% en términos anuales de las inversiones de América Móvil, grupo económico que, a pesar de obtener más de dos tercios de los ingresos totales del sector, únicamente contribuye con 32.2% de los recursos de capital sectorial.
En su segmentación por grupo económico, destaca que Grupo Televisa fue el que realizó mayores adiciones de capital, al invertir $20,027 mdp en 2017, un tercio del total, monto incluso superior a los $19,804 mdp ejercidos por América Móvil.
Por su parte, el conjunto de otros operadores competidores invirtió $41,680 mdp, una razón 13.5% menor al monto de 2016.
A su vez, en 2017 tuvieron lugar frescas adiciones de inversión por parte de Altán, desarrollador de la Red Pública Compartida, que destinó $2,352 mdp en 2017 para alcanzar su primer hito de cobertura durante el primer trimestre de 2018.
Aquí parecería que la fórmula para incentivar la inversión privada es nada más y nada menos, la gestación de competencia efectiva, la reconfiguración del mercado y por supuesto, la implementación efectiva del marco regulatorio para la competencia.
En otras palabras, prevalece la evidencia de que el mejor mecanismo para promover la inversión en infraestructura de telecomunicaciones es la cabal aplicación de la regulación para lograr competencia efectiva en el sector.