Ciudad de México, México.– Los diputados panistas León Aguirre Michel, presidente de la Comisión Especial de la Industria Automotriz, y Miguel Ángel Salim Alle, secretario, se reunieron con representantes de este sector, quienes expresaron que el reto más importante que enfrentan es el reajuste del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la prohibición para importar vehículos chatarra.
Aguirre Michel reiteró que la Comisión está abierta para recibir las inquietudes y brindar el apoyo que requieren para que los reclamos e inquietudes se hagan valer más y lleguen a buen fin.
El director Adjunto de la Industria Nacional de Autopartes, Ramón Álvarez, dijo que en 2017 se alcanzaron cifras récord de producción con valor de 88 mil millones de dólares, 11 por ciento más que en 2016, de los cuales 60 por ciento se destina a las plantas de Estados Unidos para autos y tractocamiones.
El empleo directo llegó a 820 mil plazas, 8 por ciento más que en 2016; se generaron en la frontera norte del país, Bajío, Puebla y Tlaxcala. Esta industria tiene aproximadamente mil 700 empresas instaladas en el país, añadió.
Mencionó que algunos de sus retos a enfrentar son el dar continuidad al TLCAN, y que sea en términos favorables, así como revisar las condiciones de educación que existen para los jóvenes en México a nivel técnico e ingeniería, “ya que el nivel educativo del que están saliendo de los tecnológicos y universidades no es suficiente para asimilar las nuevas tecnologías, como los autos híbridos eléctricos”.
Subrayó que el sector está rezagado en investigación y desarrollo por falta de presupuesto; por ello, expresó que será un tema a analizar en la siguiente Legislatura.
Juan Pablo Calderón Patiño, de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, expresó que durante 2017 México creció en producción 13 por ciento; en exportación, 12, y obtuvo el cuarto lugar en exportación global. “En 2020, los estudios son que México va a rebasar a la India y a Corea del Sur para convertirnos en el quinto productor mundial de vehículos”.
Consideró que hoy el país depende más de la industria automotriz que de los ingresos petroleros; “en generación de divisas producimos más que el turismo y las remesas”.
La reforma financiera ha facilitado la posibilidad de que más mexicanos tengan acceso a mejores vehículos con crédito automotriz, ya sea por la banca privada, de las financieras de armadoras o del autofinanciamiento.
Mencionó que la regulación para importar de vehículos usados mina el mercado interno nacional; por ello, agregó “nos oponemos a cualquier regularización, matriculación o censo de cualquier autoridad”.
Reconoció el trabajo realizado con la Comisión durante esta Legislatura y confió que en la próxima se dé continuidad en beneficio del sector.
La directora de Comunicación de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, Angélica Bucio Méndez, expresó que el país ocupa el primer lugar de exportación de tractocamiones; el cuarto en vehículos pesados a nivel mundial, y el sexto en producción de camiones pesados. La industria genera 84 mil empleos, de los cuales 18 mil 500 son directos, y contribuye con el 1.3 por ciento del PIB manufacturero.
Consideró que los vehículos pesados son fundamentales para la economía nacional debido a que mueven el 56 por ciento de la carga nacional y trasladan al 96 por ciento de las personas que transitan en el país; además, es el medio del transporte más socorrido para el turismo, uno de los impulsores de la economía.
Agregó que el sector tiene el reto de reajustar en las relaciones comerciales, es decir, las negociaciones del TLCAN; existe una alta edad vehicular, que en los pesados es en promedio de más de 18 años. No hay un mecanismo real para una regulación sostenible de la flota; “no podemos asegurar que las unidades cumplan con su ciclo de vida”.
Esta actividad económica se enfrenta a la importación de automotores usados. “En 2019, si no tomamos cartas en el asunto, se podrán importar más vehículos pesados usados, lo que la coloca en una situación muy riesgosa”, afirmó.
Dijo que 2018 presenta una situación bastante adversa para el sector, pues “los transportistas enfrentan temas de sobrerregulación, de robo y liberación de precios de combustible; ante esto, es momento de actuar”.
Pidió el apoyo del Congreso de la Unión para actualizar el marco regulatorio en el que se promueva actualizar el acuerdo ambiental, que prevenga la importación de vehículos chatarra.
Reconoció que en esta Legislatura se impulsó al sector; sin embargo, dijo, “quedan muchos retos, porque no podemos permitir que la incertidumbre política frene la industria automotriz de vehículos pesados”.