Ciudad de México, México.— El incremento del presupuesto del sector salud 2018 fue inercial de tan sólo 0.6 por ciento, pues se aprobó una partida de 564 mil 935 millones de pesos para la operación del ramo, y su mayor parte tiene como destino el pago de servicios personales tanto a nivel central como en transferencias por aportaciones federales.
La Dirección General de Finanzas (DGFI) del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República realizó el análisis de los “Recursos destinados al Sector Salud en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018”, con el fin de contribuir a la toma de decisiones legislativas del Senado de la República y apoyar en el ejercicio de sus facultades de supervisión y control.
En este análisis, se identifica que en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018 (PEF-2018) se aprobó un presupuesto de 564 mil 935.7 millones de pesos (mdp) para la operación del Sector Salud; monto que implica un incremento anual de 0.6 por ciento en términos reales, respecto de lo aprobado por la Cámara de Diputados en el PEF-2017.
Los recursos aprobados para el Sector Salud, se distribuyen de la siguiente forma: 49.1 por ciento se asignó al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 20.6 por ciento al ramo 12 Salud, 16.0 por ciento al ramo 33 Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios (Aportaciones Federales), 9.7 por ciento al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), 3.1 por ciento al ramo 19 Aportaciones a Seguridad Social, 1.1 por ciento a Defensa Nacional y 0.4 por ciento a Marina.
La integración del PEF-2018, implica que 544 mil 372.9 mdp, equivalentes a 96.4 por ciento del total del Sector, corresponde a gasto corriente, que en su mayor parte tiene como destino el pago de servicios personales tanto a nivel central como en transferencias por aportaciones federales. Además, esta previsión de gasto corriente observa un incremento anual de 0.5 por ciento real.
En el caso de Pensiones y Jubilaciones, se propone un presupuesto de 5 mil 232.5 mdp, que representa un 0.9 por ciento del total sectorial y significa un crecimiento anual de 0.7 por ciento real.
Los restantes 15 mil 330.2 mdp se etiquetaron como gasto de inversión, y representan el 2.7 por ciento del total en Salud y resultan en un incremento de 6.0 por ciento real respecto a lo aprobado para este rubro en 2017. El presupuesto aprobado define que un 55.3 por ciento del gasto de inversión corresponde al IMSS, 31.2 por ciento a la Secretaría de Salud, 10.2 por ciento al ISSSTE, 3.0 por ciento a Aportaciones Federales y el restante 0.3 por ciento a Defensa Nacional.
Al respecto, el estudio señala que sólo un 22.9 por ciento de las erogaciones para inversión se destinarían a la creación de infraestructura física mediante la realización de obra pública; mientras que el 53.8 por ciento se clasificó como gasto de capital diferente de obra pública, 22.8 por ciento como gasto de inversión por concepto de recursos otorgados a fideicomisos públicos no considerados entidad paraestatal cuyo propósito financiero se limite a la administración y pago, y 0.5 por ciento como gasto de inversión por concepto de gastos indirectos de programas de subsidios.
Finalmente, el estudio precisa que del gasto de inversión asignado al ramo 12 Salud, el 7.3 por ciento está vinculado a programas y proyectos de inversión (PPI); esto es, 348.8 mdp se distribuyen entre 14 PPI.