Ciudad de México, México.– No es infrecuente que aquello que nos es diferente represente una amenaza: los migrantes, las personas de religión distinta, con diversidades sexuales u opiniones políticas desiguales a las nuestras; aunque en realidad lejos de ser un riesgo, representan la posibilidad de que la sociedad continúe, se renueve y enriquezca.
Así lo afirmó la abogada general de la UNAM, Mónica González Contró, al participar en la presentación de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017, levantada por esta casa de estudios en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
La ENADIS, como todas las acciones contra la discriminación, ayuda a comprender que “sin diversidad no hay vida”, remarcó.
En la sala de prensa del INEGI, el presidente de ese instituto, Julio A. Santaella, informó que una de cada cinco personas mayores de 18 años en México ha sido discriminada en el último año, y a un 23.3 por ciento se le ha negado injustificadamente el acceso a la atención médica, a servicios en oficinas gubernamentales, al apoyo de un programa social o a la entrada y permanencia en algún negocio o centro comercial en el último lustro.
El estudio, levantado en 39 mil viviendas de todo el país, en las que se entrevistó a más de 100 mil personas mayores de 18 años, señala que los motivos más frecuentes por los que las mujeres son discriminadas son: la apariencia física (51 por ciento), las creencias religiosas (32 por ciento) y el género (29.5 por ciento).
En tanto, a los hombres se les discrimina por su apariencia física (56 por ciento), la manera de hablar (28 por ciento) y por su edad (26.9 por ciento).
Al analizar la situación de grupos sistemáticamente discriminados, se observa que en los últimos cinco años 24 por ciento de los indígenas han sufrido esta situación, al igual que 28 por ciento de las personas con alguna discapacidad, 27.3 por ciento de quienes profesan una religión distinta a la mayoritaria, 17 por ciento de los adultos mayores, 26.3 por ciento de los adolescentes y 22.8 de las mujeres.
Los estados con mayor prevalencia de discriminación son Puebla, Colima, Guerrero, Oaxaca y Morelos.
Respecto al rechazo a la diversidad, la encuesta arrojó que el 39 por ciento de los hombres mayores de 18 años dijo que no le rentaría un cuarto en su vivienda a un extranjero, a un joven o a una persona con VIH-Sida.
El 39 por ciento de las mujeres no le rentaría un cuarto a un extranjero, 38 por ciento a un joven y 33 por ciento a una persona con VIH.
En cuanto a los prejuicios –predisposición irracional a adoptar comportamientos negativos a un grupo o sus miembros–, la encuesta también reveló que 63 por ciento de los hombres y 58 por ciento de las mujeres piensa que los jóvenes son irresponsables.
Un 45 por ciento de los hombres y 44 por ciento de las mujeres considera que mientras más religiones se permitan en el país habrá más conflictos sociales. Además, 42 por ciento de los varones y 37 por ciento de las mujeres indica que los pobres se esfuerzan poco por salir de su condición.
De igual manera, 36 por ciento de los hombres y 34 por ciento de las mujeres aseveró que convivir con personas con VIH-Sida es siempre un riesgo.
La encuesta también analizó que la tonalidad de piel es motivo de discriminación. Al pedirle a la población que se identificara en la escala de 11 tonalidades de piel (ubicadas en el Proyecto de Etnicidad y Raza en América Latina, PERLA), se observó que los más claros se relacionan con personas con puestos directivos, mientras que los tonos más oscuros se identifican con trabajadores de servicios, apoyos y personales.
“La igualdad que por mandato constitucional debería ser el centro de nuestra democracia, resulta ilusoria. Los datos de la ENADIS nos indican que no hay igualdad en México”, resaltó Alexandra Haas Paciuc, presidenta del Conapred.
En la presentación de la Encuesta, el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, insistió en que los resultados reflejan que no basta que un derecho esté en la norma jurídica, sino que es necesario cerrar la brecha entre la ley y la realidad.
La pluralidad y diversidad, añadió, son inherentes a nuestro país, por lo que no se le debe dar cabida a la discriminación. Los enemigos de México son la desigualdad y la pobreza, y su combate es de interés común.
La encuesta, concluyeron, busca hacer visible la discriminación en México, contar con información objetiva y poder diseñar acciones que la prevengan y combatan.