Ciudad de México, México.– El efecto más tangible del anuncio de Donald Trump sobre la imposición de nuevos aranceles a las importaciones de acero y aluminio desde México, Canadá y la Unión Europea (UE), es la continuación de la volatilidad del tipo de cambio y, a mediano plazo, un probable incremento de precios en el mercado interno.
Ante ello, José Manuel Márquez y José Nabor Cruz, especialistas del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, consideraron adecuada la reacción “espejo” del gobierno mexicano de imponer medidas equivalentes a diversos productos que se comercializan con Estados Unidos, básicamente bienes agroindustriales que tienen su origen en diversas entidades de la Unión Americana (mayormente republicanas) que favorecen políticamente a Trump, con vistas a las elecciones de noviembre.
La acción del presidente estadounidense es más una medida de presión para la renegociación del TLCAN y para la Unión Europea, con quien busca una disminución de los impuestos a los autos que comercializa en esa región.
Los universitarios indicaron que la imposición de aranceles también representa un mensaje hacia los electores de EU, en cuanto a que está cumpliendo con su promesa de campaña de proteger a las industrias acerera y automotriz de su país, así como los empleos que generan ambos sectores.
José Nabor Cruz reiteró que la medida se da en el marco de la renegociación del TLCAN para forzarlo un poco más, y el consecuente posicionamiento de México fue el adecuado.
El mundo se constituye por bloques comerciales: Estados Unidos, Sudamérica, Unión Europea y China; en este contexto de una posible guerra comercial, quien ha dado los primeros golpes ha sido EU, dijo.
Es una apuesta de Trump, quien “busca aislarse, desplegar el proteccionismo en su país. Pero esta situación podría ofrecer una ventana de oportunidad a los otros bloques (Unión Europea y China) para aumentar el intercambio con México y Latinoamérica”.
El Inegi reportó que a partir del segundo semestre del 2017 las exportaciones de nuestra nación hacia la Unión Europea, y a otros mercados como Sudamérica, crecieron casi al triple en comparación con las que se realizan con EU, subrayó.
Además, el gigante asiático apuesta por incrementar el comercio con México, quien también podría establecer esa carta durante la renegociación del TLCAN.
Al respecto, José Manuel Márquez señaló que una vez se lleven a cabo las elecciones de noviembre próximo en Estados Unidos, Trump podría retroceder en su decisión y retomar ciertos acuerdos en la revisión del TLCAN (proceso que podría extenderse hacia 2019) o salirse del acuerdo comercial.
De desdecirse de esta medida, el presidente estadounidense restaría credibilidad a sus acciones y podría ser visto como una debilidad de negociación, en tanto que la Unión Europea podría tomar más fuerza de negociación con México, basada en los principios de la Organización Mundial de Comercio.