Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
En busca de no impactar ni la macreoeconomía ni alterar los mercados y los niveles peso-dólar, pero sobre todo para mantener en cauce la tranquilidad social del país, el presidente Enrique Peña Nieto recibió en Palacio Nacional y conversó largamente con Andrés Manuel López Obrador, quien arrasó en las elecciones del pasado domingo y quien mantiene abiertas muchas dudas y nerviosismos por sus promesas de actuar contra las reformas energética y educativa, y de cancelar el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México además de ir a un cambio a fondo de régimen.
En este esfuerzo de mantener el cauce de las cosas en México, Peña Nieto y López Obrador convinieron justamente en incluir al nuevo gobierno en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio, y elaborar conjuntamente el próximo proyecto de presupuesto de Ingresos y Egresos para 2019 que se deberá presentar a la Cámara de Diputados el 12 de septiembre próximo.
En este mismo sentido, en lo que ya pareciera una especie de cogobierno entre la administración saliente con la entrante, el presidente Peña Nieto invitó además a López Obrador a participar la 13 Cumbre de la Alianza del Pacífico a realizarse en Puerto Vallarta el 24 de este mes de julio.
Este encuentro tiene previsto reunir a los jefes de estado de China, Japón, Corea y el resto de las naciones que forman parte de este bloque.
Será sin duda la introducción del tabasqueño en los círculos de los líderes más importantes del mundo.
Durante el segundo día luego de la abrumadora victoria electoral de López Obrador, este también amarró un encuentro con Mike Pompeo, secretario de Estado de Trump, quien llegará a México el viernes 13 de julio para un encuentro con Peña Nieto y el secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray.
En los hechos el proceso de transición está en marcha. Ayer el recorrido realizado por Palacio Nacional con Peña Niego como guía de turistas, dejó sonriente y del mejor humor a López Obrador quien al salir del encuentro explicó a los medios de los temas abordados.
Sin embargo, las fotos dejaron un claro escenario del buen ambiente que se dio entre ambos. Una foto, desde mi punto de vista, destacó sobre todas. Esa donde ambos se saludan y en medio y al fondo se ve la histórica silla presidencial con el águila y la serpiente sobre el respaldo de la misma.
Esa dónde sólo cabe un mexicano, el presidente en turno.
A pesar de la vorágine, la transición será larga, en total cinco meses de hoy al 1 de diciembre.
López Obrador indicó que a lo largo de una hora que duró su encuentro con Peña Nieto, hablaron sobre el TLC, la reforma energética, el presupuesto y del futuro del nuevo aeropuerto.
El arranque formal de la transición se hará oficialmente una vez que el Tribunal Electoral cumpla con el trámite de entregarle oficialmente su reconocimiento como Presidente Electio.
AMLO consideró que el encuentro fue “cordial y amistoso”.
LA PRIMERA BATALLA POSTELECTORAL
El Senado será hoy el escenario del primer encuentro postelectoral de todas las fuerzas políticas reconocidas en el país.
El Senado será hoy, como cada semana, la sede de la sesión de la Comisión Permanente del Congreso que por ahora preside Ernesto Cordero, quien el sábado fue expulsado fastrack por la dirigente del PAN.
Por supuesto que Cordero será entrevistado sobre esta expulsión y sobre la gran batalla que ya ocurre por el control de Acción Nacional.
Por un lado Ricardo Anaya, luego de haber sido derrotado contundentemente en su aspiración presidencial, ya cantó que pretende regresar a la dirigencia del PAN, para desde ahí convertirse en la principal oposición frente al gobierno emergente de Andrés Manuel López Obrador.
Pero por el otro, el grupo de los senadores Cordero, Jorge Luis Lavalle Maury, Roberto Gil Zuarth y Salvador Vega Casillas, y amplio sector del panismo, en el que se encuentran los gobernadores de Aguascalientes, Martín Orozco; Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis; Durango, José Rosas Aispuro; Puebla, José Antonio Gali (quien responde a los intereses de Rafael Moreno Valle); Querétaro, Francisco Domínguez; Quintana Roo, Carlos Joaquín González y Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, ya dijeron que irán por la refundación del PAN, donde ya no cuentan con la participación de Anaya.
Estos mandatarios anunciaron el miércoles pasado que crearían la “Asamblea de Gobernadores de Acción Nacional”, la GOAN, como un espacio “para el diálogo incluyente, análisis, intercambio de ideas y la búsqueda de acuerdos en beneficio de la población” de las entidades que la conforman.
En este grupo no participan Miguel Ángel Yunes Linares de Veracruz; Francisco “Kiko” Vega, de BC norte; Javier Corral, de Chihuahua; Miguel Márquez de Guanajuato y Antonio Echevarría Márquez de Nayarit.
Este nuevo escenario advierte que la batalla por el control del PAN será a fondo, una batalla en la cual se pretende además hacer un ajuste de cuentas a Anaya por haber llevado a su partido al desastre electoral en que hoy se encuentra.
BARBOSA EMPAÑA EL TRIUNFO DE AMLO
Derrotado claramente por Martha Erika Alonso, esposa del exgobernador Rafael Moreno Valle, el chaquetero senador con licencia Miguel Barbosa, ha lanzado a sus seguidores a la violencia mientras él reclama una revisión voto por voto de la elección a gobernador en Puebla.
Con su actitud, Barbosa es el único de los aspirantes a gobernador que dentro de esta elección no ha reconocido los resultados emitidos por la autoridad electoral de su estado.
Aferrado a un triunfo inexistente según los conteos del PREP y de las actas, Barbosa pretende que se revise toda la elección a gobernador en Puebla rescatando aquel grito de voto por voto, casilla por casilla lanzado por Andrés Manuel López Obrador en la elección de 2006 que luego terminó con la toma de Paseo de la Reforma y del Zócalo durante un mes.
Con esta actitud Barbosa regresa a los mexicanos al escenario de confrontación y ruptura de 2006 planteado por entonces por AMLO, que le dejó una imagen de intolerante que tardó años en subsanar.
Hoy, mientras López Obrador camina dentro de un escenario de inclusión y tolerancia, un ambiente de paz y tranquilidad social, de reconocimiento de resultados electorales en el resto de las plazas en disputa, Barbosa crea conflictos y lanza a sus seguidores a la toma violenta de instalaciones electorales y de otros partidos en busca del pretexto para alegar un fraude inexistente y echar abajo el proceso que no le favoreció.