Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Ayer Ricardo Anaya lo dibujó a la perfección:
“Andrés Manuel López Obrador es como la Chimoltrufia, como dice una cosa dice la otra…”
Y es que el tabasqueño lleva ya un par de semanas en que un día cancela la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y al otro lo somete a un hipotético análisis… o exige que la iniciativa privada lo convenza de que sí es viable para que él pueda dejar que esa construcción siga.
Y así va AMLO de ocurrencia en ocurrencia, mientras sus adversarios, los empresarios y otros muchos, incluido el Gobierno de Enrique Peña Nieto y el mismo presidente salen a refutarlo.
Puras ocurrencias, porque a pesar de las encuestas él todavía no gana, y como va, difícilmente lo va a lograr.
Ocurrencia es hasta hoy lo del tigre suelto, o la cancelación de las reformas energética y de educación, o lo de contratar por 2 mil 600 pesos mensuales a 2.5 millones de jóvenes (no pierda el tiempo, eso suma 78 mil millones de pesos al año… todos preguntan, ¿y de dónde va a salir eso?).
De colección es su promesa de restituir la Constitución General de la República promulgada en 1917 para un país de quizá 10 millones de mexicanos… para ser aplicada en 2018 para 125 millones de ciudadanos dentro de un mundo complejísimo en todos los sentidos.
Pero de absoluta locura es su intención de desaparecer al Estado Mayor Presidencial, una institución de más de 100 años, y de paso fusionar a las secretarías de la Defensa Nacional y Marina con la Policía Federal para crear una Guardia Nacional. Ya no me meto a lo que implicaría para la Seguridad Nacional, para la seguridad pública y para cientos de miles de militares.
Y aquí le paro porque las otras muchas ocurrencias y locuras de Andrés Manuel López Obrador son ya catálogo que algún día en el futuro serán examinadas al parejo por estudiosos de la sociología y la psiquiatría… y quizá formen parte de algún libro como las ocurrencias del popularísimo –que no populista-, Filósofo de Guémez.
Lo cierto es que hasta hoy, en el quinto día del inicio de la campaña, Don Peje no ha presentado ningún programa de Gobierno en serio. Todo hasta hoy en él han sido anuncio de cancelaciones de obras, reformas y programas porque para él no hay ni una cosa buena, nada que esté bien hecho en este país.
Todo para él se soluciona con bajarles el salario a funcionarios y doblárselo a todos los demás mexicanos. Todo se arregla con bajar a la mitad los impuestos, la luz y las gasolinas y repartir billones y billones de pesos entra jóvenes, madres solteras, adultos mayores, campesinos, etc –etc.
Y esto ya no es la Chimoltrufia, sino la esquizofrenia. Un tema que da escalofríos y enorme preocupación ante el apoyo ciego, más allá del fanatismo, que le profesan contra toda razón millones de mexicanos de todos los niveles sociales, educativos o de edades.
¿Un fanatismo cercano a la Alemania de Hitler o la Italia de Mussolini?.
En su enorme humildad, AMLO afirma que su presidencia –si gana-, será al nivel de la de Benito Juárez, Maderoy el general Lázaro Cárdenas. ¡Nada más! Lo repite sin rubor y su afición, embelesada, le aplaude a rabiar.
Desafortunadamente para él y sus seguidores, su movimiento -que él califica del más grande hoy en el mundo-, son minoría frente a las otras fuerzas y candidatos, y eso muy probablemente lo lleve a su tercera derrota.
RECLAMAN LOS EMPRESARIOS
Frente a estas circunstancias, los machuchones de la IP -como los nombra Don Peje despectivamente-, emitieron ayer un desplegado en dónde reclaman que los 4 candidatos presidenciales les expliquen cuál es el modelo económico de cada uno, y les piden tomen en cuenta que inversionistas, financieros, empresarios e industriales exigen apego al Estado de Derecho (es decir: certidumbre jurídica a la inversión) y un claro compromiso con la educación, el desarrollo regional, la inclusión, el empleo, las finanzas sanas, la seguridad y el combate a la corrupción, pero sobre todo quieren saber, ¿cómo harán todo lo que quieren y prometen hacer los candidatos, con quién, con qué recursos y para cuándo?… así de fácil.
¿Y LOS OTROS CANDIDATOS QUÉ?
José Antonio Meade, candidato de la triada PRI, PVEM y Panal, presentó desde el domingo pasado 7 propuestas y las ha repetido en sus aventos siguientes en Sonora y en Sinaloa.
Como si para él no corriera el tiempo, Ricardo Anaya se estrenó ayer en su conferencia de prensa a las 7 de la mañana al anunciar 5 ejes de su campaña por la Presidencia de la República como candidato de México al Frente que integra a PAN, PRD y MC.
Con ellos, dijo, buscará llegar a Los Pinos y desde ahí formar un Gobierno de Coalición que de fin al Presidencialismo, y curso a un cambio de régimen.
La independiente Margarita Zavala se fue ayer al INE para denunciar inequidad en el reparto de spots.
SIGUE LA FUGA DE DIPUTADOS Y SENADORES
Una sangría que no cesa es la de las licencias de diputados y senadores que ya suman casi la cuarta parte de las legislaturas iniciales en ambas cámaras.
Así ayer a los ya más de 150 diputados se han ido, en votación económica, el Pleno avaló 26 licencias más a diputados que suman: PRI, 8; PAN, 8; PRD, 5; Morena, 2; PVEM, 2, y del PES, 1.
Así se fueron los priístas: David Aguilar, Yarith Tannos Cruz, Gloria Himelda Félix Niebla, Luis Alejandro Guevara, Carlos Sarabia, Azul Etcheverry Arana, Alicia Guadalupe Gamboa, Salomón Fernando Rosales Reyes… y los panistas: Marco Antonio Gama, Hugo Alejo Domínguez, Lilia Arminda García, Genoveva Huerta, María Mercedes Aguilar, José Erandi Bermúdez Méndez, Alejandra Noemí Reynoso y José Antonio Salas Valencia… y los perredistas: Armando Soto, Araceli Saucedo Reyes, Norberto Antonio Martínez, J. Guadalupe Hernández y Erik Juárez Blanquet.
En el mismo grupo están los morenistas: Vidal Llerenas y Héctor Javier García; los verdes: Leonardo Rafael Guirao y Alma Lucia Arzaluz, así como Gonzalo Guízar Valladares del PES.
Por su parte el pleno del Senado dio curso a las licencias de Pilar Ortega Martínez, Celestino Cesáreo Guzmán, Lorena Cuéllar Cisneros y María Luisa María Calderón Hinojosa.
CUMPLEN CON LA SUPREMA CORTE
En cumplimiento a una instrucción de la Suprema Corte de Justicia, la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados encabezada por la priísta Mercedes del Carmen Guillén Vicente, hermana del sub Marcos, aprobó ayer en lo general con 15 votos a favor y 8 en contra el dictamen de la Ley General de Comunicación Social.
Con esta Ley los siguientes gobiernos federales tendrán que informar en forma bimestral de sus gastos de comunicación al Congreso.
“Para la contratación de espacios comerciales, se establece que los medios de comunicación interesados se inscriban, previamente, en el Padrón Nacional de Medios de Comunicación a cargo de la Segob, el cual será de acceso público, destacando que el solo empadronamiento no implica la obligación de contratación por parte de los entes públicos.
“Todo ello, con la finalidad de evitar un uso arbitrario de los recursos en materia de Comunicación Social”.
– El dictamen concluye que la expedición de la Ley General de Comunicación Social da continuidad a la tercera generación de reformas en materia electoral, lo que permite mantener y proteger la equidad en la próxima contienda, pues complementa lo establecido en la Constitución y en la legislación electoral, particularmente lo dispuesto en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
– Este ordenamiento permitirá el cumplimiento del objetivo primordial de la comunicación social, que es dar a conocer a la población los avances concretos de su gobierno en el más amplio espectro, así como difundir los beneficios y programas con los que cuentan.
– En ese sentido, precisa, se vuelve un mecanismo de rendición de cuentas que permite vincular a la población con los entes públicos del Estado.
– Además, continúa, el Poder Legislativo cumple una de sus principales funciones, al expedir una ley que se erige como el nuevo estándar mínimo de bienestar para la comunidad respecto del buen funcionamiento de su gobierno en lo relativo a la comunicación sociedad-gobierno, la preservación del Estado de Derecho y el continuo perfeccionamiento de la democracia como sistema de vida y de forma de administración.
