Ciudad de México, México.— El Congreso de Estados Unidos es poco probable que proponga una acción legislativa que ataque el problema del tráfico ilícito de armas del vecino del norte a México, señaló el Senado de la República.
Recordó que cientos de miles de estadounidenses se manifestaron en demanda de acciones para limitar las altas tasas de violencia generadas por armas de fuego.
En la Nota de Coyuntura “El control de armas en Estados Unidos y sus implicaciones para México”, el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques (CEIGB) del Senado de la República repasa el estado actual del debate interno en Estados Unidos para implementar leyes que hagan frente al exceso de violencia provocado por armas de fuego y revisa las implicaciones que este derecho otorgado a los ciudadanos estadounidenses ha tenido para México en los últimos años.
El documento comienza afirmando que, si bien no se conoce el número exacto de armas en Estados Unidos, se calcula que hay alrededor de 300 millones de estos instrumentos en circulación en el país. Esto se ha traducido en el hecho de que “de enero a abril de 2018, se tienen registrados 15,420 incidentes provocados por armas de fuego y 3,937 muertes”.
A pesar de ello, la investigación recuerda que “debido a la Segunda Enmienda Constitucional […], muchos actores dentro de la política estadounidenses rechazan regular las armas de fuego ya que, en su opinión, infringiría uno de los derechos fundamentales de los estadounidenses”. A pesar de esto, hay 13 estados (incluyendo la capital) que requieren verificaciones de antecedentes para las ventas de todas las armas de fuego. “Asimismo, algunos estados y ciudadanos han impulsado cada vez más legislación para prohibir accesorios de armas de fuego”.
La publicación del CEIGB recupera datos de relevancia en la materia, según los cuales los estados de la Unión Americana con más armas registradas son California, Texas, Florida, Virginia y Pensilvania. Sin embargo, también señala que “los esfuerzos que han surgido a través de los años en el Congreso para regular la venta, posesión y compra de armas se han visto entorpecidos gracias a una creciente polarización partidista y falta de voluntad por parte de un importante número de legisladores”.
Acto seguido, los investigadores reseñan algunas de las acciones que, a nivel Ejecutivo o Legislativo, se han llevado a cabo en los últimos años para mitigar los efectos adversos del fácil acceso a armas de fuego en Estados Unidos. A pesar de estas acciones, “se tiene que buscar una solución real que implique una reforma a las leyes que buscan disminuir la violencia causada por armas de fuego”.
En la segunda parte del documento se hace notar que la situación de las armas de fuego en Estados Unidos afecta directamente a México, “ya que Estados Unidos es su principal abastecedor de armas tanto legales como ilegales”.
Esto es claro si se observan las estadísticas, según las cuales la “mayoría de las armas de fuego recuperadas en México” se compraron en Estados Unidos, y específicamente en tres estados: Texas, California y Arizona.
Los investigadores del CEIGB recuperan algunos de los más recientes esfuerzos bilaterales para detener el flujo ilícito de armas estadounidenses hacia México, tales como la carta firmada por diversos legisladores estadounidenses hacia los gobernadores de los estados fronterizos, o la declaración conjunta entre los gobiernos de Washington y la Ciudad de México en 2017, en la que se reconoce el impacto nocivo de las armas en la relación bilateral y “se argumenta la necesidad de establecer mayores controles”.
La Nota de Coyuntura incluye también una sección en la que se hace un sondeo de los principales esfuerzos internacionales para regular el tráfico y el comercio de armas. Tal es el caso de la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados (CIFTA); y del Tratado sobre Comercio de Armas de Fuego. Desafortunadamente, el documento hace notar que Estados Unidos no ha ratificado ninguno de estos instrumentos.
En última instancia, el documento reconoce que ya se ha “demostrado que, tanto en Estados Unidos como en México, el acceso a las armas, especialmente en entornos que muestran inestabilidad, provoca mayores efectos de violencia e inseguridad”. Por lo tanto, “es necesario que los dos gobiernos continúen reconociendo el verdadero peso que tiene el tema en la vida interna de ambos países”, a fin de hacerle frente de la forma en que lo amerita.
Para conocer más sobre la incidencia del comercio de armas en la relación bilateral, así como de las acciones legislativas e internacionales que ambos países han desplegado al respecto, lo invitamos a consultar la Nota de Coyuntura a la que hace referencia el presente Boletín en el siguiente enlace: http://bit.ly/Control-Armas_EUA