Ciudad de México, México.— El poder legislativo federal busca endurecer las penas hasta con 5 años de prisión o 500 días de trabajo a favor de la comunicad, contra quien atente contra la dignidad humana o anule o menoscabe los derechos y libertades de las personas, por razones de origen étnico.
La diputada María Victoria Mercado Sánchez (MC), secretaria de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, sugirió reformar el Código Penal Federal, con el objetivo de aumentar hasta cinco años de prisión o 500 días de trabajo a favor de la comunidad, la sanción a quien atente contra la dignidad humana o anule o menoscabe los derechos y libertades de las personas, por razones de origen étnico.
La iniciativa, remitida a la Comisión de Justicia, refiere que actualmente el artículo 149 Ter de dicho Código establece que se sancionará con uno a tres años de prisión o 150 a 300 días de trabajo a favor de la comunidad y hasta 200 días multa al que por razones de origen o pertenencia étnica o nacional, raza, color de piel, lengua, género, sexo, preferencia sexual, edad, estado civil, origen nacional o social, condición social o económica, condición de salud, embarazo, opiniones políticas o de cualquier otra índole, atente contra la dignidad humana o anule o menoscabe los derechos y libertades de las personas.
La legisladora planteó modificar dicho artículo para que la sanción sea de tres a cinco años de prisión o de 300 a 500 días de trabajo a favor de la comunidad, ya que, de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), es una práctica cotidiana dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo.
Subrayó que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el color de la piel influye en el nivel de estudios y en las oportunidades laborales que tiene la gente en México. “Entre más oscura es la piel, resulta más difícil salir adelante”. Otros estudios demuestran también discriminación por el origen cultural de las personas.
Además, mencionó que uno de cada cuatro mexicanos se siente discriminado por su apariencia física y 5.5 por ciento considera negativo que la sociedad esté formada por gente de fenotipos distintos. Asimismo, 23 por ciento de los encuestados, habitantes de México, no están dispuestos a vivir con alguien de otra “raza” o con una cultura distinta.
Otro estudio, realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que el 51.2 por ciento de los encuestados indicó que el color de la piel influye en el trato que reciben las personas. Asimismo, el 72.2 por ciento consideró que sí hay racismo en México, y 47 por ciento que los indígenas no tienen las mismas oportunidades para obtener un trabajo.
Respecto a la población afrodescendiente en el país (cerca de 1.2 por ciento del total), un estudio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señaló en 2016 que poco más de 40 por ciento de esta población ocupada no cuenta con prestaciones por parte de su empleador.
“Los cimientos de la discriminación o el racismo parecen fijarse desde una edad temprana, observó” el documento de la CNDH.